Argentina: Argentina y Chad: Condenas históricas contra dictadores en juicios de alcance internacional
ARGENTINA… VILTIPOCO10000: JUNIO 04 DE
2016…
xAmy Goodman y Denis
Moynihan
Publicado
el 3 de junio de 2016
Fue
una mala semana para los dictadores, pero buena para la justicia internacional.
Dos brutales dictadores que contaron con el apoyo de Estados Unidos cuando
gobernaron hace décadas fueron condenados por delitos que cometieron mientras
se encontraban en el poder. En África, Hissène Habré tomó el control de Chad en
1982 y desató un régimen terrorista contra su propio pueblo durante el cual
fueron asesinadas unas 40.000 personas, hasta su derrocamiento en 1990. Por su
parte, Reynaldo Bignone fue general del Ejército argentino y fue el último
dictador de la junta militar que gobernó ese país entre 1976 y 1983, período
durante el cual se estima que "desaparecieron", es decir, fueron
asesinadas, unas 30.000 personas que se oponían al régimen de facto. Es muy
probable que ambos hombres pasen el resto de su vida en prisión. Estos fallos
no traerán de regreso a las decenas de miles de personas torturadas y
asesinadas, pero ojalá precipiten el fin de la era moderna de impunidad para
quienes cometen violaciones de los derechos humanos. Y también para sus
cómplices.
La
condena que recibió Bignone esta semana por su participación en el plan
represivo de alcance regional conocido como Plan Cóndor no es la primera que
recibe. Bignone fue uno de los generales argentinos que participó del
derrocamiento del Gobierno constitucional de ese país en 1976 y fue uno de los
responsables de la puesta en funcionamiento y dirección de varios de los
cientos de centros clandestinos de detención adonde eran llevadas las personas
que el régimen sospechaba que eran comunistas o de izquierda, quienes, en la
mayoría de los casos, eran torturadas y asesinadas. En esos años, Argentina fue
gobernada por una sucesión de dictadores militares, de los cuales Bignone fue
el último y gobernó entre 1982 y 1983. Bignone dispuso la destrucción de
documentación y otras pruebas que podrían haberlo implicado a él y a otros
integrantes del Gobierno militar en violaciones de los derechos humanos y
crímenes de lesa humanidad. Dispuso además total inmunidad para él mismo y
otros, poniéndose así al amparo de eventuales procesos judiciales.
Posteriormente, la amnistía fue derogada y Bignone fue condenado en 2010 por
los numerosos secuestros, actos de tortura y asesinatos que supervisó.
El
reciente fallo de culpabilidad de Bignone fue por su participación en el Plan
Cóndor, en el cual seis dictaduras de América del Sur, las de Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que contaban con el apoyo de
Estados Unidos, conspiraron para rastrear y secuestrar o asesinar a sus
opositores en diversos lugares del mundo. Bignone tiene 88 años de edad y se le
han sumado 20 años a la condena a cadena perpetua que cumple actualmente. Con
conocimiento del gobierno de Estados Unidos y, en particular, del secretario de
Estado de aquel momento, Henry Kissinger, el Plan Cóndor se coordinaba desde
Chile, gobernado en ese entonces por el dictador Augusto Pinochet.
Chad
es un país mayormente desértico ubicado al norte de África que permaneció bajo
el dominio colonial de Francia entre 1900 y 1960, tras lo cual se desató una
larga guerra civil. El presidente de Estados Unidos Ronald Reagan apoyó el
golpe de Estado en Chad liderado por Hissène Habré a pesar de conocer su
historial de crueldad. Habré tenía una fosa común en el fondo de su residencia.
Gobernó Chad desde 1982 hasta 1990 y aterrorizó a quienes lo cuestionaban, ya
sea de verdad o en su imaginación. Más de 40.000 personas fueron asesinadas, la
mayoría de ellas torturadas en la tristemente célebre "Piscina", un
centro de detención y tortura ubicado en una piscina reformada especialmente
para tal uso.
En
2001, once años después de que Habré huyera a Senegal, llevándose con él la
mayor parte del tesoro nacional de Chad, un audaz abogado de derechos humanos
llamado Reed Brody ingresó a las instalaciones abandonadas de la infame fuerza
policial secreta de Habré, la DDS. Lo que encontró allí fue impactante:
decenas de miles de documentos, cubiertos de polvo y olvidados, que detallan
arrestos, tortura y asesinatos de más de 13.000 de las víctimas de Habré. Esta
prueba documental, junto con la incansable lucha de las propias víctimas, de
personas como Souleymane Guengueng, que sobrevivió a las prisiones de Habré,
llevaron al primer juicio que se realiza en un país africano de un ex jefe de
Estado de otro país africano. En el pasado, juicios así se llevaban a cabo en
tribunales internacionales, fuera del continente. Pero en esta oportunidad,
Senegal conformó un tribunal especial para llevar a cabo su juicio.
Tras
la lectura del fallo, Souleymane Guengueng, declaró:"Me duele que muchos
de mis compañeros hayan muerto en el camino. No pueden estar aquí para ver el
resultado y es por eso que me sentí conmovido y rompí en lágrimas. Hissène
Habré fue condenado a cadena perpetua. Terminará su vida en prisión y eso era
lo que queríamos. Espero que esto sirva de lección a todos los demás dictadores
que hay por allí".
El
abogado de Human Rights Watch Reed Brody explicó lo sucedido a Souleymane
Guengueng durante el Gobierno de Hissène Habré: “Souleymane era un empleado
público de profundas convicciones religiosas. Como sabrán, fue llevado a prisión
en base a acusaciones falsas. Como la gente moría a su alrededor en la celda en
que se encontraba recluido, hizo un juramento ante Dios de que si lograba
salir, lucharía por la justicia. Y cuando Idriss Déby derrocó a Hissène Habré y
se abrieron las puertas de la prisión, Souleymane reunió a otros ex detenidos,
fundó la primera asociación de víctimas y lucha desde entonces. Muchos de los
cómplices de Habré permanecieron y permanecen aún en Chad: alcaldes, jefes de
policía, gobernadores, que comenzaron a amenazar de muerte a Souleymane y lo
obligaron a exiliarse en Estados Unidos”.
Ni
Bignone o el gobierno militar argentino, ni Hissène Habré podrían haber
cometido las atrocidades que cometieron sin el apoyo del Gobierno de Estados
Unidos. El secretario de Estado, John Kerry, calificó el fallo de Habré como
"una oportunidad para que Estados Unidos reflexione y aprenda de su propia
vinculación con los sucesos que tuvieron lugar en Chad". No caben dudas de
que Estados Unidos debería reflexionar y aprender de estos fallos de
culpabilidad, pero también deberíamos investigar, presentar cargos y llevar a
juicio a los funcionarios del Gobierno estadounidenses que colaboraron y fueron
cómplices de estas dictaduras. Es preciso que exista una justicia uniforme que
se aplique por igual en todas partes del mundo.
©
2016 Amy Goodman
Traducción
al español del texto en inglés:
Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy
Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se
emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en
más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el
sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos",
editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente:
Viltipoco10000
Opinión y Contrainformación Omaguaca
Twitter: https://twitter.com/Viltipoco10000