Historia: Sobre lealtades y traiciones
xManuel Omar Armas*
1 de septiembre de 2018
Sabían que muchos héroes en su momento fueron
tildados de traidores por quienes no estaban de acuerdo con ellos?
La palabra
lealtad se deriva
de leal, que
significa "que guarda a alguien o algo la
debida fidelidad”. Dicho de una acción: “propia de una persona fiel”,
hay quienes son leales a sus vicios,
otros a sus principios, familia, amigos y
a lo que acepta y cree como verdad.
En cualquiera de estos casos el
calificativo leal no implica en sí algo
positivo o negativo.
¿La primera lealtad que un hombre debería
tener es con los otros o consigo mismo?
Traición: “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se
debe guardar o tener”,
o sea que para traicionar hay
que haber sido primero leal, no se puede traicionar a alguien o algo sin antes
haberle sido fiel, la pregunta
entonces, antes de acusar de
traidor es: ¿existió alguna vez fidelidad a ese o aquello
sobre el cual o lo cual se acusan de traidor?, en este caso la lealtad o fidelidad es hacia los hombres, las
ideas o los principio
Un verdadero traidor es quien actúa
en contra de lo que cree y
respeta, si no creemos en algo; ¿cómo
serle fiel?, si no tenemos convicciones; ¿cómo podemos defenderlas?
El significados de estas palabras son muy claras,
sin embargo, todas son severamente interpretadas y utilizadas de acuerdo a la
conveniencia o a la realidad de la persona que las utiliza. Siendo así, podemos
decir que "la verdad" también es un concepto que puede muy bien ser
interpretado de acuerdo a la experiencia de una persona, y muchas veces se usan
según nuestra propia conveniencia.
Entonces cual es la jerarquía o el orden de las
convicciones a las que debemos fidelidad. Principios?, Ideas?, Hombres?. Sin duda toda respuesta implica poner en juego
un sinnúmero de relaciones complejas que indudablemente son subjetivas
(recordemos el caso Snowden y Wikileaks ¿traidor a su gobierno o leal a sus
principios?).
A lo largo de
la Historia tenemos muchos ejemplos de estas situaciones; veamos algunos
de ellos:
-Mateo Pumacahua fue uno de los jefes indígenas que
lucho a favor de los realistas contra Tupac Amaru y luego considerado prócer de
la independencia del Perú por luchar contra los realistas ¿Fue leal a sus
ideas? (http://es.wikipedia.org/wiki/Mateo_Pumacahua).
Rivadavia también lo acusa de corrupto y traidor a
la patria por haberse robado el Ejército para el plan continental. A raíz de
esto San Martin debió exiliarse y murió lejos de su patria. Es el Mismo San
Martin que no quiso involucrarse en la guerra civil, pero obsequió su sable a
Rosas, quien enfrento a las potencias europeas en La Vuelta de Obligado y fue
declarado a su vez traidor a la patria. Cuando se redactó la Constitución de 1853 se incluyó ese delito
para acusarlo y Rosas nunca más regreso muriendo en Europa. En 1956, después
del golpe del 55, el gobierno de facto declaró traidor a la patria a Juan Perón.
(http://institutocirculomss.com.ar/2017/12/10/san-martin-fue-tildado-por-traicion-a-la-patria-por-bernardino-rivadavia-y-julian-alvarez/)
-El mismo Rondeau (Director Supremo Electo) declara
a Güemes como Traidor en el conflicto que tuvieron en 1815. (Solís Tolosa- Caro
Figueroa 2016)
Frente a estos ejemplos que podemos decir sobre la
acusación o la pregunta capciosa sobre si Manuel Eduardo Arias fue un héroe o
un traidor? que plantean algunos historiadores de Salta.
Por sobre todas las cosas Arias fue un hombre que
amaba profundamente su terruño, apasionado y comprometido con la libertad, se
había comprometido en la defensa de su patria. ¿Traidor un hombre que luchó
denodadamente por la libertad y que le dio a su patria, entre otros triunfos
importantes, nada menos que el de la batalla de Humahuaca?, a todas luces es
imposible.
¿Qué significaba en esa época la palabra patria?.
Los Realistas defendían la triada “Dios, Patria y
el Rey”, que sintetiza la aspiración de una monarquía católica. Los Patriotas
lo plantearon en términos de “Dios, Patria y Libertad” como expresión del
sentido de las ideas independentistas. Pero cuál era el sentido de la patria
para los protagonistas y actores de las luchas de Independencia. Para los
porteños y el gobierno central de Bs. As. la patria era Bs.As. y hasta donde
extendía su control comercial, (por ello se ordena a Pueyrredón y a Belgrano
retroceder hasta Córdoba en 1812). Para San Martin, Belgrano y Güemes la Patria
era la Patria Grande, toda Sudamérica. Para los gauchos que lucharon en la
guerra de independencia en nuestro norte la Patria era su terruño, la tierra en que vivían y tenían su familia, y es por ella que lucharon.
Teniendo esto en cuenta. ¿Qué podemos decir del
General Manuel Eduardo Arias?.
Algunos lo acusan de traidor a Güemes y en
consecuencia traidor a la patria, ¿Fue así?, o ¿Fue leal a sus principios y
defendió los deseos de autonomía que desde los inicios de la Revolución de 1810 venia planteando Jujuy?.
Manuel
Eduardo Arias fue considerado, incluso por el mismo Güemes, como uno de sus Comandantes más
destacados y bravos a la hora del combate. Se le encomienda la defensa del territorio desde Humahuaca hasta Orán y
lo designa Jefe de la Vanguardia resistiendo el avance realista (Infante 1966),
pero se minimiza su accionar durante la guerra gaucha por oponerse política y
militarmente a Güemes.
Arias es acusado de traición, algo que no está
probado. En 1819 se lo acusa de conspirar, y no se lo condena a muerte,
solamente se lo destierra. A diferencia de otros como Pablo Soria y Benítez,
que fueron sentenciados con pena de muerte. En el caso de Soria, Güemes cambia
la pena de muerte por destierro al Chaco, previo pago de una abultada suma de
dinero (Soria era un hacendado de recursos). Benítez, un integrante de las
tropas, curiosamente se escapa de la misma partida que debía cumplir las
órdenes de Güemes de fusilarlo. Sería que los mismos encargados de cumplir la
pena no estaban muy convencidos o seguros de hacerlo?.
Arias amaba a su tierra y seguramente su decisión
de unirse a Araoz pudo deberse a que se sintió engañado o defraudado por que no
se consideraban los anhelos de libertad y autonomía de Jujuy, expresados en
múltiples ocasiones por el Cabildo, y seguro que también por el proceder hacia su persona. Arias era reconocido como un líder y un
personaje distinguido no solo en Jujuy.
En 1818 fue sido designado Subcomandante de la Puna, (cargo político y militar) y en
noviembre de 1821 es nuevamente puesto a cargo de la de la Comandancia
en la Puna; si como se dice Arias habría estado en tratativas con los
realistas. ¿Se le habría confiado la defensa de la frontera?. Si hubiera estado
en tratativas con Olañeta no habría entregado a este los territorios bajo su
mando apenas pudiera. Indudablemente la
respuesta a estos interrogante es obvia.
Arias se mantuvo siempre leal a su patria y sus autoridades.
El 29 de mayo de 1822 escribía al Cabildo de Jujuy:
“La impostura, la perfidia y la negra envidia, han
sido siempre, las causas que han perseguido al hombre honrado. Mis servicios y
los sacrificios que tengo hechos por la causa de la libertad, son demasiado
notorios y constantes a V.S., pero ni estos, ni su notoriedad, hasta el
presente, me han librado de los tiros que sin intermisión me han dirigido la
perfidia, la intriga y la malicia. El señor actual Gobernador actual de la
provincia, me ha supuesto en prosecución del odio que me profesa, de que estoy
vendido a los liberticidas. Mi sangre ha sido vertida, por varias ocasiones
contra esos tiranos, de cuyas resultas ha tenido la Patria un día de gloria.
Seria yo un criminal si no me vindicase de tan horrorosa calumnia y acaso
habría perdido el mérito que me han granjeado mis servicios para con V.S., y
para con todos los americanos; pero siéndome de necesidad el pasar a esa ciudad
para verificarlo, y recelándome justamente, delas tropelías del actual
Gobernador, no lo podré hacer sin la garantía de V.S., pues es justo recele de
un gobierno que no ha perdonado los medios de la intriga y de la fuerza para
apoderarse de mi persona” (papeles del archivo de la provincia de Jujuy)
(Infante, 1966)
A lo que el Cabildo le contesto “asegurándole de la
garantía en la parte que le corresponde a este Cuerpo, para que bajo de ella,
obre cuanto le dicte SU INCORRUPTIBLE PATRIOTISMO” (Archivo Capitular de la
Provincia de Jujuy)
Hago mención también a un acontecimiento, en el
cual Arias y Olañeta se enfrentaron en un combate; Olañeta propone a Arias
pasarse con su tropa a cambio de beneficios a lo que Arias respondió con un
disparo y cuando informo del hecho dijo” nadie se pasa a pesar de hallarse
muchos de mis soldados en cueros vivos” (Mitre, 1857).
También es necesario destacar que en 1823 la Sala
de representantes de Salta lo llama “gloria y honor de la Provincia” (Infante
,1966)
Se habla de la veracidad de los dichos de quienes
actuaron en la Guerra de Independencia como García Camba (realista) quien en
sus memorias; como es lógico; da su versión de la lucha de las armas españolas
en el norte. Si este fuera el caso y con igual criterio el Gral. Paz, que
también fue participe de las luchas por la independencia, .en sus memorias no
habla precisamente bien de Güemes.
Se habla de lo que escribieron celebres
historiadores como Frías y Cornejo, pero no se toma en cuenta lo que dicen
otros historiadores como Joaquín Carrillo, Félix Infante y Emilio Bidondo sobe
el tema.
Arias al Igual que Güemes pago con su vida el
defender sus ideales. Ambos tuvieron deferentes opiniones, lo cual entre dos
hombres llenos de pasiones como como ellos significo un enfrentamiento y tal
vez si no se hubiera truncado la vida de
ambos (Güemes el 17 de Junio de 1821 y Arias el 16 de junio de 1822)
seguramente podrían haber superado esta desavenencia o conflicto.
¿Por qué considerar a Manuel Eduardo Arias un
Héroe?
Nació en el pueblo de Humahuaca en 1785. Su padre,
don Francisco Arias Rengel, era nieto de guerreros y conquistador del Gran
Chaco. Su madre, una mujer de pueblo, apodada “la Coya”. De chico se crio entre
Humahuaca y Oran, y al igual que Güemes,
supo ganarse la confianza y el aprecio de su gente.
Incorporado a las fuerzas revolucionarias, su inteligencia, arrojo y capacidad militar
lo llevaría al lugar de privilegio en las filas del ejército, demostrando gran
habilidad y capacidad de mando en la guerra de recursos.
En a segunda etapa de la Guerra de la Independencia
(1815-1820) se destaca el Plan Continental de José de San Martin, plan que
culmina victoriosamente en 1822 y se proyecta en la derrota realista en
Ayacucho en 1824.
Al mismo tiempo en el norte argentino, y sobre todo
en Jujuy, se sufrían los embates realistas provenientes del Alto Perú, los que
eran constantes, siendo neutralizados por fuerzas irregulares (las milicias
salto-jujeñas) al mando de Martin Miguel de Güemes. Precisamente él fue la figura
en quien San Martin confiaba como una pieza clave en su plan y fue don Manuel
Eduardo Arias, quien al frente delos gauchos jujeños, lucho denodadamente por
defender la libertad y asegurar la
concreción de ese plan.
En cartas con instrucciones al Ejército, San Martín
destacaba la importancia de las guerrillas de Güemes, diciendo que “ la guerra de recursos es la más afligente y
de la que se saca mayor partido, especialmente por tropas nuevas y sin una
perfecta disciplina, procurará no empeñar jamás una acción general con todas
las fuerzas de su mando y sólo acciones parciales, de las que sin dudas sacará
ventajas, que aunque pequeñas, su multiplicación hará decrecer al contrario,
ganará opinión y partido y al fin tendrá un resultado igual al de una batalla ganada” . Por ello San Martín llamó dio a
Güemes el “comando general de todas las avanzadas”, en abril de1814.
En cumplimiento de este plan el Teniente Coronel
Manuel Eduardo Arias, jefe del sector de Humahuaca, fue designado por Güemes
para mandar a los efectivos que se incorporaban en las milicias de esa
jurisdicción. En 1816 fue jefe de la Vanguardia y sus tropas eran
fundamentalmente jujeñas, siendo la lanza de choque de Güemes, por ello algunos
lo llamaron la primera espada gaucha en la defensa del norte. En 1817, cuando
el más poderoso ejército español invade el norte, trayendo a su frente nada
menos que al general José de La Serna e Hinojosa, al frente de los soldados
veteranos que lucharon contra Napoleón en España y contra Bolívar en Colombia,
derrotándolos. Arias obtiene, el primero de marzo en Humahuaca, el laurel más
grande de su cadena de triunfos, Huacalera, Tilcara, Maimara, Hornillos; son
algunos de los combates en los que al frente de sus gauchos se cubre de gloria.
La Batalla de Humahuaca fue trascendental para
marcar un antes y un después en el teatro de operaciones del norte durante la
“Gran Invasión, siendo uno de los grandes hitos en la lucha por la
independencia, tal cual como lo reconocieron Güemes y Belgrano al solicitar
medallas de premiación para Arias y sus comandantes.
Las fuerzas realistas estaban compuestas por
veteranos: el Regimiento de Gerona; el de Extremadura; los Húsares de Fernando
VII; Los Dragones de la Unión; 130 artilleros y el Batallón General, que
formaban lo que hoy llamaríamos una elite de veteranos de las guerras
napoleónicas de más de 7000 hombres.
El pueblo de Humahuaca había sido fortificado para
asegurar el abastecimiento de la campaña, guardando en el todos los pertrechos
para la invasión y asegurar las comunicaciones con el Alto Perú. La capilla de
Santa Bárbara, la casa del cura, las
calles del pueblo en donde se establecieron trincheras y parapetos estaban
protegidos. Arias, el 1 de marzo de
1817, adelantó un primer grupo de su gente (140 hombres armados algunos con
fusiles y sables, mientras que la mayoría tenía machetes, lanzas y palos). El
primer grupo a órdenes del capitán Hilario Rodríguez, se le dio la misión de
tomar las piezas de artillería; el segundo grupo, al mando del teniente Manuel
Portal debía asaltar al cuartel que comunicaba con la iglesia y el campanario;
el tercer grupo, a las órdenes del propio Arias, avanzó en un segundo escalón
en condiciones de apoyar a cualquiera de las columnas, ejecutando el ataque con
precisión absoluta.
La victoria alcanzada adquirió proyección nacional,
y algunos dicen hasta americana, ya que permitió poner en jaque a los realistas
y marca el principio del fin de la Gran Invasión del 17, dando tranquilidad a
San Martin, quien había obtenido ya el triunfo de Chacabuco en Chile.
En Buenos Aires se informaba el 22 de marzo:
“El entusiasmo de los gauchos de Salta, es superior
a todos los elementos que emplea el arte de la guerra para conseguir victorias.
Sería de desear que 300 veteranos españoles hubieran emprendido una acción tan
gloriosa como la que han ejecutado 150 gauchos, en la mayor parte inermes. Y
una Nación que cuenta con tales defensores, podrá ser subyugada?” (La Gazeta de
Buenos Aires 1817)
En la guerra de recursos Arias, demuestra ser un
habilísimo estratega, que sorprende y quita cuanto recurso pretenden conseguir
los realistas. Son miles y miles de cabezas de ganado (mulas, ovejas, cabras,
vacas, llamas y hasta burros) los que con singular pericia logra arrebatar al
enemigo, dejándolo sin lo necesario para llevar adelante sus planes de
invasión.
Manuel Eduardo Arias fue ascendido por esta acción
al grado de Coronel por el general Manuel Belgrano, Jefe del Ejército del
Norte, a pedido del mismo Güemes. El mismo Belgrano solicito la entrega de
medallas para quienes obraron con gran audacia y valor, que el mismo diseño,
(que son un antecedente de la que se dio a Güemes y sus comandantes por la
Defensa de Salta).Arias recibiría una medalla de oro y sus jefes inmediatos
medallas de plata, mientras que los soldados recibieron cintas celestes para
colocar en su chaqueta con el nombre de Humahuaca en color blanco.
¿Por qué se dice que es un traidor?
Como ya dijimos Arias fue un jujeño leal a su
terruño y estará en conflictos con Güemes, junto a Gordaliza, Dávila, Soria,
Iriarte, Portal, Sánchez de Bustamante, Mena
y otros, , que en Jujuy defienden
principios autonómicos y que formarían el parido llamado “Patria Nueva”,
lo cual algunos salteños equivocadamente lo interpretan como traición. ¿Traidor
un hombre que luchó denodadamente por la libertad de su patria y que le dio,
entre otros triunfos importantes, nada menos que el de la Batalla de Humahuaca?
Muchos hacendados, terratenientes y comerciantes de
Salta, Tarija, Jujuy y Tucumán, veían en el general Güemes a un caudillo que
arremetía contra sus intereses como dueños de fincas que no les permitían
trabajarlas por carencia de la mano de obra, ya que los arrenderos y la peonada
era seguidora incondicional de Güemes, a quienes se les había prometido la propiedad
de las tierras que trabajaban, no interesaba quién fuera el dueño real de las
mismas (Mata, 2004)-(Paz ,2008). Estos propietarios se sintieron tremendamente
afectados. Además, sentían que se les exigía “contribuciones forzosas” en
dinero y provisiones constantemente, las cuales muy pocas veces o casi nunca se
les paga, lo que provoco el surgimiento de una oposición al gobierno de Güemes
en medio de una guerra que no acababa. En el caso de Jujuy sentían que no se
reparaba en medios para perjudicarlos y hasta sumirlos en la ruina sobre todo
en virtud de la dependencia política de Salta y el no reconocimiento de su
autonomía.
Contra Güemes se tramaron varias conspiraciones
desde 1816 hasta 1821, en una de ellas se acusa a Arias de no advertir de la
misma, cuando tenía conocimiento de ella ya que estaban implicados algunos de
sus hombres. Una comisión que se formó para castigar a los implicados determino
su culpabilidad, siendo castigado, por Güemes, con el destierro al Tucumán y el
pago de una fuerte suma de dinero.
El gobernador tucumano Bernabé Aráoz, adversario
político y personal de Güemes, recibió al coronel Arias con todos los honores
del caso y, conociendo sus grandes dotes militares, lo integro a su estado
mayor que se prepara para luchar contra Güemes, quien había declarado la guerra
a la “Republica del Tucumán”.
Precisamente allí se volvió a demostrar la capacidad militar de Arias,
que venció a las tropas de Güemes en los encuentros de Trancas, Acequiones y
Rincón de Marlopa. Esto nunca le fue perdonado por los integrantes de la
“Patria Vieja” el partido liderado por Güemes. Tal vez esto también justifique
la acusación de traición.
Vuelto a su tierra jujeña, luego de la muerte de
Güemes, es nuevamente designado en la Comandancia de la Puna y por encargo de
la Tenencia de Gobierno de Jujuy marcha desde Humahuaca a Orán, con el
propósito de reunir fuerzas puneñas y quebradeñas al norte de Purmamarca para
la defensa de Jujuy. Cuando marcha a caballo hacia el Zenta se entera de que
hay gente “alzada” contra él por cuestiones de arriendos que no quieren
pagarle, aleccionados por las promesas de pasar a ser dueños de las tierras que
ocupaban y que habían sido hechas por “Patria Vieja”. A Arias le cuesta
creerlo, ya que mucha gente de esos lugares habían sido sus amigos y hasta
habían combatido bajo su mando en muchísimos encuentros contra los realistas.
Llega a San Andrés al anochecer y le advierten que una partida mandada por
Mariano Abán, integrante de Patria Vieja, lo está buscando. Se queda a descansar
en casa de su amigo Velázquez y allí es atacado por Abán, quien exige su
rendición, se resiste, está dispuesto a
vender cara su vida. La partida prende fuego al techo del Rancho para obligarlo
a salir y cuando lo hace Abán, armado de un pesado garrote lo golpea con todas
sus fuerzas en la cabeza, Arias cae
hacia atrás, junto en el momento en que
la cumbrera se desprende y arde sobre su cuerpo toda la noche. Es el 16 de
junio de 1822.
Quienes enseñamos y hacemos investigación Histórica
sabemos que sobre todo acontecimiento hay como mínimo dos versiones o
interpretaciones del mismo. Que las mismas son subjetivas, que la verdad no es
absoluta y que muchas interpretaciones dependen del posicionamiento, saberes
previos y del conocimiento basados y no basado en fuentes. Estas
interpretaciones no necesariamente deben ser excluyentes, sino que a veces se
complementan.
Por lo expuesto estamos convencidos que si queremos
revalorizar nuestra historia. Si pretendemos que sea conocida, sacándola del
olvido al que fue sometida por la imposición del centralismo político, social y
económico que existe en nuestro país, debemos dejar de lado las discusiones
estériles. Toda nuestra región y subrayo nuestra región (Tarija, Jujuy, Salta y
Tucumán) se sacrificó por nuestra independencia. Sus hombres no estaban exentos de pasiones y
con sus aciertos y errores, defendieron sus convicciones. Fueron muchos los
héroes de nuestro norte que hicieron iguales sacrificios en post de la
libertad, pero luego de 10 años de luchas incesantes se generaron conflictos y desuniones que hoy
hacen que la verdadera historia de nuestra emancipación, no sea reconocida a
nivel nacional y enseñada a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Ese es
nuestro desafío destacar y recuperar nuestra historia local, sin diferencias y
defendiendo esta nuestra región, en el contexto mayor de la patria grande.
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*Manuel Omar Armas, Profesor de Historia y Ed.
Cívica (INSPSJ) -Diplomado Universitario
en Historia Argentina y Latinoamericana (UNJu) - Integrante de la Comisión
de Reparación y Revalorización Histórica
de Jujuy- Integrante de la Comisión Histórica “Abanderada de la Patria”-
Presidente del Colegio de Profesores de Historia de Jujuy - Integrante del Instituto de Estudios Históricos “Gral.
Manuel Eduardo Arias” - Integrante del Instituto Belgraniano de Jujuy -
Integrante de la A.C. Sanmartiniana de Jujuy.
Fuente: