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Argentina: Pérez Esquivel: "No hay voluntad política de respetar a los pueblos originarios"



El Premio Nobel de la Paz afirmó que el Gobierno tiene una mirada acotada de los derechos humanos y remarcó que el modelo extractivo avanza con represión. El rol de los organismos de derechos humanos, el Pueblo Qom, Gildo Insfrán, La Cámpora y quiénes son funcionales a la derecha.

Argentina: Pérez Esquivel: "No hay voluntad política de respetar a los pueblos originarios"

ARGENTINA… VILTIPOCO10000: AGOSTO 18 DE 2012…

xDarío Aranda
ODHPI


Se autodefine como "militante por los derechos humanos". Y deja en segundo plano el Premio Nobel de la Paz, con el que fue reconocido en 1980. Adolfo Pérez Esquivel comenzó su militancia en 1971, dos años después fundó el periódico "Paz y Justicia", espacio de encuentro para organizaciones y militantes. En 1975 participó de la creación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y, entre 1977 y 1978, estuvo preso en Argentina por orden de la dictadura militar. Desde la década del 70 acompaña a los pueblos indígenas de América y, desde 2010, tuvo activa participación en el acompañamiento de la comunidad qom de Formosa Potae Napocna Navogoh (Puño de oso hormiguero - La Primavera). "El gobierno nacional no quiere  solucionar el conflicto, prioriza a sus aliados provinciales", resume sobre la situación en Formosa y no le escapa a la mirada global del modelo extractivo (minería, soja): "Los pueblos dicen no a esas actividades, por ejemplo Esquel o Andalgalá, pero el gobierno les dice sí a las empresas porque prioriza el interés económico por sobre la vida del pueblo".  Pérez Esquivel advierte sobre la mayor represión sobre quienes se oponen al modelo extractivo, denuncia que el INAI "no trabaja para los pueblos originarios, sino para los intereses de los gobiernos", cuestiona que el kirchnerismo acota los derechos humanos al periodo 76-83 y descree que el nuevo Secretario de Derechos Humanos (Martín Fresneda) acompañe a las actuales víctimas de la represión.

-Félix Díaz sufrió la última semana un "accidente" en Formosa. Lo rozó una camioneta cuando iba en moto y terminó en el hospital. Díaz aseguró que no fue un accidente.

-Hablé con Félix. Es terrible lo de Formosa, un gobierno feudal que atenta contra todo aquel que exija sus derechos. En muchas provincias, sucede lo mismo en Salta y Neuquén, los gobiernos hacen lo que quieren, no reconocen los derechos de los pueblos originarios y esto tiene relación directa con las políticas del gobierno nacional.

-¿Qué políticas del gobierno nacional?

-La política de no reconocimiento de los pueblos originarios. Un ejemplo claro es el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), no trabaja para los pueblos originarios, sino para los intereses de los gobiernos, ya sea de las provincias o Nacional, pero no para el desarrollo de los pueblos originarios.

-Usted vivió de cerca la conformación de la mesa de diálogo por la comunidad La Primavera, a fines de 2010.

-Fue lamentable la política del Gobierno para con el Pueblo Qom de Formosa. No reconoció a Félix Díaz como líder qom a pesar de que la comunidad lo eligió por amplia mayoría. Permitió el avance de Parques Nacionales sobre la comunidad y encima terminó suspendiendo la mesa de diálogo.

-¿Por qué un gobierno que ha demostrado sensibilidad con los derechos humanos y que ha tomado esa bandera toma la decisión de no respetar los derechos de los pueblos indígenas?

-El gobierno nacional no tiene sensibilidad, tienen interés político en los derechos humanos que abarcan el periodo 1976-1983. Ni siquiera aborda lo actuado por la Triple A. El Gobierno no quieren entender de derechos humanos de antes del 76 ni posterior al 83. La política de derechos humanos está restringida a la última dictadura militar.

-¿Cómo debieran entenderse los derechos humanos?

-Nosotros entendemos los derechos humanos desde su integralidad, lo que claramente debe incluir los derechos de los pueblos originarios, los derechos de quienes luchan contra la minería. Por eso no entiendo un proyecto que se dice "nacional y popular" y no aborde esas situaciones. En cuanto a derechos humanos, hay más discursos que políticas.

-En el marco del juicio por fumigaciones del Barrio Ituzaingó Anexo (Córdoba) usted dijo que el modelo agropecuario viola derechos humanos fundamentales. Algo similar dijo Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora)...

-Es que no se puede entender de otra manera. Es no respetar a poblaciones enteras, no respetar culturas, devastar el ambiente, cambiar la forma de vida de las comunidades y provocar enfermedades son claras violaciones a los derechos humanos. No comprendo que se pueda entender de otra manera. Los pueblos dicen no a esas actividades, por ejemplo Esquel o Andalgalá, pero el gobierno les dice sí a las empresas porque prioriza el interés económico por sobre la vida del pueblo.

-¿Por qué otros organismos de derechos humanos no denuncian el extractivismo?

-Hay dos cuestiones. Muchos organismos provienen del drama de la última dictadura. Justicia por esos hechos es su objetivo último, y está bien, no lo digo como crítica. Y también hay otros organismos de derechos humanos que no denuncian la violencia actual porque son aliados del Gobierno y reciben fondos del Gobierno. Son opciones. Nosotros estamos convencidos de que las políticas de derechos humanos son integrales. Si hay niños muriendo de hambre, no hay respeto a los derechos humanos. Y en Argentina mueren chicos de hambre. Hace dos semanas estuve con médicos de Córdoba que relataban con tristeza la cantidad de chicos desnutridos que hay.

-Más allá de los gobiernos, la misma opinión pública o la misma sociedad pareciera que hay una negación respecto a los derechos de los pueblos indígenas. Un ejemplo, cuando asesinaron a Mariano Ferreyra hubo 50 mil personas en Plaza de Mayo. Cuando mataron al qom Roberto López no había más de 600 personas frente a la Casa de Formosa.

-En Argentina hay una negación histórica y cultural hacia los pueblos originarios, no se los reconoce, hay una enorme discriminación hacia los pueblos originarios. La Argentina no mira sus raíces, sigue el discurso de que "somos un país de inmigrantes", cuando en realidad esa es sólo una parte de la historia. Es tanta la discriminación que hasta las universidades públicas nacionales, de Formosa y La Plata, le sacan tierras a comunidades originarias.

-El respeto a los derechos de indígenas y campesinos es uno de los puntos más débiles del Gobierno. ¿Qué expectativa tiene para los próximos años?

-Son asignaturas pendientes. Y lamento decir que no tengo expectativa de que este Gobierno cumpla con las comunidades originarias y con los campesinas.

 -¿Por qué?

-Porque no hay políticas que vayan más allá del periodo 76-83.

 -¿Y con el nuevo Secretario de Derechos Humanos (Martín Fresneda)? Es hijo de desaparecidos, proviene de la militancia y conoce de cerca las consecuencias del modelo de agronegocios en Córdoba.

-Lo conozco, me vino a ver. Hasta ahora no ha hecho absolutamente nada por los pueblos originarios. No tengo expectativa que haga cumplir los derechos humanos en su integralidad. No lo veo. Si en el futuro lo veo en hechos concretos, lo diré de inmediato. Pero este Gobierno ni siquiera tiene diálogo con los pueblos originarios. El INAI juega contra las comunidades, el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) ni juega. El gobierno nacional y los provinciales, como el de Formosa, juegan al desgaste duro.

 -¿Desgaste duro?

-Reuniones que no resuelven nada, sin avances. Un día, junto a Félix (Díaz) estuvimos desde las 17 hasta las 2 de la mañana en la mesa de diálogo con el Gobierno. Y (Florencio) Randazzo (ministro del Interior) nos decía "somos un país federal, no podemos meternos en la provincia". ¡Por favor! ¡Somos grandes como para que nos digan eso! El gobierno nacional no quiere  solucionar el conflicto, prioriza a sus aliados provinciales. La verdad es que no hay avances porque en el Gobierno no hay voluntad política de respetar a los pueblos originarios. Es duro, pero no me lo contaron, lo viví.

 -¿El "desgaste duro" incluye represión?

-El avance de la soja y de la minería incluye amenazas, persecuciones y claro que incluye represión. Sólo hay que mirar Formosa, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja. Y es claro que los gobiernos provinciales que reprimen son aliados del gobierno nacional. Exigimos que se deje de perseguir y de reprimir a quienes luchan, pero no somos optimistas en ese sentido. Ver a La Cámpora haciendo campaña contra Félix (Díaz), y apoyando al que apadrina Gildo Insfrán, no es como para esperar un cambio positivo.

 -La Cámpora, con el actual diputado Andrés Larroque al frente, fue quien desalojó a los Qom de Avenida de Mayo y 9 de Julio en mayo de 2011.

-Recuerdo ese desalojo. La Cámpora como fuerza de choque contra los pueblos originarios.

 -Por sus críticas lo van a acusar de "hacerle el juego a la derecha".

-No me pueden correr con eso. El juego a la derecha lo hacen quienes miran para otro lado. Nosotros denunciamos injusticias porque queremos un país mejor, para todos y con verdadero respeto por los derechos humanos, de todos. Y siempre, desde hace décadas, estamos del lado de los que sufren. En este caso estamos junto al Pueblo Qom. ¿De qué lado está La Cámpora? ¿De qué lado está el Gobierno?


Fundación Servicio Paz y Justicia

Datos de contacto:
Piedras 730
1070 CABA Argentina
Tel/fax 0054-11-43615745 (Lunes-Miercoles y viernes de 12 a 18 hs)



Fuente:



Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Pueblo de Uquía – Omaguacas
Director de  ‘CER-OMAGUACA’, ‘OBNU’ y ‘ARGOS IS-INTERNACIONAL’
…"La educación y la instrucción no consisten en rellenar la mente de ideas ajenas, sino en estimularla para que produzca sus propias ideas"…


Argentina: Séptimo planeta: tierra de soja


Argentina: Séptimo planeta: tierra de soja

ARGENTINA… ARGOS: AGOSTO 18 DE 2012…

xPaola Gaitán*
Rebelión

El Planeta Tierra

Imagino la migración de pájaros y con ella al Principito que llega para preguntarnos por qué nuestro planeta se llama así: me detengo y pienso por un momento ¿qué es la tierra sino sustento para la creatividad? Rápidamente la realidad “de los adultos” o mejor dicho, de “los capitalistas” me devuelve otra imagen, otro mundo ¡otra tierra!

Debería explicarle al Principito que nuestra Tierra, como planeta, está organizada de otra manera. Que las geografías de la Tierra cumplen funciones diferentes, y donde yo vivo, los capitalistas determinan que de aquí se extraen las energías y materias primas para la producción.

Durante muchos años la historia fue la misma; el saqueo del oro, los minerales, el petróleo, el agua, el maíz, que luego de ser puestos en “mejores lugares” y empleados en el proceso productivo más tarde vuelven a nuestros países convertidos en cosas que nosotrxs consumimos. Sumado a ello con el paso del tiempo y la manipulación de los avances tecnológicos esto se ha perfeccionado a la vez que permitido mayor rapidez y eficiencia. Lógicamente, se busca producir más a menor costo, esta es la famosa frase que sintetiza buena parte de la “Ley del Valor”.

La Tierra entonces, como los seres vivos que la habitamos, no es sustento de creatividad, ni nosotrxs somos creadores en el mundo sino que estamos convertidos en mercancías, es decir somos una máquina más en el proceso productivo, y no se busca generar cosas necesarias para la reproducción cotidiana de nuestras vidas, sino que por el contrario el fin es ganar, acumular, tener más. El propósito es el lucro. Entonces el Capital que aparece como algo por encima de nosotrxs se maneja con sus propias leyes de ganancia y acumulación, y la naturaleza y los seres vivos que la habitamos estamos sometidos a él.

La economía resulta una abstracción compleja, ajena a nosotrxs, cuyas leyes determinan nuestras vidas y ante las cuales nada podemos hacer, quedamos atónitos observando lo que sucede pasiva y resignadamente. ¡Y en el Mundo al revés! mágicamente las cosas se humanizan y la naturaleza y los seres humanos se cosifican. La economía (el Capital) no nos sirve a nosotrxs para mejorar nuestra vida sino que la naturaleza y los seres vivos le servimos a ella para satisfacer sus ansias de acumulación.

Se transforman los criterios éticos. Las personas son por lo que tienen y las cosas adquieren un valor más allá de su utilidad concreta y eso se transfiere a nuestras relaciones, creando valores mercantiles. Se mercantiliza la vida. Se crean necesidades para consumir cada vez más cosas. Todo puede ser comprado y vendido: lxs amigxs, las ideas, lxs hijxs, las parejas, los cuerpos, la tierra, el agua, los árboles, los alimentos. Esta es la lógica explotadora y depredadora del Capital que “…mercantilizando todo y privatizando las riquezas, promueve el consumismo y el productivismo en su impulso de dominar y someter a la naturaleza y al propio ser humano para producir más e incrementar sus ganancias” (1).

Intacta

Actualmente en la Argentina y en particular en la provincia del Cordobazo se produce soja y fundamentalmente soja. Esto es igual a que por ejemplo a nuestro cuerpo por quince años lo alimentemos únicamente con pan. A este monocultivo hay que agregarle otro ingrediente: esas semillas son transgénicas, es decir, están manipuladas genéticamente para reducir los “riesgos” propios del ciclo de la naturaleza, evitar pérdidas y aumentar el rendimiento productivo. Claro que paliar esos riesgos genera otros: la soja transgénica es resistente a los herbicidas, se utilizan para eliminar hierbas y pasturas que compiten por agua y nutrientes con el cultivo de soja. Estos herbicidas contienen un principio activo: el glifosato, ese mismo que varias investigaciones nacionales e internacionales comprueban que es veneno.

La pregunta sería ¿por qué esa soja resiste al herbicida? Y averiguando descubrí que a esta semilla se le introduce un gen resistente al veneno. Uno de los herbicidas más conocidos es el RoundUp Ready que comercializa Monsanto, la multinacional líder en agro negocios. Así cierra este negocio redondo y con ello queda el ciclo de la naturaleza alterado, dañado e inclusive nosotrxs. Como si esto fuera poco ahora hay un nuevo proyecto.

En nuestra Córdoba, Monsanto quiere instalar una planta de tratamiento y acondicionamiento de semillas de maíz transgénicas. La semana pasada el gobernador De La Sota se sumaba a los festejos de CFK anunciando una inversión de la empresa de 1.600 millones de pesos para lograr una capacidad máxima de producción de 3,5 millones de hectáreas (2). La propuesta incluye también la creación de plantas experimentales, una ubicada en Tucumán y otra en Córdoba y 170 millones de pesos para investigación y desarrollo en maíz y soja. Con la instalación de estos emprendimientos se sigue profundizando el modelo extractivista, que esquilma nuestro suelo de nutrientes y agua, un modelo de agricultura sin agricultores, donde estos costos no son incluídos en el cálculo de la rentabilidad económica.

Intacta se llama la semilla que el monstruo quiere fabricar en mi lugar. Cuando busco en el diccionario la palabra, dice, Intacta: “que no ha sufrido alteración o daño”. Inmediatamente pienso en esa localidad de 13.000 habitantes, ubicada al este de la provincia, a 14 km del centro de la ciudad de Córdoba, atravesada por las dos únicas vías pavimentadas, la rutas nacional 19 y la provincial 88. Recuerdo sus calles de tierra, sus “lagunas naturales” estancadas, sus familias viviendo en un tanque viejo y el polvillo que entra en el colectivo amarillo luego de una hora de viaje hasta que llegás al lugar. Objetivamente hay datos que corroboran su situación socioeconómica, como señalara un diario local: “Según el Censo provincial 2008, el 20% de los hogares de Malvinas Argentinas tienen Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), el nivel más alto en el Gran Córdoba y muy por encima del 6,6 % promedio provincial.

En la tercera sección de la localidad, la más postergada, un estudio de la Universidad de Villa María (de 2007) ubicaba debajo de la línea de pobreza a siete de cada 10 hogares” (3) ¿Quedará intacta Malvinas Argentinas luego de producir Intacta? ¿Será este el significado que estará pensando Monsanto para nuestra Córdoba profunda? Les propongo revisar el curriculum de Monsanto: en él encontramos el envenenamiento de ríos por arrojar desechos en la producción de PBC; la producción del Agente Naranja que –portando altas concentraciones de dioxina- exterminó a cientos de miles de vietnamitas y causó malformaciones en un número aún mayor de niños y niñas que fueron rociados durante la guerra; la producción de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) o transgénicos (cuya utilización requiere del pago de aranceles por patentes); la elaboración del herbicida que mencionábamos más arriba, el RoundUp (directamente ligado al cáncer y al linfoma no-Hodgkin) que se utiliza para rociar organismos genéticamente modificados resistentes al glifosato, que es su ingrediente activo; la producción de la Hormona de Crecimiento Bovino (rBGH) que incrementa la producción de leche a costa de su disminución en calidad ya que debe ser bombardeada con antibióticos nocivos para la salud; la fabricación de sacarinas y aspartantes, que tienen efectos negativos para el organismo; etc.

A lo mejor ante esta localidad que hace años está “intacta” por falta de políticas municipales, provinciales y nacionales le hace falta otra “Intacta”. La semilla del progreso. La semilla que nos hará más productivos. Parecida a esta semilla es la que sembraron en las cercanías de Barrio Ituzaingó Anexo, ese mismo que a estas horas lucha por los desastres que han hecho las fumigaciones en la salud y el hábitat de los vecinos. Afortunadamente -como las madres de barrio Ituzaingó- en Malvinas Argentinas existe una población que ha hecho otra historia. Fue una comisión de vecinos la que se organizó para conseguir electricidad, agua potable, los títulos de propiedad de las viviendas, entre otras cosas.

Hace años que un colegio de Lasallanos construye educación popular con los niños y niñas del sector más carenciado, promoviendo la criticidad y la creatividad. Es esta la comunidad que si bien se llena de interrogantes ante la promesa laboral del progreso no está dispuesta a negociarla por la salud y el hábitat de la población y así lo afirman “Necesitamos los puestos de trabajo que promete generar, pero no los queremos si vienen a costa de dañar nuestro espacio, de contaminar” (...) “La gran pregunta sobre esta gran radicación es ¿vamos a un modelo de extracción de nuestros recursos naturales o de desarrollo inclusivo para toda la comunidad?”(4).

Un lugar en el mundo

Hay algo que queda claro en todo esto y es el lugar destinado para nuestra Córdoba en el mundo: ser su granero. Ya hemos escuchado esto en otros momentos de la historia del país, pero veamos cómo se reactualizaría esta propuesta. En primer lugar no podemos desconocer que asistimos a una crisis mundial que contempla tres aspectos: una crisis alimentaria, una crisis energética o medio ambiental y una crisis financiera.

El modelo extractivo-exportador es la propuesta del imperialismo para Latinoamérica como respuesta a esas crisis, con el objetivo de seguir beneficiando al Capital en detrimento del presente y el futuro de lxs trabajadorxs y el pueblo. Economía verde es la denominación que aplica el imperialismo al proceso de crear nuevas mercancías a partir de la tierra, los bienes naturales y las funciones de la naturaleza. Así, en Argentina y específicamente en Córdoba, nuestros suelos, con sus nutrientes, su agua, sus bosques, su biodiversidad han sido desmantelados para cultivar soja que hoy se destina a la alimentación de los chanchos de China y al negocio de los agrocarburantes. Con el desarrollo de estas nuevas semillas, resistentes no solo a los pesticidas sino también a las sequías, se llegaría a una mayor producción y se ampliaría la frontera agropecuaria. De esta manera se va profundizando el modelo. Esto no es cuento, cada uno de los actores responsables lo ha explicitado:

-El imperialismo: Pablo Vaquero (vicepresidente de Monsanto aquí) al explicar los motivos por los que Argentina fue elegida para instalar su segunda planta más importante argumentó que junto a China, India, EEUU y Brasil serán los encargados de la alimentación del mundo. A partir del proyecto en curso refería “En la actualidad se están sembrando 4,5 millones de hectáreas de maíz, con lo que de esta manera estaríamos casi duplicando la producción de semillas en vistas de que se duplicará la producción de hectáreas de maíz en el país”(5). A su vez expresó que este país tiene políticas claras respecto al agro y aquí entra la complicidad con los actores locales. Finalmente planteó que para que no nos perjudiquemos con los agrotóxicos debemos usarlos con cuidado y listo.

-El gobierno nacional: hace 16 años el gobierno de Menem autorizó la siembra de soja transgénica con uso de agrotóxicos, sin ningún estudio que indicara los efectos que esto podría provocar. A partir de allí empresas como Monsanto y Cargill comenzaron la producción y comercialización de sus semillas modificadas genéticamente convirtiendo nuestro país en un gran desierto verde cuyas plantaciones arrasaron con montes y ecosistemas, terminaron con la tradicional riqueza y biodiversidad y dejaron en la ruina a miles de pequeños productores y campesinos(6). Desde la asunción de los Kirchner al gobierno, se extendieron 7 millones de hectáreas que hoy representan el 56% de la tierra cultivada en Argentina.

En un artículo publicado en el diario Página 12 Mariano Féliz nos explica: "En la actualidad la soja ocupa el 50% de la superficie sembrada del país y es responsable de la mitad del volumen de granos cosechados (...) en menos de dos décadas la producción de soja transgénica ha desplazado violentamente la producción de alimentos (...)8 años (de este proyecto) solo han permitido acumular a la cúpula del sector vinculado a la producción agropecuaria no menos de 75 mil millones de dólares en rentas extraordinarias y al Estado Nacional alrededor de 55 mil millones de pesos en retenciones a las exportaciones, cuyo uso y destino no se condicen con los actuales indicadores socioeconómicos del país"(7).

Si alguna duda queda sobre qué es lo que se quiere profundizar hay que echarle un vistazo al PEA 20-20 (Plan Estratégico Agroalimentario) que contempla el aumento de la producción transgénica en volumen (58%) y superficie de cultivo (27%); que lógicamente tendrá un profundo y negativo impacto consolidando el modelo de país extractivo-exportador basado en la agricultura industrial, pools de siembra, agrotóxicos, monocultivos, despoblamiento rural y enormes ciudades insustentables, avanzando a sangre y fuego en la frontera agrícola hacia territorios donde hoy las comunidades campesinas e indígenas están resistiendo desalojos.

-El gobierno provincial: la política provincial orientada hacia el agronegocio no es novedad. La instalación de Monsanto y de Bimbo en Malvinas Argentinas está relacionada con el Instituto de Planificación del Área Metropolitana (Iplam) que inició el ex gobernador Juan Schiaretti, dándole a esa zona un perfil industrial especializado en alimentos y agroindustria. El actual gobernador De la sota en el anuncio de la instalación de Monsanto en Córdoba, asumió que esta empresa estaba cuestionada internacionalmente sobre el impacto que su producción generaba en el medio ambiente pero sostuvo que cualquier intervención por parte del hombre a la naturaleza ya contamina y a estas alturas no podemos andar con taparrabos. Coherente con toda su política el pasado 9 de julio comunicó que le resolverá a esta empresa los problemas que se le presentan para transportar su producción, por lo cual avanzará en la autovía de la ruta 19 hasta Montecristo y completará una serie de obras de infraestructura, como ser una conexión entre las rutas 88 y 19 a la salida de Malvinas Argentinas para que el intenso movimiento logístico no afecte a esa ciudad (8).

Finalmente no podemos dejar de mencionar que otra de las medidas relacionadas al tema es la sanción que se realizó el año pasado en nuestra provincia de una Ley de Bosques que permite a los empresarios del agro seguir talando el escaso 5% de bosque nativo que queda.

Este cuento no acabó

Nuestra historia tiene otro final porque no esperamos que el principito venga desde otras tierras, iluminado, a alertarnos sobre la belleza de las flores. Por eso recuperamos una cantidad de principitxs que lucharon, pensaron y crearon otro mundo. Por años hombrecitos, mujercitas, niñas y niños, viejos y viejas fueron tejiendo otro cuento y a pesar de miles de intentos de aniquilarlos reviven en cada lucha colectiva.

Ese es el hombre nuevo o mejor dicho esos son los seres vivos que hermanados con la naturaleza renacen y recrean otro mundo ¡otra Tierra! ¡Hay un pueblo que históricamente brilla! Resignificada vanguardia entonces que lejos de ser de otro planeta invita a ser protagonista en nuestro mundo. Y eso más que una cualidad es una responsabilidad. Tenemos la responsabilidad de pensar en nosotrxs y en la Tierra a la misma vez, no como algo separado. Transformemos y cambiemos todo, pero diferente, hacia el equilibrio. Sirvámonos de nuestra amplia biodiversidad. No subestimemos a la naturaleza y su capacidad creativa.

Entendamos que la naturaleza puede vivir perfectamente sin nosotrxs, tal vez hasta mejor. Nuestra propuesta tiene que trascender la lucha meramente ambiental o la organización de la sociedad sin incluir a la naturaleza como parte de nuestra vida. Apuntamos a "una sociedad desenajenada en la que la economía sirva al ser humano y cuide a la naturaleza, en donde la producción sirva al Bien común y a los ecosistemas, en donde el ser humano se reconcilie con su entorno natural" Invitemos a "...cambiar el mundo y transformar la vida pues la limitación al productivismo/consumismo no sólo debe ser verdaderamente justa y democrática sino que debe apuntar a la transformación de las necesidades, de los valores, de los modos de vida, sustituyendo el “modo del tener” por el “modo de ser”..."(9) Aunémonos en ese recorrido, en esa pertenencia.

El monstruo está en la puerta de nuestra casa y eso nos interpela como sujetos históricos. El imperialismo impulsa una ofensiva que explota y oprime a nuestra naturaleza y a lxs trabajadorxs y el pueblo por lo tanto hoy más que nunca las organizaciones que defienden la vida, los movimientos campesinos, los pueblos originarios, los estudiantes comprometidos, las feministas inconvenientes, las organizaciones sindicales clasistas, las organizaciones LGTB, los movimientos culturales, los movimientos ecologistas, los partidos políticos de la clase, debemos construir una herramienta política que proponga otro mundo posible y necesario donde hombres y mujeres seamos compañeros y hermanos en armonía con la naturaleza. Para que nuestra Tierra vuelva a ser nutriente de ese hombre creador que siembra en ella diversidad de especies para florecer otro mundo.

*Paola Gaitán. Miembro de la Cátedra Che Guevara Córdoba.


Referencias

1-            Lund Medina, Andrés. Nota aparecida en rebelión. 19 de Febrero de 2007. "A partir de Michael Lowy. Ecosocialismo o neobarbarie". http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46712.   

2-            Dávila, Diego. Nota aparecida en el diario La voz del interior. 22 de julio de 2012. http://www.lavoz.com.ar/monte-cristo/este-corredor-industria-alimentaria

3-            Ripoll, Florencia. Nota aparecida en el diario Día a Día . 22 de julio de 2012. http://www.diaadia.com.ar/cordoba/siembra-monsanto-esperanza-miedo

4-            Idem nota 3.

5-            Maina, Lucía. Nota aparecida en el diario Puntal.1 de Agosto de 2012. http://www.puntal.com.ar/noticia.php?id=130218

6-            Pérez García, Sofía y Medina, Hernán. Ecoportal. 11 de Marzo de 2008. http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Transgenicos/Informe_de_investigacion_sobre_las_operaciones_de_Monsanto_en_Argentina

7-            Féliz, Mariano y García, Matías. Nota aparecida en Página/12. 6 de junio de 2011, con el título "Mayor regulación". http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-169551-2011-06-06.html.


9-            Idem nota 1.



Fuentes

Municipalidad de Malvinas Argentinas. http://www.ciudadmalvinas.gov.ar/historia-de-la-ciudad

Robin, Marie-Monique. El mundo según Monsanto.

Montenegro, Raúl A. Ecoportal. Monsanto invade Malvinas Argentinas. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=153449.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Pueblo de Uquía – Omaguaca
Director de  ‘CER-OMAGUACA’, ‘OBNU’ y ‘ARGOS IS-INTERNACIONAL’
…"La educación y la instrucción no consisten en rellenar la mente de ideas ajenas, sino en estimularla para que produzca sus propias ideas"…

MI: Ni guerrilleros ni militares en el Cauca


Ni un paso atrás…

MI: Ni guerrilleros ni militares en el Cauca

MOVIMIENTO INDÍGENA… ARGOS: AGOSTO 14 DE 2012…

Jaime Quintana Guerrero
Desinformémonos.org

“La estrategia de conflicto y militarización es para sacarnos del territorio y permitir la entrada a multinacionales y megaproyectos y dejarnos con los brazos cruzados”, declara Dora Muñoz, luchadora indígena.

Las comunidades Nasa del norte del Cauca se han organizado en asamblea permanente para tomar acuerdos y evitar el desplazamiento de comunidades a las ciudades, mientras continúan desalojando a grupos armados de sus comunidades. En algunos de los casos han aplicado el “remedio”, como ellos le llaman a la justicia indígena, contra integrantes de de estos grupos.

En una la disputa por el control del territorio indígena por parte de la guerrilla insurgente, de las fuerzas militares del Estado y grupos paramilitares, se han ocupado casas, escuelas, parcelas y sitios sagrados de las comunidades, ocasionando la muerte de campesinos e indígenas en la zona.

“Sabemos que sin territorio no hay pueblos indígenas, la lucha es fuerte y seguirá fuerte porque los indígenas del Cauca no dejaremos nuestro territorio, ni vamos a permitir que se explote a la madre tierra indiscriminadamente. Nuestra lucha y nuestra propuesta son por consolidación de los territorios autónomos y de gobierno propio”, señala en entrevista con Desinformémonos Dora Muñoz, indígena integrante de las organizaciones en lucha.

Dora Muñoz es miembro de la Asociación de Cabildos Indígenas en el Norte del Cauca, al occidente de Colombia, y del grupo de comunicadores comunitarios “Tejido de Comunicación” de esta organización.

El Cauca es uno de los 33 departamentos que tiene Colombia y está dividido por zonas. El norte del Cauca está ubicado al suroccidental de Colombia, muy cerca de la frontera con Ecuador, lugar habitado en un 95 por ciento de indígenas Nasa. “Este territorio es diverso y rico en recursos naturales; especialmente en agua; en recursos mineros, oro, plata, zinc, etcétera”, expone la líder indígena.

La Asociación de Cabildos Indígenas en el Norte del Cauca agrupa 19 Cabildos y forma parte del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). A nivel nacional son parte de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que se rige en los principios de unidad, tierra, cultura e identidad. Todas estas organizaciones son reconocidas jurídicamente y han desarrollado “Planes de Vida” que, explica Dora Muñoz, “son los sueños de la comunidad, y estos sueños son estructurados por la forma propia de pensar y actuar como indígenas y por el respeto que le tenemos a la madre tierra. Para nosotros la madre tierra es sagrada; para el gobierno y las multinacionales, es riqueza”.

La comunicadora señala que este territorio se ha convertido en un lugar de lucha de diferentes actores sociales, de la guerrilla insurgente, de las fuerzas armadas del Estado, de paramilitares que se disputan el territorio, el control de las riquezas y de la población.

“El Norte del Cauca”, explica, “es una región estratégica por tener conexión con otros departamentos del país y por su topografía, ya que tiene una parte plana y otra montañosa. Los indígenas habitamos la parte montañosa. Y desde hace más de 50 años las guerrillas han utilizado este territorio y se sienten dueños de él. Sin embargo, las fuerzas armadas del Estado han declarado: `no hay territorio colombiano donde la fuerza pública no pueda estar’, y de esta manera entran a los resguardos indígenas”.

No es nuevo el conflicto armado ni las confrontaciones armadas. Se han realizado movilizaciones a nivel nacional denunciando lo que sucede en este territorio; se han firmado convenios con los anteriores gobiernos exigiendo el respeto a los derechos humanos y constitucionales, y el respeto a la vida y a la autonomía de los pueblos, y no se han cumplido los acuerdos.

Hace 20 años en el Norte del Cauca, relata Dora Muñoz “en una comunidad que se llama Nilo, cuando se desarrollaba una recuperación de tierra, asesinaron a 20 indígenas. El caso se llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde se comprobó la participación del gobierno nacional de ese entonces, fue una acción conjunta con paramilitares y el ejército, y la sentencia decretó indemnizar al pueblo Nasa con tierra, pero no se cumplió.”

“Cuando salimos a las marchas reiteramos la exigencia de que se cumplan los acuerdos y afirmamos que nuestra lucha es por el territorio y la vida. Al mismo tiempo externamos nuestro rechazo a las leyes que se están implementando en nuestros pueblos. Los territorios de resguardo se están concesionando a multinacionales, sin la consulta libre e informada a las comunidades, con leyes que favorecen el extractivismo en nuestros territorios”.

La disputa por el territorio y el control de la población.

“La estrategia de conflicto y militarización es para sacarnos del territorio y permitir la entrada a multinacionales y megaproyectos y dejarnos con los brazos cruzados”, declara Dora Muñoz.

Las comunidades indígenas han decidido no desplazarse y se organizan en asambleas permanentes, en “sitios o lugares donde la gente se reúne cuando hay este tipo de conflictos armados. Comúnmente son escuelas, canchas de básquet de la comunidad, salones comunales, lugares públicos, donde se concentra la gente mientras pasa el conflicto y la situación se normaliza. Esto ha funcionado e impedido que la gente salga a las ciudades a desplazarse y mendigar, y que el territorio se quede abandonado”, advierte la comunicadora indígena.

En los últimos días el conflicto se ha intensificado, relata Muñoz: “en el territorio nosotros decimos ‘ni un tiro más, no aguantamos más’, son muchos muertos, muchos huérfanos, muchas vidas. Nosotros no somos parte del conflicto, nos están involucrando. Exigimos respeto a la vida no sólo de las personas, sino de todo lo que está en el entorno: de la naturaleza, la tierra, los árboles, la Madre Tierra. Los árboles y los animales también se mueren, todos hemos vivido las afectaciones de un conflicto que no nos pertenece. Es un conflicto de poderes que nos pone en medio a padecer las consecuencias”, explica.

En días pasados, en Toribío, al norte del Cauca, el presidente Juan Manuel Santos anunció el arribo de más fuerza pública en esa zona. Las comunidades indígenas se manifestaron en ese lugar exigiendo “No más militarización de los pueblos indígenas”.

En Miranda, municipio cerca de Toribío, desde hace dos meses existen comunidades desplazadas por el conflicto, pues tanto el ejército como la guerrilla han ocupado viviendas, parcelas, escuelas y lugares de trabajo de la comunidad. Existen más de cien indígenas y campesinos desplazados que no pueden regresar, porque en sus casas está el ejército y en las parcelas la guerrilla.

“Ambos grupos armados” señala Dora Muñoz “minaron las cercanías de las casas de la población y los militares ocuparon la cancha de la comunidad. Por esta razón, las comunidades de la parte alta de Miranda realizaron una marcha por veredas hasta el poblado pidiendo una audiencia pública a los grupos armados para que se salieran del territorio. Esto no sucedió, y el ejército arremetió contra la población, resultando una persona muerta y varias niños y hombres mayores heridos”.

Al hacer esta movilización y no haber respuesta positiva, la población decidió ir a sacar a los grupos armados de las casas y del territorio. Algunos militares salieron, pero luego regresaron con el argumento de que “mientras exista la guerrilla ellos van a estar en el territorio, y que no hay lugar en Colombia donde ellos no puedan estar”, relata la integrante del movimiento indígena.

La iniciativa en el municipio de Miranda, de expulsar los grupos armados ha provocado amenazas a las autoridades indígenas. Dora Muñoz comenta: “apenas el 24 de julio de este año los militares hirieron a una guardia indígena, uno de ‘los cuidadores del territorio’, quienes siempre están al tanto de lo que sucede, de los movimientos y acciones que hacen los grupos armados y de cuando suceden confrontaciones armadas”.

Después de que un artefacto explosivo lanzado por miembros de la guerrilla impactó en un salón de atención a la salud, en la comunidad de Toribío, con el saldo de[G1] siete personas heridas, entre ellas una enfermera a la que se le tuvo que amputar una extremidad[G2] . La comunidad se reunió en asamblea y decidió desalojar a los grupos armados.

“Fue así como la gente de la comunidad salió a desbaratar los lugares donde se resguardan los militares, como las trincheras que se ubican cerca de viviendas o de escuelas. La comunidad todos estos sitios y lo mismo pasó en el cerro de Berlín, que es un lugar sagrado, donde se instaló una base militar y se encuentra una antena de telefonía celular [G3] Las autoridades comunitarias fueron a pedirles[G4] a los militares que se salieran, que ellos iban a ocupar ese lugar como legítimos dueños. La fuerza pública se negó diciendo que tenían orden de estar allí para cuidar la población civil”.

El primer día la gente se quedó acampando cerca de los militares. El segundo día decidió sacarlos. Entonces se destruyeron las trincheras que se encontraban alrededor de la torre de telefonía, y se taparon los huecos que hacen para meterse allí, relata Muñoz.

Estos cerros y montañas son sitios sagrados para los Nasa, en ellos se realizan ceremonias y rituales; cada dos años se hace el cambio de autoridad, el “refrescamiento de varas”, que son los bastones de mando. Dicho ritual se realiza en la parte más alta de un cerro o en laguna, donde se pide a la Madre Tierra sabiduría para orientar el territorio y fuerza para la comunidad

La fiesta de purificación de las semillas es otra de las ceremonias que se realizan en estos cerros. Se purifican las semillas para la siembra, se realiza el trabajo comunitario o “minga”.

En el Cerro del Berlín, municipio de Toribío, donde se desalojaron a los militares, se realiza una fiesta llamada “la apagada de fogón”, en la que se prenden dos hogueras y se junta la comunidad `para comunicarse con los espíritus. Los mayores, explica Dora Muñoz, “ahora piensan que esta casa de los espíritus ha sido profanada, ha sido invadida por los militares”.

“La guerrilla ataca a los militares en los cerros. Lanzan artefactos explosivos que no llegan y caen en el pueblo que está al pie del cerro, razón por la cual las comunidades decidieron sacar a los militares de forma pacífica. Después de esto, vino la arremetida del ejército contra la comunidad. Al día siguiente atacaron con gases, papas explosivas[G5] y disparos, lo que generó una situación más compleja, pues ese mismo día pero en Caldona, otra comunidad cerca de Toribío, el ejército asesinó a un joven indígena que transitaba por la comunidad”, recuerda la entrevistada desde el Cauca.

“Los medios de comunicación y el ejército –continúa- criminalizaron la acción legítima de las comunidades que rescataron los lugares sagrados. Las autoridades comunales decidieron replegarse porque ya había treinta y dos heridos; temían que fuera más fuerte el ataque de los militares y pudiera haber muertos, así que convocaron a la población a reunirse en asamblea permanente”, declara Dora Muñoz.

Justicia indígena: ni ejército, ni guerrilla

“La estrategia de conflicto y militarización es para sacarnos del territorio y permitir la entrada a multinacionales y megaproyectos y dejarnos con los brazos cruzados”, declara Dora Muñoz.

Las comunidades indígenas han decidido no desplazarse y se organizan en asambleas permanentes, en “sitios o lugares donde la gente se reúne cuando hay este tipo de conflictos armados. Comúnmente son escuelas, canchas de básquet de la comunidad, salones comunales, lugares públicos, donde se concentra la gente mientras pasa el conflicto y la situación se normaliza. Esto ha funcionado e impedido que la gente salga a las ciudades a desplazarse y mendigar, y que el territorio se quede abandonado”, advierte la comunicadora indígena.

En los últimos días el conflicto se ha intensificado, relata Muñoz: “en el territorio nosotros decimos ‘ni un tiro más, no aguantamos más’, son muchos muertos, muchos huérfanos, muchas vidas. Nosotros no somos parte del conflicto, nos están involucrando. Exigimos respeto a la vida no sólo de las personas, sino de todo lo que está en el entorno: de la naturaleza, la tierra, los árboles, la Madre Tierra. Los árboles y los animales también se mueren, todos hemos vivido las afectaciones de un conflicto que no nos pertenece. Es un conflicto de poderes que nos pone en medio a padecer las consecuencias”, explica.

En días pasados, en Toribío, al norte del Cauca, el presidente Juan Manuel Santos anunció el arribo de más fuerza pública en esa zona. Las comunidades indígenas se manifestaron en ese lugar exigiendo “No más militarización de los pueblos indígenas”.

En Miranda, municipio cerca de Toribío, desde hace dos meses existen comunidades desplazadas por el conflicto, pues tanto el ejército como la guerrilla han ocupado viviendas, parcelas, escuelas y lugares de trabajo de la comunidad. Existen más de cien indígenas y campesinos desplazados que no pueden regresar, porque en sus casas está el ejército y en las parcelas la guerrilla.

“Ambos grupos armados” señala Dora Muñoz “minaron las cercanías de las casas de la población y los militares ocuparon la cancha de la comunidad. Por esta razón, las comunidades de la parte alta de Miranda realizaron una marcha por veredas hasta el poblado pidiendo una audiencia pública a los grupos armados para que se salieran del territorio. Esto no sucedió, y el ejército arremetió contra la población, resultando una persona muerta y varias niños y hombres mayores heridos”.

Al hacer esta movilización y no haber respuesta positiva, la población decidió ir a sacar a los grupos armados de las casas y del territorio. Algunos militares salieron, pero luego regresaron con el argumento de que “mientras exista la guerrilla ellos van a estar en el territorio, y que no hay lugar en Colombia donde ellos no puedan estar”, relata la integrante del movimiento indígena.

La iniciativa en el municipio de Miranda, de expulsar los grupos armados ha provocado amenazas a las autoridades indígenas. Dora Muñoz comenta: “apenas el 24 de julio de este año los militares hirieron a una guardia indígena, uno de ‘los cuidadores del territorio’, quienes siempre están al tanto de lo que sucede, de los movimientos y acciones que hacen los grupos armados y de cuando suceden confrontaciones armadas”.

Después de que un artefacto explosivo lanzado por miembros de la guerrilla impactó en un salón de atención a la salud, en la comunidad de Toribío, con el saldo de siete personas heridas, entre ellas una enfermera a la que se le tuvo que amputar una extremidad. La comunidad se reunió en asamblea y decidió desalojar a los grupos armados.

“Fue así como la gente de la comunidad salió a desbaratar los lugares donde se resguardan los militares, como las trincheras que se ubican cerca de viviendas o de escuelas. La comunidad todos estos sitios y lo mismo pasó en el cerro de Berlín, que es un lugar sagrado, donde se instaló una base militar y se encuentra una antena de telefonía celular. Las autoridades comunitarias fueron a pedirles los militares que se salieran, que ellos iban a ocupar ese lugar como legítimos dueños. La fuerza pública se negó diciendo que tenían orden de estar allí para cuidar la población civil”.

El primer día la gente se quedó acampando cerca de los militares. El segundo día decidió sacarlos. Entonces se destruyeron las trincheras que se encontraban alrededor de la torre de telefonía, y se taparon los huecos que hacen para meterse allí, relata Muñoz.

Estos cerros y montañas son sitios sagrados para los Nasa, en ellos se realizan ceremonias y rituales; cada dos años se hace el cambio de autoridad, el “refrescamiento de varas”, que son los bastones de mando. Dicho ritual se realiza en la parte más alta de un cerro o en laguna, donde se pide a la Madre Tierra sabiduría para orientar el territorio y fuerza para la comunidad

La fiesta de purificación de las semillas es otra de las ceremonias que se realizan en estos cerros. Se purifican las semillas para la siembra, se realiza el trabajo comunitario o “minga”.
En el Cerro del Berlín, municipio de Toribío, donde se desalojaron a los militares, se realiza una fiesta llamada “la apagada de fogón”, en la que se prenden dos hogueras y se junta la comunidad `para comunicarse con los espíritus. Los mayores, explica Dora Muñoz, “ahora piensan que esta casa de los espíritus ha sido profanada, ha sido invadida por los militares”.

“La guerrilla ataca a los militares en los cerros. Lanzan artefactos explosivos que no llegan y caen en el pueblo que está al pie del cerro, razón por la cual las comunidades decidieron sacar a los militares de forma pacífica. Después de esto, vino la arremetida del ejército contra la comunidad. Al día siguiente atacaron con gases, papas explosivas disparos, lo que generó una situación más compleja, pues ese mismo día pero en Caldona, otra comunidad cerca de Toribío, el ejército asesinó a un joven indígena que transitaba por la comunidad”, recuerda la entrevistada desde el Cauca.

“Los medios de comunicación y el ejército –continúa- criminalizaron la acción legítima de las comunidades que rescataron los lugares sagrados. Las autoridades comunales decidieron replegarse porque ya había treinta y dos heridos; temían que fuera más fuerte el ataque de los militares y pudiera haber muertos, así que convocaron a la población a reunirse en asamblea permanente”, declara Dora Muñoz.

Justicia indígena: ni ejército, ni guerrilla

Al mismo tiempo que se realizaban estas acciones de desalojo de la fuerza pública y del ejército, continúa la luchadora indígena, “un grupo de guerrilleros de las FARC lanzaban artefactos explosivos al lugar donde se encontraba la torre.

“La guardia indígena de la comunidad retuvo a cuatro a guerrilleros con una gran cantidad de armamento, y después de un proceso de investigación y de indagatorias, ellos manifestaron ser parte de las FARC y estar en esa organización por voluntad y convicción propia. Los Cabildos de la comunidad decidieron aplicar “el remedio”, o sea la justicia indígena, y corregir a estas cuatro personas a través del “fuete”, que es parte de la jurisdicción indígena.

“Hubo polémica en la comunidad, algunas personas decían que si son guerrilleros había que entregarlos a la justicia ordinaria; otros que era mejor devolverlos a las FARC. Entonces la comunidad indígena argumentó que tiene su territorio y que haría a su manera, desde la cosmovisión que los distingue como pueblos indígenas señala Dora Muñoz.

Los días siguientes en Toribío se encontraron panfletos amenazantes de la guerrilla contra líderes indígenas que han encabezado estas acciones.

Entre dos fuegos

“Los guerrilleros nos acusan y señalan, el ejército y el Estado también. Parece que están de acuerdo para acabar con el proceso indígena y justificar la arremetida de amenazas y asesinatos. Reiteramos nuestras exigencias como indígenas en cualquier encuentro. Y nos declaramos en asambleas permanentes”, desde el Cauca.

El primero de agosto se realizó el “Día de Acción Continental Contra la Industria Extractiva Canadiense a Gran Escala”, una gran movilización indígena exigiendo los derechos sobre el territorio contra los megaproyectos extractivistas; además de la desmilitarización de las comunidades indígenas y en especial de los sitios sagrados, así como la no instalación de trincheras cerca de poblados y que no se criminalice a las comunidades y líderes indígenas que han realizado estas acciones legítimas y autónomas, concluye Dora Muñoz.

Fuente:



Sr. Waldo Darío Gutiérrez Burgos.
DIRECTOR REGIONAL DE ‘ARGOSIS-MOVIMIENTO INDIGENA’
"Las y los indígenas debemos asumir nuestro derecho a la autodeterminación ya no como una opción, sino como una obligación existencial. No estamos condenados a sobrevivir eternamente como clandestinos sobre nuestra Madre Tierra. No estamos condenados a servir de combustible al Estado nación que jamás existió para nosotros. No fuimos hechos necesariamente para ser cristianos despojados. Nuestro Sur no es el ser mestizos. Devolvamos las tarjetas de identidad a los estados excluyentes y las biblias a las iglesias, y exijamos a que nos devuelvan nuestras tierras y territorios para concertar estados plurinacionales y sociedades interculturales.”…
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