Artículos recientes

México: México perdona a Moctezuma, pero castiga a Hernán Cortés



MÉXICO PERDONA A MOCTEZUMA, PERO CASTIGA A HERNÁN CORTÉS.


MÉXICO… VILTIPOCO10000: JULIO 17 DE 2010…

JOAQUIM IBARZ
(CORRESPONSAL)

La historia oficial de México cuenta con personajes importantes que marcaron el destino del país pero cuyos nombren están proscritos: no figuran en los textos escolares, ni se les dedica calles o monumentos. El caso más notorio es el de Hernán Cortés, el conquistador  extremeño que con un puñado de hombres osados dominó al poderoso imperio azteca. El juego era complejo: Moctezuma se había impuesto sobre  pueblos deseosos de derrocarlo. Hábilmente, Cortés estableció alianzas con ellos y juntos hicieron posible la Conquista.

 Aquí no se encuentra ni rastro de Cortés a pesar de que intelectuales de la talla de José Vasconcelos le llama “ el inventor de México". Al creador del virreinato de la Nueva España no le han perdonado.

El imponente monumento en bronce que en 1982 dedicaron a Cortés en la plaza mayor de Coyoacán, el barrio de arquitectura y trazado colonial del sur de esta ciudad, fue retirado al cabo de una semana ante las protestas airadas que provocó. No se aceptó que Cortés fuera representado como un noble caballero  que transmitía dignidad. Nada que ver con la figura de sifilítico con que lo muestra Diego Rivera en uno de los murales que adornan el Palacio Nacional del Zócalo.

Aún se aceptó menos que en el monumento apareciera al  lado de Cortés la gran traidora, la Malinche. , la princesa indígena que jugó un papel importante en la conquista al ser la traductora de Cortés; 28 años después de la retirada del grupo escultórico, Cortés sigue castigado.

El monumento permanece mutilado, y de cara a la pared, en un rincón de un parque. La figura de don Martín, el hijo de Cortés y la Malinche, al que se considera el primer mestizo de México. Fue robada para vender el bronce a peso. Las estatuas, de tamaño natural, no son fáciles de encontrar.

Este cronista tardó más de media hora en dar con ellas pese a que llevaba la dirección exacta de su ubicación. A Cortés no se le indulta, ni aún después de muerto. Pocos conocen el lugar de su sepultura e nla iglesia de Jesús, al lado del hospital de Jesús que fundó el propio Cortés y aún sigue funcionando. En una sencilla placa de bronce colocada en un lugar discreto de un altar lateral se lee Hernán Cortés, 1485-1547). Nada más.

Para evitar que fueran profanados, antes de la independencia los restos de Cortés fueron sacados de su mausoleo. Años después se depositaron en un muro OCULTO del templo.

También se tendió un manto de olvido sobre Agustín de Iturbide, el general que consumó la independencia de México en 1821; el  general Vicente Guerrero, otro artífice de la emancipación, lo reconoció como jefe máximo y se puso a sus órdenes, sellando el pacto en el famoso Abrazo de Acatempan. Iturbide no figura en la historia oficial porque tras la independencia de México se proclamó emperador y murió fusilado. México celebra este año el bicentenario de la independencia –en realidad se conmemora el inicio de la insurrección contra España-. El bicentenario no corresponderí a celebrarlo hasta 2021. Pero se tiene que Maquillar que el héroe de la independencia murió fusilado.

 Moctezuma (gobernador del imperio azteca de 1502 a 1520) ha sido la figura maldita de la historia mexicana; se le achaca que claudicó ante Cortés sin pelear. El adalid de la resistencia a los conquistadores españoles es Cuauhtémoc, quien obligó a Cortés a retirarse con grandes pérdidas de la gran Tenochtitlan (capital del imperio azteca), en la Llamada Noche Triste.

Después de cinco siglos de menosprecio y de ser tildado de cobarde y traidor, Moctezuma es perdonado y regresa con honores a la antigua capital de su imperio gracias a la primera exposición dedicada a su memoria.

Tras su paso por el Museo Británico de Londres, la muestra "Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante'' permanecerá hasta 2011 en el Museo del Templo Mayor, ubicado en el corazón de lo que fue Tenochtitlan.
Moctezuma es figura polémica; se le condena por  colaborar con los conquistadores, por ser muy pusilánime y por dejarse dominar por los presagios.

Según el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, "hay que entender a Moctezuma en el contexto de la época que le tocó vivir''; las profecías habían anticipado la llegada por mar de hombres barbados que someterían a su gente. "No buscamos reivindicarlo, sino mostrar la historia como es, en el camino hacia lo que hoy es el mestizaje de México: el cruce de dos civilizaciones separadas por un océano, también cultural y tecnológico”.

La exposición no presenta la biografía de Moctezuma, sino una radiografía del momento que le tocó vivir y gobernar a través de vasijas, máscaras, esculturas, alhajas, ofrendas y una réplica del mítico penacho de Moctezuma, que narran la vida de quien era el emperador azteca a la llegada de Cortés.

Moctezuma fue hecho prisionero poco después de la llegada de Cortés a Tenochtitlán. Desde el cautiverio, supo de cómo los pueblos indígenas pasaban a ser aliados de los españoles; a la conquista militar seguirían la cultural y religiosa, de las que brotó la sociedad mestiza que construyó el México actual.


Argentina-Jujuy: ¿RETECI, un obstáculo más del Gobierno Provincial?


¿RETECI, un obstáculo mas del Gobierno Provincial?

ARGENTINA-JUJUY… VILTIPOCO10000: JULIO 17 DE 2010…


Cuando parecería haber voluntad de parte del Estado para asentir las reivindicaciones de los pueblos indígenas que habitan la República Argentina, un nuevo obstáculo se interpone entre las comunidades y el camino hacia la recuperación de sus territorios. La paciencia y el despojo de 500 años no ha sido suficientes razón para hacer comprender a "algunos" lo difícil que resulta vivir a los indígenas en sus hogares con una permanente tensión de desalojo y despojo territorial.

El programe RETECI pareciera ser un paso mas, de los tantos e innumerables hacia la restitución de los territorios tomados mediante la fuerza y el "engaño legal" por parte del Estado. El relevamiento territorial de comunidades indígenas pareciera ser una buena medida en este camino de reivindicación.  El problema es cómo se implementa el programa? ¿Cómo se lleva a cabo? Para que sea beneficioso en el sentido propuesto por la ley 26.160. ¿Con un grupo de sabios que analizan y analizan desde las alturas? ¿Con un grupo de profesionales que nunca han vivido en una comunidad y no saben la diferencia entre chilpida y señalada o charqui y churqui?

En fin, a las puertas del S. XXI las mentes brillantes de occidentes siguen pensando que los indígenas somos poco menos que humanos, una especie inculta en extinción, que necesita ser acorralada y encerrada para luego ser analizada e interpretada. Piensan que los indígenas solo somos seres vivos que para conservarlos hay que dictar leyes incumplibles, o introducirlos en un zoológico para indígenas o, mejor todavía, hay que tratarlos como humanos estupidizados por la opresión.

NO entendemos hasta ahora como un programa "beneficioso" para los indígenas es coordinado por quienes, en absoluto, se reconocen indígenas. Quienes son occidentales de mente y corazón. Quienes lo ven nada más que como un trabajo, que puede salir bien o salir mal, les da lo mismo. Quienes han hecho un despilfarro de tiempo y dinero durante 16 meses sin obtener ningún resultado positivo para nuestras comunidades. No entendemos como estos personajes "se sienten seguros en sus sillones laborales"  aun después de ser criticados y repudiados por las comunidades. Todo el tiempo pensamos si realmente el fracaso del programa ReTeCI en Jujuy no ha sido más que una muestra de poder de la ideología feudal hegemonica jujeña. ¿Sera que el fracaso del ReteCI constituye una verdadera política del estado jujeño, en complicidad con el estado nacional? No queremos ni pensarlo. PERO ALGO ES SEGURO, EL PROGRAMA RETECI EN LAS ACTUALES CONDICIONES NO PUEDE SEGUIR. Para que vean que no somos tan resentidos y vengativos, y que además somos seres humanos.

Les proponemos al Estado olvidar todo el fracaso y empezar de nuevo.Todavía queda tiempo para llevar al programa ReTeCI a buen puerto (o sera a Buenos Aires), que es el lugar donde todo se decide y vive el Dios Occidental dicen por ahí, y reanimarlo, estimularlo, despertarlo. Sera urgente. No llevara mucho tiempo. De este modo, una vez recuperado, pueden traerlo  y entregarlo aquellos que con o sin dinero harán maravillas con el: a nosotros, los descendientes directos de los verdaderos dueños de la tierra.

Así el programa ReTeCI estará en manos de quienes lo cuidaran y harán que beneficioso para las comunidades. Así el programa estará donde siempre debió estar, bajo el cuidado de los indígenas. NO imaginamos a un programa que beneficie a perros dirigidos por gatos. No imaginamos a un programa que beneficie a ingenieros en manos de enfermeros. No imaginamos a un programa que beneficie a argentinos en manos de británicos. Es cuestión de lógica. Quienes llevaran el programa ReTeCI de buen modo serán las propias comunidades. En nuestras comunidades, por si no lo saben, hay personas capacitadas que entienden y entienden con sus hermanos indígenas. Harán un buen trabajo. No los subestimen.

La propuesta esta hecha. SR. PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ASUNTOS INDIGENAS, UD, que puso excusas para venir a jujuy la ultima vez que se comprometió a estar presente, tome una buena decisión. Seguramente sus profesionales, que si vinieron a jujuy, le deben haber acercado todas las novedades, escandalosas por cierto, del programa ReTeCI en Jujuy. En sus manos esta la decisión histórica de considerarnos humanos capaces de dirigir sus propios destinos. Nuestras comunidades esperan su decisión. No traicione el espíritu de la ley 26.160. No se deje llevar por su espíritu occidental. Si Ud. es PRESIDENTE DEL INAI es porque sabe mucho de la cosmovisión indígena y entiende el problema indígena. O nos equivocamos?.

Aun así el Gobierno de la Provincia JUJUY niega totalmente la participación directa de las Comunidades en los espacios generados para la regularización de las tierras, el Gobierno Provincial actualmente y en el pasado siempre hizo lo mismo poner su puntero político en la Coordinación General del Programa  y como sabemos es una bajada de línea desde sus inmediatos superiores, cuando a esta altura el CPI entrego una propuesta a Pablo Lozano (Sec. De Derechos Humanos - Jujuy) la que consta de poner como Coordinador un Referente de los Pueblos Indígenas Sixto Quispe del Pueblo Omaguaca.

Ante esta propuesta el Gobierno y la Secretaria de Derechos Humanos hace oído sordos y pone pretextos aludiendo que existen actores políticos que tienen interés en seguir administrando el Programa demostrando su actitud cerrada y excluyente a la participación, a la igualdad y garantía de acceso a los derechos humanos ofreciendo solo cargos de técnicos o administrativos que no tienen peso en la dirección y voluntad de las Comunidades ya que solo obedecen y son supeditados a la Coordinación General del Programa Reteci, cargo que actualmente se encuentra vacante en disputa entre los Pueblos y el gobierno Provincial.

Jorge Mamani - CPI Kolla – Jujuy
@: jor_mamani@yahoo.com.ar 

Comunicado del Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo a la Opinión Pública en general


COMUNIDAD ORIGINARIA DE VALIAZO

Personería Jurídica N° 044/09

HUMAHUACA – JUJUY – ARGENTINA


Valiazo, Junio 14 de 2010


A LA COMUNIDAD DE HUMAHUACA

A LA OPINIÓN PÚBLICA EN GENERAL


     El Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo tiene el agrado de dirigirse a Uds. a los fines de comunicar lo siguiente:

     “Visto los últimos hechos y acontecimientos políticos que se vienen sucediendo en la Ciudad de Humahuaca, y teniendo en cuenta que la Comunidad de Valiazo no puede desconocer dicha situación, en Asamblea del día 13 de junio de 2010, luego de una amplia y democrática discusión, se resolvió emitir opinión al respecto:

1.- El Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo es una institución de tiempos prehispánicos, presente antes de la llegada de los europeos, por ende, bajo ningún concepto está asociada al Estado Nacional ni al Estado Provincial ni al Estado Municipal. En este orden el Ayllu Comunidad de Valiazo guarda el sentimiento inmemorial de ser heredero cultural directo de nuestros abuelos, los antiguos Omaguacas. De acuerdo a esto, informamos a la Comunidad de Humahuaca y a la opinión pública en general que el Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo, en toda su existencia, que es vasta, no ha avalado ni avalará a ningún partido político nacional, provincial y/o municipal. Tampoco no ha avalado ni avalará a ningún candidato a concejal, diputado, intendente, gobernador o presidente, o funcionario del Estado nacional, provincial o municipal. Ningún partido político tiene el aval de la comunidad y la comunidad no se manejará con partidos políticos. El Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo es una institución social y política autónoma y soberana, que cuida su territorio, heredado de sus abuelos, desde tiempo inmemorial.

2.- El Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo solicita al Sr. Intendente Marcos Medina HAGA UNA INMEDIATA RENDICIÓN DE CUENTAS DE SU ACTUAL GESTIÓN. Asimismo, solicita a los Sres. Concejales (de todos los partidos políticos) EXIJAN UNA RENDICIÓN DE CUENTAS AL SR. INTENDENTE. La solicitud se fundamenta en el hecho de que está en peligro la paz social de Humahuaca, en donde viven la mayoría de nuestros comunitarios. También para aclarar muchas situaciones y rumores que se manifiestan en la ciudad de Humahuaca. En síntesis, SOLICITAMOS AL PODER POLÍTICO ESTATAL DE LA CIUDAD DE HUMAHUACA ACLARE TODAS LAS SITUACIONES CON PRUEBA DOCUMENTAL Y FEHACIENTE, NO SOLO CON PALABRAS NI DISCUSIONES INÚTILES. PEDIMOS AL SR. INTENDENTE Y A LOS SRES. CONCEJALES RESUELVAN LA SITUACIÓN A FAVOR DE LA COMUNIDAD DE HUMAHUACA.

3.- El Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo MANIFIESTA SU PÚBLICO RECHAZO AL AUMENTO DESMEDIDO DE IMPUESTO A LOS COMERCIANTES DE LA CIUDAD DE HUMAHUACA. EL PUEBLO DE HUMAHUACA NO TIENE LA OBLIGACIÓN DE PAGAR LA FIESTA DE UNOS POCOS, EN TODO CASO, SI SE NECESITA O NO UN AUMENTO, ÉSTE PODRÁ CONSENSUARSE CON EL PUEBLO DE HUMAHUACA Y NO DE UNA MANERA TOTALITARIA Y COMO SE PRETENDERÍA HACER. PERO LUEGO DE UNA CLARA RENDICIÓN DE CUENTAS DE LA ACTUAL GESTIÓN MUNICIPAL.

     Las Pachas y los Espíritus de nuestros abuelos protejan a la Comunidad de Humahuaca y viceversa.



Nota de Viltipoco10000:
Este Comunicado es copia fiel de la nota impresa que contiene el sello del Ayllu Comunidad Originaria de Valiazo que se distribuye en la ciudad de Humahuaca y alrededores, en caso de querer acceder a la original favor de solicitarla a viltipoco10000@yahoo.com.ar y se la envío escaneada...

Indígena: Tesis en torno a la autonomía de los pueblos indios

 

Tesis en torno a la autonomía de los pueblos indios (*)

 

INDÍGENA… VILTIPOCO10000: JULIO 06 DE 2010


Por Gilberto López y Rivas**
Introducción
Las siguientes líneas tienen el propósito de reflexionar y revalorar la vigencia de las luchas por la autonomía indígena, así como los sujetos políticos que las encarnan en el contexto de la crisis general y civilizatoria del capitalismo y, en particular, la recomposición estatal causada por la transnacionalización neoliberal en varios países latinoamericanos.  Particularmente me detendré en el caso mexicano, dado que he seguido muy de cercar e incluso he estado próximo a  movimientos sociales y políticos que reivindican los derechos indígenas.
1.- Definición e historicidad del concepto. Desde las investigaciones realizadas en América Latina (1), concebimos la autonomía básicamente como un proceso de resistencia mediante el cual, las etnias o pueblos soterrados, negados u olvidados fortalecen o recuperan su identidad a través de la reivindicación de su cultura, derechos y  estructuras político-administrativas. En forma genérica, la autonomía, esto es, regirse uno mismo por sus leyes, es definida como la capacidad de individuos, gobiernos, nacionalidades, pueblos y otras entidades y sujetos de asumir sus intereses y acciones mediante normativas y poderes propios, opuestos en consecuencia a toda dependencia o subordinación heterónoma. Como todo concepto, la autonomía indígena contemporánea debe ser comprendida en su contexto histórico: la lucha de los pueblos originarios por conservar y fortalecer su integridad territorial y cultural a través de autogobiernos que practican la democracia participativa y enfrentan –con una estrategia anti sistémica– la rapacidad y violencia del sistema capitalista en su actual fase de transnacionalización neoliberal. Si bien ante este fenómeno coercitivo llamado globalización, la figura política del Estado-nación resulta obsoleta y estorbosa, es difícil negar que más allá del mercado y el consumo existan pueblos que reclaman un origen y una identidad. Son sujetos que desean imprimirle un sentido comunitario a sus vidas en un momento en el que egoísmo, individualismo y competencia pretenden desplazar solidaridades, dignidad y fraternidad. Las autonomías en América Latina se proyectan hoy día como aquellos espacios político-territoriales donde los pueblos oprimidos pueden consolidar en el ámbito local, regional y aún nacional, sus expresiones comunitarias de democracia directa.
2.- Democratización y transformación de la vida indígena. Destacamos el carácter dinámico y transformador de las autonomías, que para ser tales, modifican a los mismos actores y en dimensiones diversas: las relaciones entre géneros, entre generaciones, promoviendo en este caso el protagonismo de mujeres y jóvenes; democratizando las sociedades indígenas, politizando e innovando sus estructuras políticas y socio-culturales. Se remarca la importancia de la participación de las mujeres en los diversos niveles y espacios de la vida comunitaria y municipal, en particular, en las instancias de decisión y ejercicio del autogobierno indígena, a efecto de lograr una sociedad más justa y equitativa, desarrollando acciones concretas para combatir todo tipo de violencia contra las mujeres indígenas. El estudio de las autonomías indígenas contemporáneas en América Latina, particularmente en México, desde una perspectiva integral y comparativa, muestra la naturaleza transformadora de estos procesos no sólo en su articulación, las más de las veces contradictoria con los estados nacionales existentes, sino también en el interior de los sujetos autonómicos. Así, no se trata sólo de la existencia de autogobiernos tradicionales indígenas que se desarrollan de diversas formas a lo largo de la colonia y la vida independiente, y que perduran hasta nuestros días en numerosas comunidades de la geografía latinoamericana. Tampoco se trata de competencias y atribuciones establecidas desde arriba, administrativamente o por modificaciones constitucionales, pisos y techos de modelos que no corresponden a realidades concretas y que denotan los límites de una ciencia social a la zaga de los procesos socio-étnicos. Las prácticas autonómicas actuales van más allá. Cuando los zapatistas –por ejemplo– trascienden el autogobierno y lo asumen a partir de los principios demandar obedeciendo, la rotación de los cargos de autoridad, la revocación del mandato, la participación planeada y programada de mujeres y jóvenes, la reorganización equitativa y sustentable de la economía, la adopción de una identidad política anticapitalista y anti sistémica y la búsqueda de alianzas nacionales e internacionales afines a ésta, se lleva a cabo un cambio cualitativo de las autonomías: a la par que se transforman los propios pueblos indígenas en sus relaciones de género y grupos de edad, en sus procesos de identidad política, étnica y nacional, en su apropiación regional del territorio y la extensión del poder desde abajo.
3.- Control del territorio y sus recursos. Ante la agresión permanente de las corporaciones en busca de territorios, recursos y saberes de los pueblos, la autonomía busca redefinir la relación con el entorno circundante. En la profundidad de territorio se busca la unión complementaria de productores y comercializadores para desarrollar una economía solidaria y la autosuficiencia alimentaria, así como la generación de proyectos económicos para beneficio general, optimizando todos los esfuerzos para el ejercicio real de la autonomía como tarea de todos y todas. La defensa de los sujetos autonómicos a la acción del mercado y sus agentes estatales significa el control del territorio desde abajo (comunidades) y desde la sociedad civil nacional e internacional que acompaña en ocasiones a estos movimientos. Se reafirma la urgencia de recuperar o desarrollar la autonomía económica, productiva y alimentaria de los pueblos con el fortalecimiento del cultivo del maíz autóctono (y no del transgénico), uso de abonos orgánicos (y rechazo a los agroquímicos), cuidado del agua, uso y protección de las semillas propias; así como la recreación y  fortalecimiento de los sistemas de ayuda mutua, los mercados y tianguis locales y regionales y el aprovechamiento de ecotecnias. Ante la grave crisis alimentaria que amenaza a la humanidad y el cambio climático, la autonomía busca fortalecer la producción de alimentos y la introducción de programas y planes educativos en sus diversos ámbitos y niveles que estimulen el respeto a la agricultura propia y, en especial, del maíz. Los pueblos y las comunidades indígenas son propietarios y herederos de tierras, territorios y recursos naturales en los que viven y, en consecuencia, exigen respeto y reconocimiento de ese derecho por parte del Estado y las empresas nacionales y extranjeras que se empeñan en sus afanes de privatización y comercialización. Por ello, están demandando el cese de todo proyecto, acción y concesión que atenten contra la propiedad, uso, explotación, aprovechamiento e integridad de territorios,  tierras, lugares sagrados y recursos naturales de los pueblos indios, así como de leyes, decretos y reglamentos que tiendan a despojar y facilitar el aprovechamiento por terceros ajenos a las comunidades indígenas de sus recursos naturales. (2)
4.- Dialogo intercultural. Los procesos educativos y de socialización, asimismo, se generan a partir de y por las comunidades, tomando en cuenta los saberes surgidos de los pueblos y otros actores populares, y aquellos que enriquezcan a los sujetos autonómicos, en el entendido que el dialogo intercultural fortalece la autonomía. Esta situación es más notoria y necesaria cuando dos o más pueblos confluyen en un proceso autonómico (Chiapas, regiones de Guatemala y Nicaragua, por ejemplo) y la unidad del sujeto autonómico frente al Estado transnacionalizado se torna indispensable, ya que en las actuales circunstancias, éste sujeto se opone directamente a los agentes estatales (funcionarios, policías, ejército, jueces, etcétera) al servicio del capital. En estos casos debe darse incluso una representatividad pluriétnica a los órganos de autoridad y recordando siempre –como lo hace el Subcomandante insurgente Marcos– que la autonomía es tan importante que no podemos dejarla en manos de los políticos profesionales. (3)
5.- Política de alianzas. Si la autonomía es parte de la cuestión nacional, el movimiento indígena que practica y promueve las autonomías, en su lucha por prevalecer, establece las alianzas necesarias, primero entre los propios pueblos indígenas, y a partir de ello, con los sectores oprimidos y explotados del país que se trate. Esto significa la construcción permanente del sujeto autonómico no sólo desde abajo, sino también en sus alianzas con otros actores políticos y a partir del control sistemático de los representantes a través de la rendición de cuentas, revocación de mandato, según sea el caso, y rotación de cargos. Nunca se ha puesto en duda la matriz clasista impuesta por el capital ni el tipo de Estado en la que se encuentran inmersas las luchas por las autonomías y, en consecuencia, la necesidad de alianzas entre los movimientos indígenas con todos aquellos que plantean reformas democráticas, contra el capitalismo e incluso por la construcción de un nuevo tipo de socialismo. No ha sido responsabilidad de los pueblos indígenas el poco interés mostrado por partidos y organizaciones de izquierda en el establecimiento de acuerdos para una lucha unificada en los terrenos políticos, electorales o de movilización social. Hay ejemplos, algunos trágicos, del uso instrumental de los indígenas en los procesos políticos  institucionales y aún en los espacios de la guerra revolucionaria. Asimismo, los movimientos autonomistas indígenas no hacen un culto de la resistencia popular espontánea. Usualmente sus movimientos son precedidos de largas deliberaciones y como lo demuestra la insurrección zapatista de 1994, debieron transcurrir muchos años para el estallido de la rebelión y hasta ahora no se han dado pasos que resulten de la espontaneidad o el aventurerismo políticos. Este movimiento demuestra el valor que se otorga a la conciencia y a la organización de los oprimidos y explotados en la lucha contra un Estado que busca acotarlos e incluso destruirlos política y militarmente.
6.- Desarrollo desigual de las autonomías. Es evidente que todos estos procesos no se llevan a cabo de manera simultánea en las etno-regiones y en todos los casos en que se ejerce el autogobierno indígena, destacando la profundidad de algunos de ellos que por razones especificas han podido desarrollar formas organizativas –incluso político militares— como el EZLN, que dan coherencia e integralidad a los prácticas autonómicas. Existen situaciones, por ejemplo, en las que la dependencia económica o política del pueblo indígena hacia los mecanismos del mercado o los aparatos estatales, merman el proceso autonómico, como el caso de los yaquis, el cual aparece distorsionado incluso frente a los propios actores, quienes refieren que su autonomía “es relativa”. En otras situaciones, el caciquismo o el paramilitarismo, amenazan directamente a la autonomía con la represión generalizada y la criminalización de quienes destacan en el proceso, como el caso de Xochistlahuaca, Guerrero, o entre los Triqui de Oaxaca. Por ello, se insiste en el carácter intrínseco de cambio, adaptación, reacción e innovación de las autonomías acorde a los factores internacionales, nacionales, regionales y locales a los que los pueblos indígenas se enfrentan. De aquí el significado múltiple y polivalente del término, y en ocasiones, incluso, la negativa a utilizarlo en algunas experiencias, que como la policía comunitaria de Guerrero, busca gobernarse y hacer justicia con sus propias normas, que es, en esencia, el común denominador de todo proceso autonómico.
7.- Indigenismo antitético de autonomía. La formación y el fortalecimiento del sujeto autonómico pasan también por la ruptura con las viejas formas de las políticas indigenistas que durante muchos años puso en práctica el Estado para mantener el control de los pueblos y las comunidades indígenas por medio del paternalismo y el clientelismo. El movimiento indígena independiente del Estado revela que indigenismo y autonomía son conceptos antitéticos (4).
8.- Autonomía y sistema de partidos de Estado. Hemos comprobado también que la injerencia de partidos políticos en la mayoría de los casos, deteriora e incluso, hace fracasar, el ejercicio autonómico. En el caso mexicano, el reservorio de votos que el partido oficial (en los tiempos del sistema de partido de Estado en México) imponía a través de los cacicazgos indígenas se ve seriamente afectado por un movimiento indígena que incluso rechaza frontalmente el actual sistema de partidos de Estado y pone en tela de juicio los deteriorados componentes de la democracia tutelada, y se impone, en su lugar, otra forma colectiva de hacer política. Desde el etnocentrismo de la sociedad nacional, sólo es posible la democracia representativa y se niega toda experiencia relacionada con las democracias directas de las comunidades indígenas, las cuales desarrollan una cultura política de la resistencia, que es la base misma de los actuales procesos autonómicos.
9.- Sujeto autonómico, red multiétnica versus conflictos comunitarios. La experiencia zapatista y la de otros procesos en América Latina muestran que el desarrollo de una red multiétnica consolidada de comunidades y regiones, e incluso de pueblos diversos, es otro de los cambios trascendentes en las actuales autonomías, en las que la pugna intracomunitaria por conflictos seculares, linderos o recursos se puede superar para responder unidos ante la intrusión violenta de los Estados y las corporaciones capitalistas. Todas las transformaciones internas, rupturas y redefiniciones en los ámbitos comunitarios, regionales y nacional son imposibles sin esa conformación y fortalecimiento de un sujeto autonómico con capacidades de afirmación hegemónica hacia adentro, de tal forma que contribuya  a la cohesión interna a través de la construcción de consensos, la democracia participativa, la tolerancia y la superación de las divisiones religiosas, étnicas o políticas, la lucha contra la corrupción y contra los intentos de cooptación por parte del Estado y sus agentes. Este sujeto concita la movilización de pueblos y comunidades en defensa de sus derechos y demandas y tiene el apoyo para una representación legítima hacia fuera.
10.- Autonomías pluriétnicas y plurinacionales y su contribución a la nación democrática. Las autonomías indígenas contemporáneas están lejos de los estereotipos de autarquía que sus adversarios predijeron como inherente a estos fenómenos. Por el contrario, como se observa en muchos países de  América Latina, la irrupción de los pueblos indígenas en los acontecimientos políticos de sus respectivas naciones es una realidad innegable. Estos procesos autonómicos se proponen cambios sustanciales en la naturaleza misma de esas naciones como entidades plurinacionales, pluriétnicas, pluriculturales y plurilingüísticas, y a los indígenas los reafirma como sujetos políticos de derechos colectivos irrenunciables en su carácter de pueblos y nacionalidades. En esta dirección, una de las conclusiones fundamentales de la investigación Latautonomy fue la siguiente:
“Rechazando tanto la aculturación modernizante como el repliegue tradicionalista, denunciando su histórica exclusión y dominación, los pueblos y movimientos indígenas se afirman históricamente por primera vez con sus especificidades en los espacios públicos para reclamar el reconocimiento de sus aportes potenciales a la construcción de la sociedad futura y su contribución a “otro mundo posible”. Las reivindicaciones de los pueblos indígenas, los valores que defienden – el bien común y la solidaridad, el respeto de la naturaleza y la noción de equilibrio, el rechazo de las lógicas de consumismo y la preeminencia de los valores inmateriales, la búsqueda de la armonía y del consenso – van más allá de los intereses estrechamente comunitarios. Constituyen la afirmación de valores que permiten una adhesión universal y trascienden los límites de la etnicidad”. (Monique Munting, “Radiografía de la autonomías multiculturales en América Latina”, en Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. El Universo Autonómico: propuesta para una nueva democracia. Ob. cit.).
11.- Hacia la integralidad de las autonomías y su dimensión regional. Desde la perspectiva integral de la autonomía que se formula en los ámbitos políticos, jurídicos, económicos, sociales y culturales y que fundamenta la instrumentación a escala comunitaria, municipal y regional, se reafirma el valor y la importancia de las prácticas políticas que se materializan en las asambleas comunitarias, los sistemas de cargo, el tequio y, en general, las obligaciones y contribuciones comunitarias. Se hace énfasis en la importancia de la articulación e interacción de las comunidades y los municipios indígenas para el ejercicio de la autonomía en el ámbito regional, tal como está garantizado en la aprobada Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y también, en los Acuerdos de San Andrés de 1996. (5)
12.- La autonomía se opone a la cultura política hegemónica. La autonomía se construye a partir de una lógica distinta a la cultura política hegemónica a la cual se opone por definición. Nada tiene que ver con limpieza étnica, etnicismo o autarquía, mira autocríticamente hacia su propio entorno para erradica  la reproducción de prácticas políticas clientelares o corporativas. Procura construir y resignificar en su sentido profundo una  cultura democrática a saber: la tolerancia, el diálogo, la elección racional. Estas están siendo sus herramientas más preciadas para dirimir los conflictos provenientes de sus diversos orígenes étnicos, de sus identidades diversas y sus patrones morales y culturales diferentes.
13.- Las autonomías hacia la construcción de una civilización contra sistémica. Es importante discutir y nutrir estas experiencias latinoamericanas de autonomía, con las existentes en otros países y continentes, en otras culturas, pues la lucha por las autonomías lleva como horizonte  una civilización distinta a la que hoy predomina hasta en los lugares más recónditos del planeta. Me refiero a la civilización hegemónica del capital en la que la producción y reproducción de la vida humana está subordinada a la producción y reproducción de mercancías. En la que existen los recursos naturales, conocimiento científico, tecnologías para garantizar la alimentación a toda la humanidad, pero en la que prevalece una racionalidad instrumental para la cual el hambre, la explotación y el desastre ecológico se justifican en aras del enriquecimiento constante de un quinto de la población que detenta el 86% de la riqueza mundial.
14.- Autonomías, resistencia transformadora y proyectos imperiales. Pensar en la autonomía y su relación con los estados-nación latinoamericanos implica una responsabilidad teórica y política con una resistencia revolucionaria y transformadora frente al proyecto hemisférico que Estados Unidos y sus aliados que pretenden seguir imponiendo sobre el continente en lo que se perfila como nueva expresión de la mundialización del capital. América Latina está siendo afectada por proyectos, convenios o programas regionales de origen estadounidense como ASPAN, el Plan Colombia, la Iniciativa Mérida, el Comando América y diversos tratados de libre comercio. Todos estos proyectos en sus distintas modalidades económicas, políticas y militares forman parte de la nueva configuración mundial que ha traído consigo la globalización trasnacional y un obstáculo de enormes dimensiones para el desarrollo de los pueblos indígenas y las ciudadanías.
15.- Los pueblos indígenas ante la reestructuración regional del capital y la soberanía de los Estados nación. El llamado nuevo orden mundial que surge, entre otros factores, a partir de la crisis del “socialismo real” y de modelos económicos de corte keynesiano en los países capitalistas, no sólo redefinió las esferas de influencia e intervención entre los países del norte y del sur (antes llamados países desarrollados y en vías de desarrollo); sino entre los mismos países del norte. La Unión Europea y su antecedente, la Comunidad Económica Europea, así como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), surgieron como paradigmas de una nueva reestructuración regional del capital. Ello ha modificado, sin duda, por lo menos en América Latina, la redefinición de la esencia de los Estado-nación involucrados. Conceptos fundamentales de los estados-nación como soberanía e independencia han sido puestos en vilo por el actual modelo económico y los pueblos indígenas están contribuyendo a vislumbrar transformaciones y formas de defensa efectivas de las soberanías nacionales. Así, los alcances y el papel de las autonomías en los países latinoamericanos también se han visto afectados por esta reconfiguración mundial del capital y sus fronteras. De hecho, las coordenadas en que se debe dar la discusión actual de las autonomías pasan por analizar cómo el proyecto de dominación hemisférica de Estados Unidos –en su variante Obama-Clinton– pretende obstaculizar e incluso aniquilar la existencia de las mismas en tanto posibles expresiones de resistencia cultural, política, económica y administrativa.
16.- Reformas constitucionales y límites jurídicos para el desarrollo de las autonomías en México. Las reformas constitucionales en materia de derechos indígenas realizadas en abril del 2001, contienen impedimentos jurídicos:  a todo derecho reconocido o concedido se le coloca una nota precautoria que acota, limita e imposibilita la aplicación plena de las leyes y el ejercicio efectivo de esos derechos al referirlos injustificadamente a otros artículos de la propia Constitución o a leyes secundarias. Estas reformas remiten a leyes locales el reconocimiento de los pueblos indígenas y las características de la autonomía, lo cual no es favorable dada la correlación de fuerzas en esos ámbitos y la existencia todavía de poderosos cacicazgos en las etno-regiones. Asimismo, instituyen programas asistenciales y clientelares como parte de la Constitución, lo que expresa una contradicción con la esencia de las autonomías ya que condena nuevamente al indígena a un papel pasivo de la acción decisiva del Estado; niegan a las comunidades el estatus de entidades de derecho público y, por el contrario, las definen como de “interés público” o entes tutelados de la política estatal; desconocen los alcances de las autonomías en los ámbitos municipales y regionales en que los pueblos indígenas los hagan valer, establecidos en los Acuerdos de San Andrés y, con ello, la posibilidad de su reconstitución. Además, esta reforma presenta incongruencias en temas sociales y políticos que incluso constituyen un retroceso frente a otras leyes indígenas existentes en algunos estados de la República, como Oaxaca, en donde se logran definir con claridad los conceptos de pueblo, comunidad, territorio, libre determinación, autonomía. Específicamente, la reforma efectuada en el 2001 violentó los Acuerdos de San Andrés y se convirtió en una virtual contrarreforma al establecer lo siguiente: a).- sustituir las nociones de tierra y territorios por “lugares”, lo que en los hechos desterritorializa a los pueblos indígenas, les sustrae de su base material de reproducción como tales, y constituye incluso un retroceso con respecto a lo establecido al respecto en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo; b).- cambiar el concepto de “pueblos” por “comunidades” y con ello trastocar el sujeto de la ley reconocido en los Acuerdos de San Andrés y en el propio Convenio 169 de la OIT y limitar las competencias locales y regionales de estas entidades jurídico políticas; c).- introducir fuera del acuerdo entre las partes del conflicto las contrarreformas neoliberales al artículo 27 constitucional, a partir de las cuales se permite la venta de las tierras comunales y ejidales; d).- limitar la posibilidad de que los pueblos indígenas adquieran sus propios medios de comunicación. La nación mexicana es en su origen, desarrollo y composición multiétnica, plurilingüística y multicultural. Un nuevo Constituyente debe partir de esta realidad histórica refrendada por la voluntad de los pueblos indios y sus organizaciones de defender sus derechos colectivos con fundamento en el establecimiento de múltiples formas de autogobierno indígena que forman parte de sus autonomías, la administración de justicia derivada de sus sistemas normativos, la vigencia de sus formas de organización social, el reconocimiento de sus territorios y recursos como la base material reproductiva de sus culturas y el acceso pleno a todas las formas de representación popular y nacional.
17.- Autonomías, proyecto nacional y  derechos de los pueblos indígenas. Asimismo, en el caso de México, la lucha por las autonomías forma parte de un proyecto nacional que se ha venido gestando a lo largo de muchas décadas de exclusión, de miseria y discriminación contra los pueblos indígenas. Estas autonomías forman parte de un proyecto nacional, en el que los sujetos autonómicos han buscado integrarse, junto con otros sectores de la sociedad mexicana. Específicamente, el EZLN, se ha dirigido a estudiantes, campesinos, obreros, amas de casa, intelectuales, pequeños empresarios, asalariados, profesionistas de todas las razas, todas las religiones, todas las etnias para formar una nación distinta donde, como ellos dicen, “quepan todos los mundos”. No reivindican la autonomía para dar continuidad a la marginación  estructural de raíz colonial  y funcional también en la globalización neoliberal. La demanda de la  autonomía y la libre determinación son vías para alcanzar una mayor democracia, equidad de género, para combatir la discriminación, integrarse a un mercado equitativo en el que puedan vender libremente sus productos y en el cual los pueblos indígenas sean considerados ciudadanos y se les reconozca como sujetos políticos capaces de participar en los procesos nacionales. Las autonomías, en consecuencia, expresan un replanteamiento alternativo a las formas nacionales impuestas desde arriba por los grupos oligárquicos que se fundamentaron en el integracionismo – asimilacionismo, o en el diferencialismo – segregacionismo que constituyeron políticas igualmente provocadoras de etnocidios y negación de derechos ciudadanos y colectivos de pueblos y comunidades indígenas. Así, las autonomías son procesos de democratización, articulación nacional y convivencia política –desde abajo– entre agrupamientos heterogéneos en su composición étnico-lingüístico-cultural.
Conclusión
18.- Autonomías: algo más que autogobiernos. En América Latina, a partir de la imposición de las políticas de transnacionalización neoliberal y coincidiendo con un resurgimiento de las luchas de los pueblos indígenas por reafirmar sus seculares formas de autogobierno, las autonomías coadyuvan a la defensa, fortalecimiento, recuperación y resignificación de sus identidades étnicas, culturas, instituciones, saberes, sentido de pertenencia, patrimonios, tierras y territorios, todo ello basado en la profundización,  restablecimiento, recuperación o readaptación de formas de propiedad comunal;  predominio de las decisiones de asamblea;  cargos y tareas de gobierno como servicio; trabajo colectivo gratuito, solidaridad, ayuda mutua y comunalidad como base de la relación social; festividad también como cohesión sociocultural;  concepción del territorio como relación sustentable con la naturaleza y  reproducción material y cosmogónica de los pueblos.   Por ello, se ha insistido en que la autonomía: a).-constituye algo más que el autogobierno tradicional indígena; b).- se expresa más allá de una descentralización de competencias, recursos y jurisdicción de los Estados;  c).- trasciende los marcos de los procesos nacionalitarios hegemonizados por las clases dominantes; d).- no significa arreglos jurídico-administrativos que puedan ser establecido por decreto o a través de reconocimientos formales de orden constitucional; e).- se pone en práctica –en la mayoría de los casos– por la vía de los hechos,  o más allá de la institucionalidad establecida; f).- representa un fenómeno holístico en el que las dimensiones de economía, cultura, ideología y política tienden a integrarse y determinarse mutua y recíprocamente en lo que se denomina la integralidad del sujeto autonómico.
19.- Las autonomías no son una formula. Las formas de organización política de la democracia directa surgidas de los procesos autonómicos indígenas no pueden ser aplicadas como una fórmula que organice la sociedad nacional y el Estado en sus múltiples ámbitos y complejidades. Sin embargo, ha sido precisamente la ausencia de participación de la sociedad y de los trabajadores en particular en el ejercicio del poder y el control estatal lo que caracterizó y –en parte– dio al traste con la experiencia del socialismo real. Al destacar la participación de todo el pueblo en las Juntas de Buen Gobierno, por ejemplo, no se pretende que estas formas de autogobierno se generalicen o se idealicen, obviado sus limitaciones y obstáculos impuestos por la contrainsurgencia y el avance expropiatorio neoliberal. No obstante, su existencia en los espacios zapatistas es una realidad que debiera motivar su análisis para concebir formas de organización y participación ciudadanas y populares que sustituyan a las maquinarias burocráticas que ignoran los mandatos de las mayorías. En este sentido, ¿¡qué de perjudicial puede tener para la lucha por la construcción del socialismo defender la auto organización y resaltar los valores solidarios y comunitarios!? Particularmente, en el caso de los mayas zapatistas, no se hace una apología de su experiencia ni se pone como un “modelo a seguir” para la edificación de la sociedad presente y futura. Las autonomías indígenas no ignoran al Estado ni al poder que ejerce a partir del monopolio de la violencia legalizada por un marco jurídico y “legitimada” por una hegemonía de clase. Bajo esta premisa, se considera a las autonomías como formas de resistencia y de conformación de un sujeto autonómico que se constituye en un interlocutor frente al Estado y frente al cual impone una negociación, pero paralelamente, si ésta fracasa, se va construyendo la autonomía de facto. Por ello, las autonomías no se otorgan, se conquistan a través de cruentos levantamientos y extensas movilizaciones. Los autogobiernos no son considerados “islotes libertarios dentro del universo capitalista”. En “Leer un video”, los zapatistas señalan claramente: “el nuestro no es un territorio liberado, ni una comuna utópica. Tampoco el laboratorio experimental de un despropósito o el paraíso de la izquierda huérfana”. Los indígenas no difunden una imagen idílica de sus movimientos “suponiendo que estos agrupamientos avanzan saltando todos los obstáculos”, critica que no parece fundarse en la investigación empírica y en un conocimiento profundo de la autonomía indígena.
20.- Procesos contradictorios y en constante ataque. Estos procesos no son lineales ni armoniosos y, por lo tanto, se expresan en sus contradicciones, desequilibrios, avances y retrocesos de muy diversas formas, extensiones y profundidades, provocando cambios en la naturaleza misma de las etnias. Se trata de una reconstitución de pueblos e implica necesariamente la construcción de un sujeto autonómico que modifica relaciones entre géneros, grupos de edad e instituciones colectivas, las cuales sufren asimismo los impactos de la migración, la explotación laboral, el narcotráfico, los racismos y el grave deterioro en las condiciones de vida de las clases trabajadoras de nuestros países. Por su naturaleza anti sistémica y por la presencia indígena en territorios codiciados por el capital y las características de su actual mundialización, estos procesos de autonomía se enfrentan indirecta o directamente al Estado, sus instituciones y fuerzas represivas, sus estrategias contrainsurgentes; a las estructuras políticas, ideológicas, militares y de inteligencia del imperialismo; a sus corporaciones económicas que buscan abrir los territorios, ocuparlos, apropiarse de sus recursos culturales, naturales y estratégicos; a denominaciones religiosas, partidos y mecanismos políticos encaminados a penetrar, mediatizar y destruir los autogobiernos y formas colectivas de decisión y organización. De ahí, su precariedad y su constante batallar por sobrevivir y desarrollarse, por extender sus niveles de articulación intracomunitaria, municipal, regional y nacional, así como ampliar los ámbitos de resistencia, solidaridad y coordinación internacionales.
21.- El significado de la autonomía en otros sectores de la sociedad. A partir de las experiencias autonómicas de los pueblos indios, Pablo González Casanova, en un importante texto titulado “Con los pobres de la tierra” presentado con motivo del aniversario 25 de La Jornada (16 de septiembre de 2009), ha reiterado la extensión del concepto de autonomía a otros sectores explotados y desposeídos de la sociedad como una forma de respuesta a la ocupación capitalista de nuestros países. De igual manera, el grupo Paz con Democracia en su “Llamamiento a la Nación” destacó: “Es necesaria e impostergable la organización de comunidades autónomas en todo el país; comunidades cuyos miembros se auto-identifiquen y se auto-gobiernen democráticamente para la producción-intercambio-defensa de su alimentación, sus artículos de primera necesidad, su educación y concientización, con niños, mujeres, ancianos y hombres para la defensa de la vida, del patrimonio público, de los pueblos y de la nación, para la preservación del medio ambiente y el fortalecimiento de los espacios laicos y de los espacios de diálogo, que unen en medio de diferencias ideológicas y de valores compartidos.” (La Jornada, noviembre del 2007). En algunos países latinoamericanos, las autonomías se han convertido en una vía estratégica para que los sujetos étnicos hagan valer su identidad, reclamen sus diferencias y construyan  modos de vida alternativos. La autonomía es una estrategia de resistencia y en este sentido es también una estrategia de lucha nacional  y social. Si avanzamos en la discusión de su significado, de sus distintas naturalezas, de su utilidad política estaremos contribuyendo a generar las condiciones de la transformación crítica de la realidad. Los principios igualitarios, participativos, autogestionarios y colectivistas de las autonomías indígenas se transforman en uno de los pocos planteamientos estratégicos actuales para enfrentar con éxito al capitalismo, preservar la especie humana de su autodestrucción y democratizar nuestras sociedades.
Notas:
* Ponencia originalmente presentada para el Ciclo de Conferencias EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y LAS CIENCIAS SOCIALES. Celebrando 80 años del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM 1930-2010, (del 4 al 14  de mayo de 2010).
** Doctor en Antropología, Profesor Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia- Centro Regional Morelos.
1- Me refiero al Proyecto con el acrónimo de Latautonomy que se desarrolló entre 2001 a 2005 bajo la coordinación del instituto Ludwig Boltzmann  para América Latina, de Viena, Austria,  con la hipótesis central sintetizada en: “Autonomías multiculturales en América Latina: una condición necesaria para el desarrollo sustentable”. Este proyecto fue financiado y auspiciado por la Dirección General de Ciencias y Tecnología de la Unión Europea y llevado a cabo en ocho países: México, Nicaragua, Panamá, Bolivia, Ecuador, Brasil, España y Rusia. Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. AUTONOMIAS INDIGENAS EN AMERICA LATINA: NUEVAS FORMAS DE CONVIVENCIA POLÍTICA. México: UAM-Plaza y Valdés, 2005. Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. EL UNIVERSO AUTONOMICO: PROPUESTA PARA UNA NUEVA DEMOCRACIA. México: UAM- Plaza y Valdés, 2008.
2- Al respecto la hipótesis de Latautonomy afirma: “Hipótesis de Territorialidad: Cuando mayor es el control de un sistema o sujeto autonómico sobre un determinado territorio, menor es el peligro de una destrucción masiva de los recursos naturales y, por lo tanto, más grande la sostenibilidad del sistema. Los factores más importantes que conducen a la apropiación del territorio por el sujeto autonómico son: a).- Conocimientos específicos sobre la utilización de los recursos naturales (“conocimiento local“); b).- La cohesión social sobre la base de un bien común culturalmente definido (“capital local“) y c),.  La autonomía política en los procesos de decisión. Relación Investigada: Territorialidad –Autonomía. Fórmula Breve: Territorialidad = autonomía política + Cultura”. Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. EL UNIVERSO AUTONOMICO: PROPUESTA PARA UNA NUEVA DEMOCRACIA. Ob. Cit.
3- Latautonomy desarrolla así su hipótesis: “Hipótesis de la Interculturalidad: Cuanto mayor es el grado de multi o interculturalidad, mayor es la posibilidad del sujeto autonómico de consolidarse como fuerza pluriétnica y de conseguir la autonomía político-jurídica por la vía de la negociación con el Estado nacional. El diálogo  intercultural es a la vez condición y consecuencia para un diálogo político, que debería llevar finalmente al reconocimiento jurídico de la autonomía por parte del Estado nacional. Relación Investigada: Interculturalidad –Política. Fórmula Breve: Interculturalidad = + Reconocimiento Jurídico.” Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. EL UNIVERSO AUTONOMICO: PROPUESTA PARA UNA NUEVA DEMOCRACIA. Ob. cit.
4- Ver capitulo al respecto: “Antropología y los pueblos indígenas de México” en Gilberto López y Rivas. AUTONOMIAS: DEMOCRACIA O CONTRAINSURGENCIA. México: Editorial ERA, 2005. Pp. 13-28
5- Latautonomy sostiene al respecto: “Hipótesis de la red.- La sostenibilidad de un sistema autonómico depende de su capacidad de vincular el nivel de las comunidades locales con una estructura regional de manera horizontal e interactiva.  A través de un proceso de integración desde abajo, se deben crear estructuras políticas económicas participativas que se articulan tanto en el interior de las autonomías multiculturales como hacia fuera, generando un proyecto de sociedad alternativa. Esta hipótesis se pronuncia en contra de cualquier localismo etnocentrista y en contra de las representaciones jerárquicas que impiden el desarrollo de mecanismos participativos en la toma de decisiones políticas. Relación Investigada: Política – Cultura (Democracia Participativa). Fórmula Breve: Red de Comunidades Locales = Estructura Regional.” Leo Gabriel y Gilberto López y Rivas. EL UNIVERSO AUTONOMICO: PROPUESTA PARA UNA NUEVA DEMOCRACIA. Ob. cit..


Bolivia: “Bolivia vive el yin yan colectivo”


Con Evo Morales “Bolivia vive el yin yan colectivo” afirma un antropólogo jesuita.
BOLIVIA… VILTIPOCO10000: JULIO 06 DE 2010
“Debemos meter bien los pies en nuestra realidad, arraigarnos bien, ser como los árboles, cuando más metidas tienen las raíces para adentro, más  pueden expandirse para otras partes. No tenemos que ser como las plantas parásitas, que pueden vivir metidas dentro de otro árbol.  Una vez hecho esto, desde ahí nos ‘compartimos’ con todos, nos vemos con todos entre nosotros, pero no con una visión de que uno es el bueno y el otro es el malo, o viceversa”.
Opina Xavier Albó, jesuita, antropólogo social, en una entrevista sobre el desarrollo sociopolítico de Bolivia publicada por El Arca Digital. .
Al referirse a la interculturalidad boliviana Xavier Albó  la compara con el yin yan, “un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental” por lo  “que somos distintos, mantenemos nuestras diferencias pero somos capaces de entreverarnos y entendernos, y sobre todo enriquecernos mutuamente. Adquirimos de un lado y del otro, pero sin perder nuestras identidades y sobre todo sin imposiciones.
Así el ser diferente logra ser constructivo donde “Hay que ser muy respetuoso porque la naturaleza nunca hace todo blanco o todo negro, sino es una combinación. Entonces toda persona, con sus percepciones y modos de ser, es parte de una unidad grande. Todos tenemos una serie de cosas que podemos y debemos compartir e intercambiar, además de enriquecernos. Ésta es la verdadera interculturalidad”
En esa perspectiva Albó rechaza la expresión “mestizaje”  -“La palabra mestizo nunca me ha gustado” – porque  “mestizaje” es el decir que “una raza que tiene un poco de una y de la otra” comparación que no le gusta  mucho· pero si valora y acepta que “todos tenemos de todos”, donde  “es evidente” el enriquecimiento mutuo “pero cada uno con los pies bien puestos, cada uno sabiendo que se puede enriquecer con todos los demás”.
Sobre el concepto de Estado, Albó trae a colación  la conocida posición de los movimientos indígenas de que son “naciones” –no Estados- y que es reconocido  por las Naciones Unidas en su Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, “cuyo artículo noveno dice: Los pueblos y las personas indígenas tienen derecho a pertenecer a una comunidad o nación indígena, de conformidad con las tradiciones y costumbres de la comunidad o nación de que se trate”
Desde ese concepto surge el resultado de “un Estado Plurinacional” que puede convertirse en Federal pero “el Estado Unitario Plurinacional, que es fruto de tener los ‘pies bien puestos’, es en el que convivimos, todos en esta convivencia nos enriquecemos entre unos y otros” sostiene Albó.
A la pregunta de cómo se entiende “la descolonización”  el jesuita antropólogo social apunta que en una conquista, en este caso la  española, “uno poderoso desde arriba que quería imponer todo al de abajo” el  mestizaje “se convirtió en dejar de ser lo que uno es para ser el otro”   y de “esta forma quedaba colonizado”.
Dado ese hecho “descolonizar quiere decir “abrirnos”, sí, pero no ‘colonizadamente’, no dependiendo del que está arriba, no arrimándose al otro; lo nuestro vale y mucho. Lo que hay que evitar es que se produzca un fundamentalismo al estilo de los talibanes, es decir que todo lo demás no vale nada y sólo lo nuestro” 
Para el entrevistado hay que tener en cuenta que la descolonización “es un juego permanente de tener confianza en uno mismo y dejar los complejos, el de respetar y querer lo propio al tener que abrirse al otro y compartir”
Con respecto al ritual de posesión del presidente Evo Morales, el pasado 21 de enero en el centro arqueológico de Tiwanaku, el antropólogo Xavier Albó dijo que es la autoafirmación intercultural “porque se ha buscado las raíces en el sitio más pétreo, donde se puede ver lo que fue la antigua civilización”.
Para Albó, incluso Tiwanaku era intercultural; sus pueblos tenían un elemento muy fuerte aymara, pero también un elemento pukina. Se conoce que los waru warus o sukakollus con tecnología agrícola eran más pukina. Los aymaras eran más pastoriles, y por el sector del lago Titicaca estaba la cultura Uru.
Agrega que al realizar el acto ritual de posesión de Morales en el sitio ceremonial de Tiwanaku, “estamos diciendo que tenemos raíces muy profundas, pero reconocemos que tuvimos una civilización antes que todo lo europeo” y que  al invitar  a otros pueblos indígenas de otras partes del mundo  “es un evento intercultural, pero a partir de nuestras raíces” + (PE/Arca Digital)
Nota. Xavier Albó es antropólogo jesuita. Nació en España en 1934, emigró en 1952 a Bolivia y es ciudadano de este país. Licenciado en teología (Chicago), doctorado en antropología y lingüística (Cornell) y en filosofía (Quito). En 1971 fundó el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), donde desde 1978 se dedica principalmente a la investigación activa de la realidad cultural, social y lingüística de Bolivia. Sus obras más importantes incluyen: “Movimientos y poder indígena en Bolivia, Ecuador y Perú” (2008); “Por una Bolivia plurinacional con autonomías”. (Coaut. con F. Barrios, 2007); “La gama étnica y lingüística de la población boliviana” (Coaut. Ramiro Molina, 2006); “Pueblos indios en la política” (3ª reimpresión 2002); “Iguales aunque diferentes” (4ª ed. 2002); “Chukiyawu: la cara aymara de La Paz”, 4 vol (Coaut. con T. Greaves y G. Sandoval); “Khitïpxtansa: ¿quienes somos?” (1979); “Raíces de América: El mundo aymara” (1988); “La cara india y campesina de nuestra historia” (Coaut, con J. Barnadas. 4 ed., 1990); “Ojotas en el poder” (1999); “Literatura aymara” (Coaut. con F. Laime, 1992).
PreNot 8963
100705

Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
54  291 4526309. Belgrano 367.
Cel. 2914191623
Bahía Blanca. Argentina.
www.ecupres.com.ar
asicardi@ecupres.com.ar