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Opinión: Política del lenguaje



Opinión: Política del lenguaje

OPINIÓN… ARGOS: JUNIO 06 DE 2012


Traducido para Rebelión por Ricardo García.

El capitalismo y sus defensores mantienen el domino a través de los «recursos materiales» de cuyo control disponen, en especial el aparato del Estado y sus empresas productivas, económicas y comerciales, así como mediante la manipulación de la conciencia popular a través de ideólogos, periodistas, profesores universitarios y publicistas, que fabrican los argumentos y el lenguaje donde enmarcar los asuntos diarios.

Hoy día, las condiciones materiales de la inmensa mayoría de la población trabajadora se han deteriorado enormemente cuando la clase capitalista ha depositado la totalidad de la carga de la crisis y la recuperación de sus beneficios sobre las espaldas de las clases asalariadas. Uno de los aspectos llamativos de esta regresión en curso y sostenida de los niveles de vida es la ausencia de un levantamiento social importante hasta la fecha. Grecia y España, con una tasa de desempleo superior al 50 por ciento entre la población de 16 a 24 años y de casi el 25 por ciento en general han vivido una docena de huelgas generales y numerosas protestas de ámbito nacional en las que han participado millones de personas; pero no han conseguido producir ningún cambio real de gobierno, ni de política.

Los despidos masivos y los dolorosos recortes salariales, de pensiones y servicios sociales prosiguen. En otros países, como Italia, Francia e Inglaterra, las protestas y el descontento encuentran expresión en el espacio electoral, donde se ha expulsado de sus cargos a quienes los ocupaban, que han sido sustituidos por la oposición tradicional. Pero a lo largo de toda la agitación social y profunda erosión socioeconómica de las condiciones de vida y de trabajo, la ideología dominante que da forma a los movimientos, los sindicatos y la oposición política es reformista : emite llamamientos para defender las prestaciones sociales existentes , incrementar el gasto público y las inversiones y ensanchar el papel del Estado allá donde la actividad del sector privado no ha conseguido invertir o crear empleo. En otras palabras: la izquierda proponer preservar aquel pasado en el que el capitalismo sintonizaba con el estado de bienestar.

El problema es que este «capitalismo del pasado» ha desaparecido y ha emergido un nuevo capitalismo más virulento e intransigente creando un nuevo marco mundial y un aparato del Estado poderoso y afianzado inmune a todo llamamiento a la «reforma» y reorientación. La confusión, frustración y desorientación de la oposición popular masiva se debe, en parte , a la adopción por parte de autores, periodistas y profesores universitarios de izquierda de los conceptos y el lenguaje propugnado por sus adversarios capitalistas: un lenguaje concebido para hacer ininteligibles las auténticas relaciones sociales de explotación brutal, el papel central que desempeñan las clases dominantes en la inversión de las conquistas sociales y los vínculos profundos entre la clase capitalista y el Estado. Los publicistas, universitarios y periodistas capitalistas han desarrollado toda una letanía de conceptos y términos que perpetúan el gobierno capitalista y distraen a los críticos y a las víctimas de quiénes son los responsables de este marcado deslizamiento hacia el empobrecimiento generalizado.

Incluso cuando formulan sus objeciones y denuncias, los críticos del capitalismo utilizan el lenguaje y los conceptos de sus defensores . En la medida en que el lenguaje del capitalismo ha ingresado en el lenguaje general de la izquierda, la clase capitalista ha consolidado una hegemonía o dominio sobre sus adversarios más antiguos. Peor aún: la izquierda, al combinar algunos de los conceptos básicos del capitalismo con críticas aceradas, crea ilusiones sobre la posibilidad de reformar «el mercado» para que sirva a fines populares.

Esto no consigue identificar a las principales fuerzas sociales que deben ser expulsadas de las alturas del control de la economía, ni el imperativo de desmantelar un Estado clasista. Mientras que la izquierda denuncia la crisis capitalista y los rescates de la banca por parte del Estado, su propia pobreza de pensamiento socava el desarrollo de acciones políticas masivas. En este contexto, el «lenguaje» de la confusión se convierte en una «fuerza material»: un vehículo del poder capitalista cuyo uso principal es desorientar y desarmar a sus adversarios anticapitalistas y obreros. Lo hace asimilando a sus críticos intelectuales mediante el uso de términos, los marcos conceptuales y el lenguaje que presiden el análisis de la crisis capitalista.

Los eufemismos fundamentales que prestan servicio de la ofensiva capitalista

Los eufemismos tienen un doble significado: lo que connotan los términos y lo que realmente significan. Las concepciones eufemísticas bajo el capitalismo connotan una realidad favorable o una conducta y actividad aceptables que están absolutamente disociadas del engrandecimiento de la riqueza de la élite y la concentración de poder y privilegio. Los eufemismos disfrazan el empuje de las élites de poder para imponer medidas de clase y reprimir sin que se les identifique adecuadamente , ni se les haga responsables , ni sean blanco de la oposición de la acción popular masiva.

El eufemismo más habitual es el término «mercado», al que se atribuyen rasgos y potencialidades humanas. Como tal, se nos dice que «el mercado requiere recortes salariales», disociándolo así de la clase capitalista. Los mercados, el intercambio de bienes o la compra y venta de artículos llevan existiendo desde hace miles de años en diferentes sistemas sociales de contextos enormemente diferenciados. Han sido globales, nacionales, regionales y locales. Involucran a distintos agentes socioeconómicos y comprenden unidades económicas muy diferentes, que abarcan desde iniciativas comerciales de ámbito estatal gigantescas hasta plazas de pueblos y aldeas campesinas en régimen de semi-subsistencia. Los «mercados» han existido en todas las sociedades complejas: esclavistas, feudales, mercantiles, de principios del capitalismo y del capitalismo tardío competitivo, monopolista industrial y financiero.

Cuando se estudian y analizan los «mercados» y con el fin de dar sentido a las transacciones (a quién benefician y a quién perjudican), se debe identificar con claridad las clases sociales principales que dominan las transacciones económicas. Escribir en general sobre «los mercados» es engañoso porque los mercados no tienen existencia independiente de las relaciones sociales que definen qué se produce y qué se vende, cómo se produce y qué constelaciones de clases sociales conforman la conducta de los productores, los vendedores y la mano de obra. La realidad del mercado actual se define por los bancos y las corporaciones multinacionales mastodónticas, que dominan los mercados de trabajo y de bienes. Escribir acerca de «los mercados» como si se desenvolvieran en una esfera situada al margen y más allá de las atroces desigualdades de clase es ocultar la esencia de las relaciones de clase contemporáneas.

Para comprender mínimamente la situación, es fundamental tener en cuenta, pero se deja al margen de los análisis actuales, el poder incontestado de los capitalistas propietarios de los medios de producción y distribución, la propiedad capitalista de la publicidad, los banqueros capitalistas que conceden o deniegan créditos y las autoridades del Estado (designadas por capitalistas) que «regulan» o desregulan las relaciones comerciales. Los resultados de sus políticas se atribuyen a las demandas de ese «mercado» eufemístico que parecen estar divorciadas de una realidad brutal. Por tanto, como dan a entender los propagandistas, ir contra «el mercado» es oponerse al intercambio de bienes:algo a todas luces absurdo. En cambio, identificar las demandas que el capitalismo impone a la mano de obra, incluyendo los recortes en salarios, bienestar y seguridad, es enfrentarse a una forma de conducta mercantil explotadora concreta según la cual los capitalistas pretenden obtener mayores beneficios en perjuicio de los intereses y el bienestar de la mayoría de trabajadores asalariados.

Al refundir las relaciones mercantiles de explotación capitalistas con los mercados en general, los ideólogos obtienen varios resultados: disfrazan el papel fundamental de los capitalistas al tiempo que evocan una institución con connotaciones positivas, es decir, un «mercado» en el que las personas adquieren bienes de consumo y se «socializan» con amigos y conocidos. En otras palabras, cuando «el mercado», al que se retrata como un amigo y benefactor de la sociedad, impone medidas dolorosas lo hace supuestamente por el bienestar de la comunidad. Al menos, eso es lo que los propagandistas empresariales quieren que la opinión pública crea cuando comercializa su imagen virtuosa del «mercado»; enmascaran la conducta predadora del capital privado de perseguir mayores beneficios.

Uno de los eufemismos más habituales lanzados en plena crisis económica es la «austeridad», un término empleado para encubrir la cruda realidad de los recortes draconianos de salario, pensiones y bienestar social, así como el acusado incremento de los impuestos regresivos (IVA). Medidas de «austeridad» significa políticas para proteger e incluso incrementar los subsidios del Estado a las empresas y generar mayores beneficios para el capital y mayores desigualdades entre el 10 por ciento más rico y el 90 por ciento más pobre. La «austeridad» lleva implícita disciplina, simplicidad, ahorro, responsabilidad, límites con los artículos de lujo y el gasto, evitación de gratificación inmediata en aras de la seguridad del futuro... una especie de calvinismo colectivo. Connota un sacrificio compartido hoy día por el futuro bienestar de todos.

Sin embargo, en la práctica, la «austeridad» describe políticas diseñadas por la élite financiera para instaurar reducciones de los niveles de vida y los servicios sociales específicos de clase (como la salud y la educación) disponibles para trabajadores y asalariados. Significa que se pueden desviar fondos públicos en una medida aún mayor para pagar las elevadas tasas de interés a los ya acaudalados titulares de bonos de deuda, al tiempo que se somete a la política pública a los dictados de los amos del capital financiero.

En lugar de hablar de «austeridad», con sus connotaciones de disciplina severa, los críticos de izquierda deberían describir con claridad las políticas de la clase dominante contra las clases trabajadoras y asalariadas, que incrementan las desigualdades y concentran aún más riqueza y poder en la cúspide de la pirámide social. Las políticas de «austeridad» son, por consiguiente, una expresión de cómo las clases dominantes utilizan el Estado para depositar la carga del coste de sus crisis económica sobre el trabajo.

Los ideólogos de las clases dominantes asimilaron conceptos y términos que la izquierda utilizaba originalmente para promover mejoras en el nivel de vida y los convirtieron en sus guías. Dos de esos eufemismos, tomados de la izquierda, son «reforma» y «ajuste estructural». «Reforma», durante muchos siglos, se refería a cambios que reducían las desigualdades e incrementaban la representación popular. «Reformas» eran cambios positivos que aumentaban el bienestar público y limitaban los abusos de poder de los gobiernos oligárquicos y plutocráticos. Sin embargo, durante las tres últimas décadas los principales economistas académicos, periodistas y autoridades bancarias internacionales han subvertido el significado de «reforma» para convertirlo en su contrario: ahora alude a la supresión de los derechos laborales, el fin de la regulación pública del capital y el recorte de subsidios públicos que facilitan el acceso de los pobres a la comida y el combustible.

En el vocabulario capitalista actual, «reforma» significa inversión de cambios progresistas y restauración de los privilegios de los monopolios privados. «Reforma» significa fin de la seguridad laboral y promoción del despidos masivo de trabajadores mediante la reducción o eliminación de las indemnizaciones por despido. «Reforma» ya no significa cambios sociales positivos; ahora significa inversión de aquellos cambios que tanto esfuerzo costaron y restauración del poder sin límites del capital. Significa retorno a la fase anterior y más brutal del capital, anterior a la existencia de organizaciones sindicales, cuando la lucha de clases fue eliminada. De ahí que «reforma» signifique ahora restauración de privilegios, poder y beneficios para los ricos.

De manera similar, las cortesanas lingüísticas de la profesión económica han cooptado el término «estructural», como cuando se emplea en «ajuste estructural», para ponerlo al servicio del poder desbocado del capital. Nada menos que a finales de la década de 1970, cambio «estructural» aludía a la redistribución de tierras de los grandes terratenientes para los sin tierra; cambio de poder de los plutócratas a las clases populares. «Estructuras» se refería a la organización de poder privado concentrado en el Estado y la economía.

Hoy día, sin embargo, «estructura» se refiere a las instituciones y políticas públicas que nacieron de las luchas sindicales y ciudadanas para garantizar la seguridad social, para proteger el bienestar, la salud y la jubilación de los trabajadores. «Cambios estructurales» es hoy día el eufemismo para aplastar esas instituciones públicas, poner fin a las restricciones sobre la conducta depredadora del capital y destruir la capacidad de la mano de obra para negociar, luchar, o preservar sus conquistas sociales.

El término «ajuste», como en «ajuste estructural», es en sí mismo un eufemismo anodino que lleva implícito la sintonización , la modulación cuidadosa de las instituciones y políticas públicas para que recuperen la salud y el equilibrio. Pero, en realidad, «ajuste estructural» representa un ataque frontal contra el sector público y un desmantelamiento generalizado de la legislación protectora y los organismos públicos organizados para proteger la mano de obra, el medio ambiente y los consumidores. «Ajuste estructural» enmascara un ataque sistemático contra los niveles de vida del pueblo en beneficio de las clases capitalistas.

La clase capitalista ha cultivado toda una cosecha de economistas y periodistas que hacen proselitismo con un lenguaje desvaído, evasivo y engañoso con el fin de neutralizar la oposición popular. Por desgracia, muchos de sus críticos «de izquierda» suelen recurrir a la misma terminología.

Dado que la corrupción generalizada del lenguaje es tan preponderante en los debates actuales sobre la crisis del capitalismo, la izquierda debería dejar de recurrir a este conjunto de eufemismos engañosos asimilados por la clase dominante. Resulta frustrante ver la facilidad con la que los siguientes términos entran en nuestro discurso:

Disciplina de mercado.- El eufemismo «disciplina» connota un carácter fuerte, serio y deliberado ante los obstáculos, en contraposición a la conducta evasiva e irresponsable. En realidad, cuando se empareja con «mercado» se refiere a que los capitalistas se aprovechan de los trabajadores desempleados y utilizan su influencia y poder políticos para despedir masivamente a los trabajadores e intimidar a quienes conservan un empleo para ser más explotados y recibir más carga de trabajo, con lo que producen más beneficios por menos sueldo. También encubre la capacidad de los amos capitalistas de elevar la tasa de beneficio reduciendo los costes sociales de producción, como la protección laboral y medioambiental, las prestaciones sociales y las pensiones.

«Shock de mercado».- Se refiere a que los capitalistas se dedican a realizar despidos masivos y bruscos, recortes salariales y reducción de planes de salud y pensiones con el fin de mejorar las cotizaciones bursátiles, aumentar los beneficios y garantizar mayores incentivos para los directivos. Al vincular el término neutro y anodino «mercado» con «shock», los apologistas del capital disfrazan la identidad de los responsables de las medidas, de sus brutales consecuencias y los inmensos beneficios de que goza la élite.

«Demandas del mercado».- Esta expresión eufemística está pensada para antropomorfizar una categoría económica, para difuminar las críticas de quienes detentan el poder y son de carne y hueso, sus intereses de clase y sus garra despótica sobre la mano de obra. En lugar de «demandas del mercado», la expresión debería decir: «la clase capitalista ordena a los trabajadores que sacrifiquen sus salarios y su salud para garantizar más beneficios a las corporaciones multinacionales», un concepto claro que tiene más probabilidades de despertar la ira de quienes se ven afectados negativamente.

«Libre empresa».- Eufemismo ensamblado a partir de dos conceptos reales: la empresa privada que busca el lucro y la libre competencia . Al suprimir la imagen subyacente del beneficio privado de la minoría en perjuicio de los intereses de la mayoría, los apologistas del capital han inventado un concepto que subraya las virtudes individuales de la «empresa» y la «libertad», en contraposición a los vicios económicos auténticos de la codicia y la explotación.

«Libre mercado».- Eufemismo que presupone la competitividad libre, justa e igualitaria en mercados no regulados, restando importancia a la realidad del dominio del mercado por parte de monopolios y oligopolios dependientes de los rescates estatales masivos en tiempos de crisis capitalista.

«Libre» alude específicamente a la ausencia de normativas públicas e intervención del Estado que defiendan la seguridad laboral, así como la protección de los consumidores y el medio ambiente. En otras palabras, «libertad» enmascara la desvergonzada destrucción del orden ciudadano por parte de los capitalistas privados a través del ejercicio desbocado del poder político y económico. «Libre mercado» es el eufemismo para aludir al gobierno absoluto de los capitalistas sobre los derechos y los medios de vida de millones de ciudadanos; en esencia, la auténtica negación de la libertad.

«Recuperación económica».- Esta expresión eufemística significa recuperación de los beneficios por parte de las principales corporaciones. Disfraza la ausencia total de recuperación de los niveles de vida de las clases media y trabajadora, la inversión de los beneficios sociales y las pérdidas económicas de los titulares de hipotecas, los deudores, los desempleados de larga duración y los propietarios de pequeñas empresas en quiebra. Lo que se pasa por alto con la expresión «recuperación económica» es que el empobrecimiento masivo acabó convirtiéndose en un requisito esencial para la recuperación de los beneficios empresariales.

«Privatización».- Este concepto describe la transferencia de empresas públicas (por lo general, las que arrojan beneficios) a grandes capitalistas bien relacionados a precios muy inferiores al de su valor real, lo que conduce a la pérdida de servicios públicos, de empleo público estable y al aumento de los costes para los consumidores cuando los nuevos propietarios privados elevan los precios y despiden a trabajadores... todo en nombre de otro eufemismo, la «eficiencia».

«Eficiencia».- Aquí la eficiencia no se refiere más que a las cuentas de resultados de una empresa; no refleja los elevados costes de la «privatización» soportados por los sectores correspondientes de la economía. Por ejemplo, la «privatización» del transporte añade costes a las empresas volviéndolas menos competitivas en relación con sus competidores de otros países; la «privatización» elimina servicios en regiones menos lucrativas, lo que desemboca en el colapso económico local y el aislamiento con respecto a mercados nacionales.

A menudo, las autoridades, que sintonizan con los capitalistas privados, retirarán deliberadamente inversiones de empresas públicas y nombrarán a compinches políticos incompetentes en el marco de una política de paternalismo con el fin de degradar servicios y fomentar el descontento público. Esto genera una opinión pública favorable a la «privatización» de la empresa. Dicho de otro modo: la «privatización» no es una consecuencia de las ineficiencias intrínsecas de las empresas públicas, como les gusta argumentar a los ideólogos del capitalismo, sino un acto político deliberado concebido para reforzar los beneficios del capital privado a costa del bienestar público.

Conclusión

El lenguaje, los conceptos y los eufemismos son armas importantes de la lucha de clases «desde arriba», concebidos por periodistas y economistas capitalistas para maximizar la riqueza y el poder del capital. En la medida en que los críticos progresistas e izquierdistas adoptan estos eufemismos y su marco de referencia, sus críticas y las alternativas que proponen se ven limitadas por la retórica del capital. Poner «comillas» entre los eufemismos puede ser una señal de desaprobación, pero no sirve para promover un marco analítico distinto, necesario para el éxito de la lucha de clases «desde abajo».

Y lo que es igual de importante, elude la necesidad de una ruptura fundamental con el sistema capitalista, incluido su lenguaje corrupto y sus conceptos engañosos. Los capitalistas han derribado las conquistas más esenciales de la clase trabajadora y nosotros no podemos contraatacar el dominio absoluto del capital. Esto debe volver a plantear la cuestión de la transformación socialista del Estado, la economía y la estructura de clases. Una parte intrínseca de este proceso debe ser el rechazo absoluto de los eufemismos utilizados por los ideólogos capitalistas y su sustitución sistemática por expresiones y conceptos que reflejen fielmente la cruda realidad, que identifiquen claramente a los responsables de esta decadencia y que definan a los agentes políticos de la transformación social.


Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Ayllu Uquía – Pueblo Omaguaca
Director de ‘Cer-Omaguaca’, ‘Obnu’ y ‘ArgosIs-Internacional’
MIEMBRO DE ‘VILTIPOCO10000’, ‘GAPO’ Y 'FELAP'

Humahuaca: Pruebas de un robo maquiavélico. Masificar...




Nota de Viltipoco10000:

Creo que con sólo leer estas dos simples hojas está todo dicho… 

Es deber, creo, de todo Ciudadano Humahuaqueño u Indio (Indígena) Omaguaca masificar esta información para que nuestro Pueblo no se olvide que estos sinvergüenzas no les importa más que sus bolsillos, pronto subiré sus fotos para que sean identificados fácilmente por toda la sociedad jujeña y de Argentina.

Sin embargo, los ciudadanos “cómplices” lacayos del medinismo, no sienten vergüenza en criticar a quienes están en la nueva gestión que no lleva más que medio año, deberían hacer un ‘mea culpa’ de tener su boca cerrada durante todo el tiempo que estos ladrones del pueblo han estado en el poder político. Así también, muchos políticos y funcionarios de la gobierno de jujuy, tienen algo de culpa por favorecer a este tipo de facinerosos...

Asimismo, es sorprendente ver que entre "compañeros" de una misma bandera política se dejen los municipios hecho trizas ¿Dónde están los valores de quiénes ostentan en marchas, cuadros e imágenes? ¿Qué queda para las generaciones presentes y futuras realizar, con el ejemplo de este tipo de maquiavélicos y corruptos  ciudadanos? 





Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Ayllu Uquía – Pueblo Omaguaca
Director de ‘Cer-Omaguaca’, ‘Obnu’ y ‘ArgosIs-Internacional’
MIEMBRO DE ‘VILTIPOCO10000’, ‘GAPO’ Y 'FELAP'




Medios: "BBC News" utiliza una imagen tomada en Irak en 2003 para ilustrar una "matanza en Siria"



La foto, la cual realmente fue tomada el 27 de marzo del 2003, muestra a un niño irakí saltando sobre docenas de bolsas blancas que contenían esqueletos encontrados en un desierto al sur de Bagdad

Medios: "BBC News" utiliza una imagen tomada en Irak en 2003 para ilustrar una “matanza en Siria”

MEDIOS… VILTIPOCO10000: JUNIO 05 DE 2012…


The Scarlet Revolutionary


Se hizo en todos los conflictos bélicos de la historia más reciente. En Rumanía, en Irak, en Kuwait, en Irán, en Libia o en Surcorea. Ya en la primera mitad del siglo XX la propaganda antisoviética recurrió a utilizar imágenes de las hambrunas de una época para hacerlas pasar por las de otra.

En la propia Siria ya han empleado en otras ocasiones imágenes de video correspondientes a otro contexto espacio-temporal bien distinto. Hace más de cuatro años, la trampa se preparó a propósito de los disturbios “espontáneos y pacíficos” en Tíbet. Nos mostraron manifestaciones y disturbios de países asiáticos como India o Pakistán, con explicaciones de que todo eso estaba pasando en la tierra de los Lamas.

Cuando los medios mendaces son sorprendidos, a veces pronto, a veces tarde, en sus montajes fríamente planificados y orientados a sucios fines, o bien se escudan en alegaciones relacionadas con simples “errores” humanos, con la consiguiente (e incómoda para ellos) rectificación, o bien insisten, y ello es inútil, en que los equivocados somos los que denunciamos sus malas y obscenas artes.

Pero la propaganda no se detiene. Buscarán otro falaz pretexto para atraer adhesiones populares para sus causas belicistas. Sigamos desenmascarando todas las farsas que detectamos y divulguemos al máximo todo aquello que coadyuve a la desacreditación de los portavoces del devorador imperialismo, el cual es la antítesis misma de cualquier labor básicamente humanitaria.
  
La BBC enfrenta críticas luego que “accidentalmente” utilizara una fotografía tomada en Irak en el 2003 para ilustrar la “una insensible masacre de niños” en Siria.

El autor de esta fotografía, Marco di Lauro, dijo que casi se “cayó de la silla” cuando vio la imagen. Expresó que estaba “asombrado” por la falla de la empresa para chequear sus fuentes.

La foto, la cual realmente fue tomada el 27 de marzo del 2003, muestra a un niño irakí saltando sobre docenas de bolsas blancas que contenían esqueletos encontrados en un desierto al sur de Bagdad.

Sin embargo fue publicada este lunes en el sitio web de noticias de la BBC bajo el título “Condenan la masacre de Siria en Houla mientras crece la indignación”. La leyenda indica que la fotografía fue proporcionada por un activista y no puede ser independientemente verificada, pero dice que “se cree que muestra los cuerpos de niños en Houla esperando ser sepultados”.

Un vocero de la BBC dijo que la imagen ha sido retirada.

Por su parte, Di Lauro, quien trabaja para la empresa Getty Images, expresó: “Me fui a casa como a las 3 a.m. y abrí la página de la BBC, la cual tenía una noticia en el portal acerca de lo que pasó en Siria y casi me caí de la silla”.“Una de mis fotos de Irak fue utilizada por el sitio web de la BBC como ilustración de portada afirmando que esos eran los cuerpos de la masacre del domingo en Siria y que la foto fue enviada por un activista”.

“Sin embargo, la foto la tomé yo y está en mi página web, en la sección especial en relación a una historia que hice en Irak durante la guerra llamada Irak, después de Sadam”.

“De lo que realmente estoy asombrado es de que una organización de noticias como la BBC no chequea sus fuentes y está dispuesta a publicar cualquier foto enviada por cualquiera: activista, periodista o lo que sea. Eso es todo”, precisó.

Agregó que le preocupaba menos una disculpa o el uso de la imagen sin su consentimiento, añadiendo: “Lo que es asombroso es que una organización de noticias tiene una foto que prueba una masacre que sucedió ayer en Siria y sin embargo es una foto que fue tomada en el 2003 de una masacre totalmente diferente”.

“Alguien está utilizando la foto de otro para propaganda a propósito”, dijo.

Un vocero de la BBC indicó: “Tuvimos conocimiento de esta imagen siendo ampliamente difundida en Internet en las primeras horas de esta mañana después de las atrocidades más recientes en Siria”.

“La usamos con una advertencia clara diciendo que no pudo ser independientemente verificada”.

“Se hicieron esfuerzos para rastrear la fuente original de la imagen y cuando se estableció que la imagen era inexacta la retiramos de inmediato”.

Fuente original: The Telegraph 

Traducción: Ivana Cardinale para el Correo del Orinoco



Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Ayllu Uquía – Pueblo Omaguaca
Director de ‘Cer-Omaguaca’, ‘Obnu’ y ‘ArgosIs-Internacional’
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Movimiento Indígena: Declaración Lickanantay: rechazo a licitación de Áreas Silvestres Protegidas en territorio atacameño


Chile
Movimiento Indígena: Declaración Lickanantay: rechazo a licitación de Áreas Silvestres Protegidas en territorio atacameño

MOVIMIENTO INDÍGENA… VILTIPOCO10000: JUNIO 05 DE 2012…

LICKANANTAY – DECLARACIONES
29/05/2012


La Asamblea de Dirigentes Indígenas de las comunidades Atacameñas o Lickan-Antay compuesta por San Pedro de Atacama, Solor, Toconao, Peine, Socaire, Quitor, Séquitor, Coyo, Larache, Cúcuter, Talabre, Camar y Chiu – Chiu., realizan el siguiente Declaracion ante la opinión pública, medios de comunicación y el Estado chileno como respuesta a las diversas medidas adoptadas por el actual Gobierno en relación al proceso delicitación de Áreas Silvestres Protegidas que se encuentran en nuestro territorio.

1º.-Demandamos la regularización en la transferencia de nuestras tierras al pueblo atacameño.

2º.- Declaramos que el proceso de licitación o privatización de nuestro territorio ancestral iniciado por el actual Gobierno, del que nos enteramos solo por la prensa, vulneran una vez más los derechos que nos asisten como pueblos indígenas de éste país.

3º Que el Gobierno actual ha omitido en todo momento, la aplicación de la consulta de buena fe, previa libre e informada y la participación reconocida en instrumentos nacionales e internacionales que el Estado ha ratificado, entre ellas la Ley Indígena 19.253 la que establece en su artículo 34 que los servicios de la administración del estado cuando traten materias que tengan injerencia en cuestiones indígenas deberán escuchar y considerar la opinión de las comunidades y asociaciones que los agrupan, mientras que en la misma ley el articulo 35 especifica que, en la administración de las áreas silvestres protegidas, ubicadas en las áreas de desarrollo indígena, se considerará la participación de las comunidades ahí existentes. Por otra parte, el convenio 169 de la OIT, en su Artículo 6°, prescribe que los Gobiernos deberán consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente.

4º Que como comunidades Lickan – Antay, dueñas de nuestros territorios, nos corresponde por derecho ser los protagonistas directos en decidir cómo queremos el desarrollo económico, social y cultural de nuestra Pata Hoiri (madre tierra) por lo tanto es obligación del estado considerar nuestra participación en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional ahora y siempre.

5º.- Invocamos la Convención sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (1992), ratificada por Chile, y la que ha trabajado CONAF en estos sitios, que establece la obligación de los estados de "respetar, preservar y mantener los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida, pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica...". ( Art. 8 )

6º. Declaramos que como pueblo Lickan -Antay, no desconocemos la necesidad de mejorar los modelos de administración del Turismo en nuestros sitios de interés, sin embargo, demandamos ser incluidos en todo momento en la implementación de nuevas políticas Gubernamentales en pro del desarrollo de nuestras comunidades (Ministerios de Economía, Agricultura, Medio Ambiente y Bienes Nacionales).

7º. Manifestamos nuestra oposición absoluta a que nuestros territorios continúen sufriendo la concesión a privados nacionales y transnacionales, frente a ello, defenderemos el derecho de vivir en un ambiente sin contaminación, conservando nuestra cultura y patrimonio vivo. Asimismo, instamos a que las Autoridades conozcan nuestras comunidades y el proceso que hemos llevado por más de 10 años, cuidando nuestra Áreas Silvestres Protegidas, como resultado de la organización que hemos sido capaces de desarrollar para cuidar y proteger nuestro territorio ancestral, haciendo frente al turismo masivo e irregulado que tenemos hasta el día de hoy, siendo las instituciones públicas responsables en la escasa planificación y regulación de ésta Actividad Económica (falta de leyes, ordenanzas, etc.) que debiera considerar un Turismo Planificado, de manera sustentable, amigable y respetuoso con las comunidades aledañas y destino. Además de un Plan de Emergencia intersectorial para enfrentar situaciones como las vividas en febrero producto de las lluvias.

8ª Es urgente que el estado tenga una posición clara y no contradictoria como lo es hasta hoy, donde por una parte entrega concesiones de explotación minera y derechos de agua a privados, y por otro aspira a proteger la biodiversidad del mismo destino, entonces cabe preguntarnos ¿de qué sustentabilidad y protección del destino estamos hablando si no existe política alguna ni voluntad para proteger y conservar ecosistemas tan frágiles como el nuestro?. No es casualidad que los parques Nacionales y reservas se encuentren, en su mayoría en territorios indígenas, sino se debe al habitar respetuoso y los conocimientos tradicionales de pueblos indígenas como el nuestro, que han sabido cuidar esta delicada relación ser humano-naturaleza.

9ª Sentimos que estas medidas adoptadas por el gobierno, son discriminatorias, ya que no ha escuchado a las comunidades indígenas, sino a los grandes capitales nacionales y extranjeros que buscan seguir lucrándose y depredando nuestro patrimonio, biodiversidad y los recursos que se producen en este lugar. Es por ello, que exigimos se transparenten las verdaderas intenciones del gobierno a seguir usurpando nuestras tierras y territorios, ya que primero se debe conocer y reconocer la autogestión e inversión de las comunidades desde que nuestros antepasados se asentaron en este lugar.

10º.- Considerando la jurisprudencia existente respecto de la denominada consulta, declaramos que bajo ningún concepto aceptamos la aplicación del decreto Nº 124, de "reglamento de la consulta", toda vez que lo consideramos arbitrario que transgrede al Convenio 169 y desconoce los estándares internacionales del deber de consultar a los pueblos indígenas.

Es cuanto declaramos,

Asamblea de Dirigentes Atacameños



Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Ayllu Uquía – Pueblo Omaguaca
Director de ‘Cer-Omaguaca’, ‘Obnu’ y ‘ArgosIs-Internacional’
MIEMBRO DE ‘VILTIPOCO10000’, ‘GAPO’ Y 'FELAP'


Argentina: Medios patrocinados por Repsol nos informa sobre nacionalización en Argentina


Solo en un año, en 2010, la empresa Repsol gastó 30,4 millones de euros en publicidad, repartida en diferentes medios…

Argentina: Medios patrocinad​os por Repsol nos informan sobre nacionaliz​ación en Argentina

ARGENTINA… ARGOS: JUNIO 05 DE 2012

Tercera Información

Solo en un año, en 2010, la empresa Repsol gastó 30,4 millones de euros en publicidad, repartida en diferentes medios (1). No es extraño, por tanto, la condena unánime, desde estos medios, a la decisión del Gobierno argentino de nacionalizar YPF, en detrimento de los intereses de Repsol.

Repsol patrocina, por ejemplo, el informativo diario de la cadena española Telecinco (2), que informaba del asunto de esta manera tan rigurosa y neutral: “Toda la claridad que le falta a la presidenta argentina sobre el futuro de Repsol-YPF le sobra al Gobierno español, para advertirle sobre las consecuencias de una expropiación (...) En su defensa de los intereses españoles cuenta con el apoyo total de la oposición (...) La escalada del conflicto no perturba a la presidenta argentina, que va a lo suyo...” (3)

Este tratamiento informativo es común a todos los grandes medios españoles, por lo que nos centraremos en uno: el diario El País, perteneciente al Grupo Prisa.

La supervivencia de este consorcio mediático no solo depende de los ingresos publicitarios de Repsol: el mayor accionista de esta petrolera, La Caixa, es uno de los bancos acreedores de la voluminosa deuda del Grupo Prisa, refinanciada el pasado año (4).

Por eso existe una censura total a cualquier información negativa sobre la actividad de Repsol en América Latina. Un ejemplo salía a la luz hace varios años, cuando una periodista del diario propuso publicar un artículo crítico con la petrolera (5). Tras imponérsele al autor, en un primer momento, la suavización del texto, finalmente la dirección del periódico decidió no publicarlo: “lamentablemente, Repsol no puede aparecer en el artículo ni una sola vez”, fue la explicación. Los gravísimos daños humanos y medioambientales, las violaciones de los derechos sindicales o las acusaciones de colaboración con bandas paramilitares para el desplazamiento de población rural colombiana no pueden ser noticia (6).

Pero, curiosamente, días después de la expropiación de YPF, quien era acusado de vulnerar la libertad de prensa era el Gobierno de Argentina. Lo hacía, en un comunicado, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) –es decir, los dueños de los grandes medios privados de América Latina- que se reunía –precisamente- en territorio español, en Cádiz (7). La SIP acusaba al Gobierno de Buenos Aires de hostigar a los medios, de promover la censura indirecta y –en el colmo de la caradura- proponía "evitar que los medios públicos sean utilizados como herramientas de mera propaganda o bien de difamación de personas, grupos sociales o instituciones". Es decir, exactamente lo que ahora hacen los grandes medios privados, para defender a uno de sus grandes anunciantes, en contra de la decisión soberana de un gobierno.

Y es que la campaña político-mediática contra el Gobierno de Argentina parece sacada de un manual.

Anunciada la nacionalización, el Gobierno español anuncia represalias comerciales contra Argentina (8), y su posición es respaldada por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de Estados Unidos (9). Los medios españoles comienzan una brutal campaña de demonización del Gobierno de Buenos Aires. Y hasta el Consejo General del Poder Judicial español –en un ejemplo de lo que se entiende por “división de poderes”- se niega a participar en la XVI Cumbre Judicial Iberoamericana celebrada en Buenos Aires (10).

Analistas internacionales –en calidad de supuestos expertos imparciales- llevan el mismo mensaje a tertulias e informativos. Por ejemplo, el Real Instituto Elcano -un think tank defensor de los intereses geoestratégicos españoles- coloca en tiempo record en los medios una encuesta, según la cual “más del 80% de los españoles juzga grave la expropiación” y que refleja –supuestamente- una caída en picado de la popularidad de la presidenta Cristina Fernández, al nivel –asegura- “de Putin o Raúl Castro” (11).

Las líneas de ataque del diario El País contra la decisión soberana de Argentina son también de manual. Editoriales como “Populismo intimidatorio” (12) o “El tango del expolio” (13) definen a las claras la posición del diario que, de la noche a la mañana, descubre que la “economía argentina (...) (está) al borde del colapso”, tiene “riesgo de (...) ruina a corto plazo”, o existe una “degradación de la economía”, debido al “fracaso de la gestión económica”. Algo que contradice de manera evidente la realidad: Argentina creció el 7,5 % en el último año –mientras España se encuentra en recesión-, su desempleo es 14 puntos inferior al de España y, junto a Venezuela, es el país de la región que ha conseguido el mayor descenso de la pobreza en la última década, según la CEPAL (14).

Aparecen entonces los términos imprescindibles en toda campaña contra los gobiernos progresistas de América Latina, como “populismo” (15), “chovinismo exaltado” (16), “patrioterismo económico” (17) o “chavismo” (18), para acusar a la presidenta argentina de buscar “desesperadamente un enemigo exterior al que culpar de sus fracasos” (19).

Pero el diario El País no se queda en los ataques, sino que hace propuestas de represalias. Nos dice que “el discurso populista (y) las amenazas de nacionalización (...) son razones suficientes para que la comunidad internacional retire su confianza (a Argentina)” (20) y que “el Gobierno de la señora Fernández se ha ganado a pulso que su país sea apartado inmediatamente del G-20” (21).

Apenas unos días después de la nacionalización de YPF, El País organizaba en Bogotá las jornadas “Invertir en Colombia”, patrocinadas –entre otras multinacionales- por Repsol (22). “Nosotros no expropiamos”, llevaba a titular las palabras del presidente de Colombia, el ejemplo de buen alumno cuyo premio a la obediencia son las inversiones españolas (23). La cobertura informativa de El País a este evento es un cuadro idílico acerca del “milagro colombiano” donde, tras décadas de violencia, existe una nación “estable económicamente”, “con grandes planes de desarrollo en infraestructuras” y –lo más importante- “con seguridad jurídica para los inversores extranjeros” (24). Ni una palabra de las 4 millones de personas campesinas desplazadas de sus tierras (25), de los más de 7.000 presos políticos (26), de la situación de hacinamiento carcelario (27), o de las recompensas por asesinatos de inocentes, caso conocido como “falsos positivos” (28).

Y es que -recordemos- el Grupo Prisa tiene, a su vez, importantes negocios en Colombia. Es propietario, entre otros medios, de Caracol Radio, y su Editorial Santillana controla una parte importante del mercado de libros de texto escolar (29). No en vano cinco expresidentes de Colombia han pertenecido al Patronato de la Fundación Santillana para Iberoamérica (30).

Mientras, en Argentina, las cosas se ven de otra manera. Tres de cada cuatro personas están de acuerdo con la nacionalización de YPF, y el 70 % cree que el Estado debe controlar los recursos estratégicos del país (31). Y ello, a pesar de estar sometidos a un bombardeo informativo semejante por parte de los grandes medios privados argentinos, que repiten los mismos argumentos que sus homólogos españoles, con quienes comparten negocios, ideología e intereses (32).

0(3) Telecinco, Informativo de las 21 h., 14 de abril de 2012.
(30) Pascual Serrano, “Traficantes de información”, Foca editorial, Madrid, 2010, pag. 155.



Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Ayllu Uquía - Pueblo Omaguaca
Director de ‘Cer-Omaguaca’, ‘Obnu’ y ‘ArgosIs-Internacional’
MIEMBRO DE ‘VILTIPOCO10000’, ‘GAPO’ Y 'FELAP'