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Perú: La educación ciudadana como protección de las especies silvestres

Tráfico de especies silvestres: Millonario negocio
Por Wilfredo Pérez Ruiz (*)
Cada vez que se realiza algún publicitado decomiso de especies silvestres vuelve a las primeras planas de los medios de comunicación el complejo tema del comercio internacional de nuestra flora y fauna, considerado –después del tráfico de armas y drogas- la actividad ilegal más importante a nivel mundial, con incalculables repercusiones para la conservación de los sistemas ecológicos y de la vida animal.
Según estadísticas de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) esta ilícita acción moviliza –anualmente- en el mundo aproximadamente 20 mil millones de dólares. Para ello, se ejercen fuertes mecanismos de presión a las autoridades gubernamentales (responsables de autorizar su comercialización) como resultado de su elevada demanda.
Al respecto, Felipe Benavides Barreda quien ejerció, hace unos años, la vicepresidencia del Comité Permanente de la Cites afirmó: “La matanza indiscriminada de animales ocurre generalmente para el beneficio de las naciones altamente industrializadas, que consumen las pieles, lanas, marfil, aceite, etc, en el mercado de lujo. La presión ejercida sobre el cazador furtivo proviene de la demanda de lujo de unos pocos. No podemos, sin embargo, culpar enteramente a los mercaderes y consumidores extranjeros, ya que gran parte de la responsabilidad por la persecución y destrucción de la vida animal, recae sobre las autoridades del Tercer Mundo”.
Lima es considerada uno de los principales “aereopuertos” del tráfico ilegal en esta parte del continente. Habitualmente llegan cargamentos de otros países y, principalmente, de Iquitos y Pucallpa, ciudades conocidas con núcleos de salida de los animales con destino internacional. La mayor demanda de fauna está en Europa, Japón y los Estados Unidos.
Para comprobar la magnitud de su tráfico recorrimos al mercado central, lugar señalado –desde hace décadas- como el punto más numeroso de especies amazónicas. Allí pudimos ver animales que sufren lo indecible. Guacamayos, tortugas, iguanas, loros y pericos, son las principales especies que los traficantes exhiben para su venta.
Apenas percatados de nuestra presencia, se acerca un joven para mostrarnos animales prohibidos de comercializar. Nos lleva a la calle Huanta (aunque también en los jirones Paruro y Ucayali se ofertan estos especímenes) con el propósito de enseñarnos su lote de animales. Luego de algunas preguntas, a través de las cuales pretendemos ganarnos su confianza, nos comenta que desde Belén y Leticia (Iquitos) llegan los cargamentos a nuestro ciudad y el extranjero.
Ante nuestra insistencia y pensando que estamos interesados en alguna compra, nos indica que la vía aérea es la preferida por los comercializadores. “Los animales viajan clandestinamente en los aviones, camuflados en maletines de mano o en pequeñas jaulas. Apiñados, al borde de las asfixias, aves y monos son dormidos e introducidos en tubos o latas de cerveza. La ara macao (papagayo valorizado en los Estados Unidos en tres mil dólares) es dormido y cerrado su pico con una gruesa cinta adhesiva para evitar sus gritos instintivos. Así funciona este negocio”, concluye el guía.
La mayoría de las especies que tienen demanda están prohibidas por la Ley Forestal y de Fauna Silvestres. El Perú ocupa el segundo lugar en variedad de aves, después de Colombia. Nuestra fauna se ha convertido en una de las más cotizadas y los ejemplares por su singular belleza y vistosidad la gente piensa que puede tenerlos en su casa como un “florero”. Mientras haya pobreza, no exista fuentes de trabajo alternativos y una debida orientación a las comunidades nativas -donde se les explique que la extracción ilegal de fauna, lejos de enriquecerlos, los está empobreciendo más- este problema subsistirá. Las comunidades reciban 20 ó 30 nuevos soles por la extracción de una especie ornitológica que, coincidentemente, es cotizada en miles de dólares en los mercados extranjeros.
Desde nuestra perspectiva, el tema involucra más educación ciudadana, mejorar los niveles de coordinación gubernamental, aplicar rigurosamente las leyes peruanas, cumplir con las disposiciones internacionales, dotar de mayores elementos económicos y técnicos a la Policía Ecológica y crear mecanismos para aliviar las necesidades de los ámbitos rurales que incursionan en esta actividad como resultado de su miseria.
Por otra parte, luego de su decomiso las especies son entregadas a zoocriaderos privados en donde son tratados para su cuidado y reproducción. Sin embargo, su tasa de mortandad es elevada por el cambio de hábitat, problemas de alimentación, epidemias, entre otros trastornos. La población no deben adquirir estos animales a fin de no contribuir a su exterminio.
El masivo comercio de estas especies refleja la ignorancia de la sociedad sobre la conservación de estos exponentes del patrimonio natural. La destrucción de su ambiente y la disminución de sus ejemplares, tienen consecuencias ambientales, económicas y sociales aún no percibidas. La vida silvestre puede constituir un recurso ecoturístico, cultural, científico y generador de trabajo a miles de nativos y, consecuentemente, producir un valor económico a nuestra biodiversidad.
(*) Docente, conservacionista, consultor en temas ambientales, miembro del Instituto Vida y ex presidente del Patronato del Parque de Las Leyendas – Felipe Benavides Barreda.
http://wperezruiz. blogspot. com/

"Siempre marchas con nosotros, Tío Ho"


Vietnam: Ho Chi Minh, retrato de una celebridad

Publicado en ARGENPRESS.tv

Febrero 24 de 2010

Video realizado por la Embajada de Vietnam en la República Argentina, cedido a ARGENPRESS.tv para su difusión. 

Nació en Annam el 19 de mayo de 1890. Su verdadero nombre era Nguyen Tat Than, pero la clandestinidad de toda la vida le obligó utilizar apodos diferentes para escapar de la persecución policial. El nombre de Ho Chi Minh significaba El que ilumina; otras veces se hizo llamar Nguyen Ai Quoc, El patriota. Era hijo de un médico herborista de Nghe An, enemigo del colonialismo francés, que había invadido Vietnam en 1860. Estudió en Hué y Saigón, hasta que en 1912 emigró como mozo en un paquebote francés. Fue un largo viaje de veinte meses de puerto en puerto hasta que arribó a Londres, donde trabajó en el hotel Carlton durante tres años. De allí fue a París, donde trabajó como retocador de fotografías. Conoció a Chou En Lai, León Blum, Marcel Cachin y Longuet (sobrino de Carlos Marx), entre otros destacados dirigentes del movimiento obrero internacional. Se afilió al Partido Socialista Francés, adherido a la Internacional Comunista. Comenzó a escribir en L’Humanité, y luego fundó el periódico El Paria. De París se trasladó a Moscú, donde participó en varios Congresos de la Internacional Comunista. Más tarde viajó a China como traductor y ayudante de Borodin, consejero del Kuomintang. Se incorporó a la escuela militar de Huangpu, donde aprendió el arte de la guerra revolucionaria. El director era el coronel Chiang Kai Shek y el jefe del departamento político era Chou En Lai. En 1927, cuando Chaing Kai Shek traicionó a la causa revolucionaria con una enorme matanza, Ho consiguió huir y siguió en la clandestinidad organizando la revolución en Birmania, impulsando huelgas, motines y levantamientos armados en China, en Siam, y pasando de cárcel en cárcel y de tortura en tortura. 

En 1930 Ho Chi Minh fundó en Hong Kong el Tanh Nien o Partido Comunista de Vietnam. Durante la segunda guerra mundial Japón ocupó Vietnam. Ho regresó clandestinamente a su país 28 años después de su partida y luchó en la guerrilla durante cinco años. Hacia fines de la guerra mundial funda el Vietnam Doc Lap Dong Minh Hoi (Frente para la liberación de Vietnam), más conocido por Vietminh. También crea un ejército guerrillero dirigido por Vo Nguyen Giap, uno de los generales revolucionarios más brillantes del mundo. Concluida la guerra y derrotados los japoneses, los planes imperialistas para la región no contemplaban la independencia sino un nuevo reparto del mundo, que en el caso de Vietnam suponía que los nacionalistas chinos del Kuomintang ocuparían el norte del país, mientras los ingleses el sur. Pero los franceses querían recuperar sus dominios coloniales y volvieron a invadir el país, mientras los guerrilleros vietnamitas rechazaron a los chinos en el norte y liberaron aquella zona.

El 2 de setiembre de 1945 Ho Chi Minh lanzó su llamamiento: “Desde hace más de ochenta años la banda de colonialistas franceses, bajo los tres colores que simbolizan la libertad, la igualdad y la fraternidad, ha ocupado nuestro territorio y oprimido nuestro pueblo. [...] Los franceses no nos han dado ninguna libertad política, han instituido una legislación bárbara, han creado más prisiones que escuelas, han ahogado en sangre todas nuestras revueltas, han pisoteado la opinión y utilizado la sangre y el alcohol para embrutecer a nuestro pueblo”

El Vietminh organizó la insurrección general, logró la independencia nacional y fundó la República Democrática de Vietnam. Al retornar los colonialistas franceses se desató una nueva y cruenta lucha del pueblo vietnamita que se prolongó nueve años. Francia, cuando comenzó a perder la guerra, pidió y obtuvo el apoyo norteamericano. En 1954 los franceses son derrotados en la batalla decisiva de Dien Bien Phu. Dieciocho millones de compatriotas saludaron a quien había abierto la brecha de la liberación social y nacional. Ya era para todo el pueblo el tío Ho. A la guerra contra Francia sucedió la guerra contra Estados Unidos, por lo que los vietnamitas derrotaron sucesivamente a tres de las potencias imperiales más poderosas: Francia, Japón y Estados Unidos.

Estos no escatimaron medios de destrucción masiva y bombardearon cruelmente Vietnam del Norte: “Derrotados los yanquis -diría Ho- construiremos una patria diez veces más hermosa. Nuestro país tendrá el señalado honor de ser una pequeña nación que, a través de una lucha heroica, ha derrotado a dos grandes imperialismos- el francés y el norteamericano- e hizo una digna contribución al movimiento de liberación nacional”. Nunca mostró inquietud por la desproporción de fuerzas. Como revolucionario sabía que un ejército popular es superior al mejor ejército moderno. Desde el principio de la intervención declaró que los Estados Unidos no serían capaces de soportar una guerra popular prolongada: “En la lucha patriótica contra la agresión norteamericana, en realidad tendremos que soportar más dificultades y sacrificios, pero estamos seguros de que obtendremos la victoria total”. 

Sus palabras se cumplieron, aunque Vietnam soportó años de atrocidades contra su población. El territorio fue convertido en campo de criminales bombardeos contra la población indefensa. Muchas décadas después de la humillante retirada de Estados Unidos de Vietnam el 30 de abril de 1975, el país aún sufre las secuelas de la agresión. Desde 1961 hasta 1973, el Pentágono arrojó sobre Vietnam y el vecino Laos más de siete millones de toneladas de bombas y 100.000 toneladas de sustancias químicas tóxicas. Sobre Vietnam se descargaron más bombas que las arrojadas durante la segunda guerra mundial. En la guerra murieron cinco millones de vietnamitas y 58.000 estadounidenses. Millones de personas padecieron y todavía padecen los efectos del agente naranja, un potente defoliante que tenía como objetivo arrasar por completo la jungla del país para aislar a los guerrilleros. Washington lanzó sobre un cuarto del territorio del país unos 80 millones de litros de defoliante y napalm. Ho Chi Minh murió en Hanoi, el 2 de setiembre de 1969.

En su testamento dejó escrito: “Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al Pueblo. Ahora, si debo partir de este mundo, no hay nada que sienta más que no poder servirlos más tiempo”.

El proceso liberador continuó. Cuando seis años después de su muerte, los patriotas del Vietcong terminaron de derrotar y expulsar a los invasores norteamericanos, los tanques llevaban una pancarta: “Siempre marchas con nosotros, Tío Ho”.

Ho Chi Minh - Retrato de una celebridad (Parte I)

Ho Chi Minh - Retrato de una celebridad (Parte II)

Ho Chi Minh - Retrato de una celebridad (Parte III - Final)

Fuente: ARGENPRESS.tv