Indígena:
¿Qué es lo indígena y quiénes son indígenas? El auge de las identidades en
tiempos de consulta y globalización
INDÍGENA… VILTIPOCO10000: JUNIO 21 DE 2013…
xIsmael
Vega*
Lo
indígena en un escenario de globalización
Los
acontecimientos políticos y socioculturales producidos durante las últimas
décadas en los países de la región muestran un escenario cultural donde los
pueblos indígenas se constituyen en actores con identidades abiertas e
interculturales. Estas identidades están constantemente involucradas en
procesos de reelaboración de sus tradiciones, costumbres y formas de
organización social en el marco de un proceso de globalización.
En la
actualidad, el Perú asiste a una época intensamente marcada por la emergencia
de identidades locales, particularmente de identidades indígenas. Antes se
pensaba que las identidades eran más evidentes y “puras” en situaciones de
aislamiento y de menor contacto con los “otros”. Actualmente es evidente que
las identidades indígenas son más visibles, los intercambios y relaciones con
los “otros” son más intensas y frecuentes (Koonings, K. y Silva, P. 1999;
Barth, F. 1976).
Si hay
algo que caracteriza a la globalización, es el incremento de los contactos y
relaciones entre diferentes colectividades. La predicción de la homogenización
cultural como uno de los efectos más nefastos de la globalización -a estas
alturas- resulta insostenible. Al contrario de lo que se esperaba, este proceso
ha creado condiciones propicias para la diferenciación y visibilidad de las
identidades indígenas.
Asistimos
a un escenario propicio para que los pueblos indígenas reivindiquen sus
identidades como parte de una estrategia que expresa la conciencia de un origen
e historia común cuya línea demarcatoria no debe reducirse a la conservación o
pérdida de ciertos rasgos culturales, ni a la incorporación de elementos de
otras culturas. Sino que debe expresarse en la recreación de una adscripción
particular distintiva que se remite a la tradición cultural pero que
simultáneamente se transforma con la historia vivida (Vega y Cornejo, 1998;
Vega, 2003).
Desde
el surgimiento de las organizaciones indígenas amazónicas a fines de los 70 e
inicios de los 80, la mayor presencia e incidencia política de los indígenas y
la aparición de una élite intelectual se expresa -entre otros temas- en un
conjunto de normas e instrumentos nacionales e internacionales que reconocen y
promueven sus derechos en la participación política de un número cada vez mayor
de sus representantes en la gestión pública (alcaldes, consejeros regionales,
funcionarios públicos) y en una mayor capacidad para incidir políticamente en
el Estado a nivel nacional y subnacional (Stavenhagen, 2004).
El tema
indígena en el escenario nacional
Si tendríamos
que hacer un balance de lo logrado por los pueblos indígenas amazónicos a lo
largo de los últimos veinte años, podríamos mencionar que son dos los puntos
más importantes.
Uno de
ellos es de orden político y consiste en poner en cuestión la hegemonía de la
legitimidad de los grupos de poder que han gobernado el país a lo largo de la
época republicana, lo cual ha obligado al Estado tomar en cuenta otras
legitimidades (legitimidad indígena) en los procesos de deliberación política.
El otro logro importante, aunque menos visible y más lento, en tanto tiene que
ver con la dimensión cultural, es el cuestionamiento de la legitimidad del
historicismo evolutivo; es decir, la aceptación de la desaparición de lo
indígena como algo natural e inevitable frente a influencia de la modernidad y
la globalización. Esto plantea al Estado y la sociedad civil, reelaborar lo
indígena como única forma de acabar con los estereotipos sedimentados en el
imaginario colectivo respecto a la existencia de pueblos indígenas inmutables y
atemporales.
Ambos
logros fuertemente relacionados en tanto el cuestionamiento de la legitimidad
hegemónica occidental y la inevitabilidad de la desaparición de lo indígena,
plantean la necesidad de un cambio sustancial de las relaciones entre Estado y
pueblos indígenas. En torno a los logros de los pueblos indígenas,
especialmente alrededor de su complejidad en el mundo globalizado, se debería
analizar y entender quiénes son indígenas y quiénes son los sujetos de la
consulta en el Perú.
Sin
embargo, hay que reconocer que si bien se ha comenzado a cuestionar la idea de
la “natural” desaparición de lo indígena como resultado de la modernización y
la globalización, tampoco podemos afirmar que estemos viviendo en una sociedad y un Estado multiculturales donde la
alteridad indígena y sus transformaciones sea reconocida y valorada de una
manera auténtica y radical. Más lejos aún, estamos de contar con una clase política que comprenda la
complejidad de este proceso.
La
clase política no comprende lo indígena y se equivocan rotundamente cuando
afirman que los indígenas son primitivos, salvajes, estancados en la historia y
opuestos al desarrollo o cuando se atribuyen la autoridad para decidir quién es
indígena y quién no lo es.
Los
intentos de medir lo indígena en función de una supuesta escala evolutiva que
coloca lo indígena en lo más primitivo y lo no indígena- mestizo o blanco –
occidental en el máximo nivel de la civilización, expresan los espasmos de un
colonialismo todavía vigente, mentalidades postcoloniales que siguen
entendiendo lo indígena como un estadio inferior en la evolución de la
sociedad, que desaparecerá inevitablemente. En esta línea de pensamiento se
enmarca el artículo “El perro del hortelano” de Alan García y las declaraciones
de Ollanta Humala sobre la no existencia de pueblos indígenas en la sierra y la
costa.
En
realidad, los indígenas y los pueblos que se autoidentifican como tales, son
pre existentes al Estado peruano y este sólo reconoce su existencia y su
identidad pero no les otorga ni una ni otra (Art. 2 de la Constitución
Política). Los indígenas, vienen transformándose desde hace más de quinientos
años y a lo largo del tiempo han transitado por intensos cambios marcados por
la presencia colonial española, la época republicana y en las últimas décadas
por el capitalismo y la globalización. Actualmente construyen su propia visión
del desarrollo alternativa a la occidental, conocida como “Buen Vivir”.
Lo
indígena… un proceso abierto, un guión sin final conocido
Lo
indígena más bien es un proceso histórico abierto marcado por colonialismos
pasados y presentes por los que han transitado y transitan de múltiples e
inéditas maneras los pueblos indígenas (De la Cadena, 2010). Lo indígena, esa
compleja adscripción (autoidentificación), es un guión con final abierto e
indeterminado, un proceso en permanente elaboración y re elaboración
estratégica de acuerdo a escenarios políticos y momentos históricos
determinados pero que simultáneamente remite a una historia y un pasado común
donde el vínculo con el territorio y la existencia de una cosmovisión indígena
son fundamentales.
Si
reconocemos que lo indígena no es algo encapsulado ni intacto, sino un proceso
histórico abierto, entonces lo indígena adquiere sentido y significado a partir
de la relación con otros y de la interacción con lo no indígena. Esto resulta
evidente dentro de las comunidades y fuera de ellas. Lo indígena se hace más
visible cuando entra en contacto con lo que no es tal, como sucede por ejemplo
cuando los indígenas amazónicos migran a espacios sociales abiertos y amplios
como Lima y otras ciudades del interior del país. En estos escenarios, los
indígenas interactúan y se relacionan con lo que se considera urbano no
indígena, es cuando los patrones culturales, creencias y formas de organización
adquieren una identidad indígena más clara y visible.
Las
posibles combinaciones entre los elementos de carácter histórico-tradicional y
aquellos que responden a determinados contextos sociopolíticos actuales e
interacciones con la sociedad dominante occidental son complejas y numerosas,
no solo por la cantidad y formas de combinaciones posibles, sino también por la
intensidad y pragmatismo que pueden tener. A su vez, hay que tener en cuenta que
estos elementos se pueden reinventar o reciclar en nuevos contextos. Los
cambios sociales, reformas políticas, políticas extractivistas, migración a las
ciudades, luchas por los derechos, son algunos de los escenarios que resultan
propicios para la reivindicación o la visibilidad de la identidad étnica como
un recurso estratégico alrededor de los cuales se pueden generar movilizaciones
sociales como las protagonizadas en los últimos años en el Perú. Estos factores
constituyen la compleja y diversa gama de posibilidades donde “los pueblos
improvisan nuevas formas de ser nativos” (Clifford, 2010).
Lo
indígena abarca a los que optan por el uso de su vestimenta tradicional y
hablan en su idioma original, como también a los que usan terno y corbata y
hablan en castellano, pero a su vez a los que se comunican en su idioma
original y a los que se ubican en ambos extremos.
Lo
indígena se expresa en la permanente elaboración-reelaboración de una
autoidentificación particular y diferente que se nutre de lo tradicional-ancestral
y simultáneamente se transforma con las relaciones y contextos sociales. Este
proceso (elaboración-reelaboración) tiene un fuerte componente estratégico, en
tanto responde a la lucha de los pueblos indígenas por alcanzar el ejercicio
pleno de sus derechos. Hay que tener en cuenta que dicha dimensión estratégica
sólo es sostenible en tanto existe una base histórico-tradicional, conciencia
de un pasado ancestral común, un vínculo con el territorio y un fuerte sentido
de pertenencia que trasciende la ubicación física o el nivel de contacto (mayor
o menor) de sus miembros con la sociedad occidental dominante (Koonings y
Silva; 1999).
El
Estado y las autoridades que anuncian la implementación de procesos de consulta
a los pueblos indígenas, de acuerdo a lo establecido por el Convenio 169 de la
OIT y la Ley de Consulta Previa (29785), no deberían establecer grados o
niveles de indigeneidad de acuerdo a la cantidad de elementos o rasgos
culturales que tengan estos pueblos o de acuerdo a su mayor o menor contacto
con la sociedad dominante occidental. Tampoco debería atribuirse la autoridad
de decidir quién es o no es indígena -a partir de percepciones arbitrarias- o
en función de la necesidad de inversiones económicas.
El
gobierno debe entender la complejidad y diversidad identitaria de los pueblos
indígenas amazónicos y andinos, y evitar caer en simplificaciones y
definiciones arbitrarias a la hora de establecer quiénes son los sujetos de la
consulta. Lo más conveniente sería que a partir de los criterios objetivos y
subjetivos establecidos por el Convenio 169 de la OIT, la Ley de Consulta
Previa (29785) y con la participación de las organizaciones indígenas, se
construyan protocolos que permitan el reconocimiento de estos pueblos que
demandan el ejercicio de su derecho a ser consultados, se autoidentifican como tales y habitan sus territorios antes de la llegada
de los colonizadores y del surgimiento del Estado.
Referencias
bibliográficas
Barth
Fredrick, 1976: Los grupos étnicos y sus fronteras. La organización social de
las diferencias culturales. FCE, México.
Clifford,
James, 2010: “Diversidad de experiencias
indígenas: Diásporas, tierras natales y soberanía” en: Indigeneidades
contemporáneas: Cultura, política y globalización. De la Cadena, M.; Starn, O.
(Editores) Lima: IEP-IFEA.
De la
Cadena, Marisol y Starn Orin, 2010: “Introducción” en: Indigeneidades
contemporáneas: Cultura, política y globalización. De la Cadena, M.; Starn, O.
(Editores) Lima: IEP-IFEA.
Koonings,
Kees y Silva, Patricio (Eds.), 1999: “Construcciones Etnicas en América Latina”
en: Construcciones étnicas y dinámica sociocultural. Quito: Abya-Yala.
Stavenhagen,
Rodolfo, 2004: “Pueblos Indígenas: Entre Clase y Nación”. En: Los desafíos de
la Interculturalidad: Identidad, Política y Derecho. Santiago: Universidad de
Chile.
Vega,
Ismael, 2003: “Ciudadanías en construcción: participación y surgimiento de una
ciudadanía indígena” en: Ciudadanías inconclusas. El ejercicio de los derechos
en sociedades asimétricas. Zariquiey, R.; Vigil, N. Lima: GTZ-PUCP.
Vega,
Ismael y Manuel Cornejo, 1998: “Pueblos Indígenas, identidad, participación y
democracia” en: Nueva América N° 80. Río de Janeiro.
—
*
Ismael Vega Díaz, es investigador del Centro Amazónico de Antropología y
Aplicación Práctica (CAAAP), miembro de Forum Solidaridad Perú y Profesor de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). www.caaap.org.pe
Waldo Darío Gutiérrez Burgos
Descendiente del Pueblo de Uquía - Nación
Omaguaca
Director de Viltipoco10000
MIEMBRO DEL 'GAPO' Y DE
‘ARGOSIS-INTERNACIONAL’
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