Movimiento Indígena: ¿Encomienda del Pueblo Omaguaca? Relictos coloniales en la República Argentina

Movimiento Indígena: ¿Encomienda del Pueblo Omaguaca? Relictos Coloniales en la República Argentina


MOVIMIENTO INDÍGENA… VILTIPOCO10000: ABRIL 09 DE 2011…

Por Gustavo Ontiveros*

El actual gobierno del Estado Argentino se “mofa” y hace “autobombo” de su constante lucha por los derechos humanos. Pero hay que aclarar que solo defiende algunos derechos humanos de los occidentales, vulnerando constantemente una y otra vez todos los derechos indígenas. Este desigual modo de tratar la vida no es algo para el mundo indígena. Constituye parte de las políticas profundizadas allá en la naciente República del S. XIX y derivadas directamente de la colonia española. Y actualmente aplicadas con notable “precisión quirúrgica” (anestesia incluida) en las comunidades indígenas.

Los tiempos republicanos últimamente han recaído en una democracia continua, que se encamina hacia su consolidación. Pero infelizmente el mundo indígena esta lejos de ser tratado democráticamente. Al contrario, se le impone con mil y una artimañas y usando la estrategia del desgaste, todo tipo de decisiones casi siempre erróneas y contrarias a la vida en las comunidades indígenas. Para ello, las instituciones estatales han perfeccionado a sus agentes para el estricto cumplimiento de las reglas no escritas del colonialismo interno argentino.

Por Ley Nacional 23.302/85 se crea el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) como entidad descentralizada con participación indígena entre cuyos fines se hallan; llevar el Registro Nacional de Comunidades Indígenas y disponer la inscripción de las comunidades que lo soliciten, elaborar e implementar planes de adjudicación y explotación de las tierras, de educación y de salud, proponer el presupuesto para la atención de los asuntos indígenas y asesorar en todo lo relativo a fomento, promoción y desarrollo de las comunidades indígenas del país. Asimismo la ley dice que el Poder Ejecutivo Nacional designará al titular del INAI y éste contará con un Concejo de Coordinación y un Consejo Asesor. Prometedora ley si es que se cumpliría.

A 25 años de la ley 23.302 –de los cuales 8 años pertenecen al gobierno actual-, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas tal y como versa la normativa citada (reforma constitucional y convenio 169 mediante) no ha terminado de conformarse aún. Por ende, sus objetivos están muy lejos, siquiera, de empezar a ser cumplidos. Bajo estas circunstancias algunos (o todos) Pueblos Originarios de la República Argentina se hallan impedidos de ejercer sus legítimos derechos ante todos sus “enemigos históricos”, financiados principalmente por el Estado Nacional (terratenientes, capitalistas, credos, organizaciones sociales, fundaciones, gobiernos provinciales, municipalidades, y otros) que pretenden captarlos (integrarlos), manejarlos y/o destruirlos estratégicamente, según el interés de donde provengan.

El INAI actual (y pasado) –contrario a la ley que lo creo- constituye la principal herramienta del despojo histórico al que han estado sometidos ciertos Pueblos Originarios. Sus funcionarios jerárquicos –elegidos “a dedo”- desconocen o no quieren conocer la realidad indígena. Sin embargo, se dan el gusto de ordenar y regir las políticas –si así pueden llamarse a los mamarrachos que hacen- tendientes al bienestar de las comunidades.

Indignado y tocado en lo profundo de su corazón el Pueblo Omaguaca ha decidido poner fin a esa especie de encomienda republicana opresora y sin sentido que constituye el actual INAI, muy alejada –por cierto-  de lo que dispone la normativa que lo creo. Como primera medida el 04 de Setiembre de 2010 decide destituir a sus entonces representantes ante Estado (llamado Consejo de Participación Indígena –CPI- mediante resolución INAI 624/08) e inmediatamente elegir nuevos representantes; también convocar a elecciones en el plazo de un mes, con invitación al INAI y a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Jujuy. Las razones de tal destitución se hallan en la inoperatividad, obsecuencia y la militancia partidaria afín al gobierno de turno de dichos representantes destituidos. El 02 de Octubre de 2010 se eligen nuevas autoridades con la ausencia injustificada y el absoluto silencio de los organismos estatales mencionados. El 06 de Noviembre de 2010 se constituye el Gobierno Autónomo del Pueblo Omaguaca bajo la premisa de la libre determinación política, económica, social y cultural de los pueblos. Y nuevamente se comunica la novedad al INAI y a la Secretaría de Derechos Humanos de Jujuy.

Sin embargo, el INAI no se da (o no quiere darse) por enterado de tal situación al no contestar por ninguna vía las novedades apuntadas. Nuevamente el Pueblo Omaguaca toma una segunda gran decisión: VIAJAR A BUENOS AIRES Y EXIGIR AL INAI EL RECONOCIMIENTO DE SUS NUEVAS AUTORIDADES Y, CONSECUENTEMENTE, TRABAJAR EN CONJUNTO.

El día 06 de Diciembre de 2010 llegan las máximas autoridades del Pueblo Omaguaca junto a varios presidentes de las comunidades a la ciudad de Buenos Aires. Son recibidos por el Dr. Frites quién los acompaña al INAI. Ya en dicha institución, ante la negación del Presidente Dr. Daniel Ricardo Fernández, son atendidos por la Lic. Lucía Battaglia (funcionaria de segunda jerarquía a cargo del CPI). El tema principal a tratar: el reconocimiento de las nuevas autoridades. Luego de una ardua discusión y un reconocimiento de culpa verbal de dicha funcionaria, por ende del INAI, la misma promete una respuesta escrita para el día siguiente y asimismo dice que mientras se entablen las conversaciones el INAI se hace cargo del hospedaje y la comida. Al día siguiente, 07 de Diciembre, la funcionaria da una respuesta escrita en donde solo suspende a los representantes destituidos por el Pueblo Omaguaca y promete una “elección legal” en la tercera semana de febrero de 2011. Paso seguido, a hs. 22 de ese mismo día por orden del INAI se desaloja al Pueblo Omaguaca del Hotel en donde se hallaba hospedado, pese a la promesa de la Lic. Battaglia que estaba asegurado el hospedaje. Tal conducta “bárbara” y “salvaje” interrumpió de manera drástica las relaciones entre el Pueblo Omaguaca y el Estado Argentino.

Esa noche muchos Omaguacas durmieron en las calles de Buenos Aires, allá donde mora el dios occidental. Tal vez, sintieron que después de todo, en la realidad, no eran tan argentinos como se les había enseñado en la escuela desde niños. Que su propio gobierno estatal los echó a la calle por protestar airadamente, con mucho respeto, en la búsqueda de sus legítimos derechos. Que los propios funcionarios encargados de defender a los indígenas no tienen reparos en someterlos de cualquier modo posible. Que los funcionarios del INAI se dieron el gusto y placer de probar que hacían los Omaguacas y sus protestas en Buenos Aires sin medios ni sustento alguno. Que los funcionarios del INAI emularon al gobierno de 1946 que echó de una manera más drástica aún a sus abuelos de la gran ciudad (casi no había dudas, era el mismo gobierno). Que después de todo el INAI no es más que una justificación teórica y ficticia de buena fe ante el mundo, ante las obligaciones internacionales, y nada más. Que el INAI no es más que una bolsa de trabajo para occidentales (y sus masis) y una bolsa de limosna y olvido para los indígenas. Que en esta lucha desigual conviene más luchar solos que mal acompañados por el INAI. Que las limosnas del INAI son casi exclusivamente para los “indios buenos” que ofrecen sus servicios al Estado para doblegar a sus paisanos, como ha ocurrido desde siempre, por desgracia, en la historia de la conquista en Argentina. En fin, esa noche los miembros y autoridades del Pueblo Omaguaca entendieron “en carne propia” la verdadera política del Estado Argentino hacia los indígenas. En la oscuridad de la noche y mientras trataban de dormir, bajo el frío marítimo, seguramente pensaron en las respuestas que llevarían a sus familias y a sus amadas tierras. No obstante ello, el Pueblo Omaguaca siguió la lucha unos días más en Buenos Aires, ayudado por manos amigas desinteresadas.

Al regreso, el desconocimiento y la falta de respeto hacia los Omaguacas continúo la vía normal que siempre tiene como verdugos a los funcionarios estatales provinciales y nacionales, y, por supuesto, a los indios buenos. El 13 de Enero de 2011, el Representante del Pueblo Omaguaca, Sr. Yurquina, una vez más fue humillado y desconocido por el funcionario del INAI Sr. Martín Andrade ante la presencia de otras autoridades de otros Pueblos Originarios de Jujuy. El Sr. Andrade dijo: Uds. no tienen en esta reunión ni voz n voto. Realmente lamentable, un funcionario de segundo orden jerárquico que no ha sido elegido por nadie más que “por la dedocracia”, se da el gusto de ordenar y no de, siquiera, solicitar. Esta conducta “bárbara y salvaje” da una pauta de las atribuciones con las que se han “cebado” varios funcionarios del INAI. Que tratan a las autoridades comunitarias como sus empleados, cuando no, como sus inferiores.

En el mes de Febrero de 2011, sorprendido y asediado por las protestas del Pueblo Omaguaca y de otros, el INAI resuelve iniciar las gestiones para el “cambio legal” de los archifamosos Consejo de Participación Indígena (CPI) de toda la Provincia de Jujuy. El Pueblo Omaguaca resuelve acceder al capricho del INAI, para demostrar su buena voluntad en solucionar problemas. Si el INAI quiere elecciones “bajo su protectorado” (emulando a la canalla anglosajona), pues se harán las elecciones.

Pero las nuevas autoridades o representantes surgidos de dichas elecciones marcarán una “bisagra” en las relaciones entre el Estado (INAI) y el Pueblo Omaguaca. Ya no serán suficientes los espejitos de colores ni las limosnas que regala el INAI, ni tampoco se permitirá que se desgaste estratégicamente a los representantes, ni se permitirá que se divida a las comunidades como lo ha hecho hasta ahora (favoreciendo a algunas y desfavoreciendo a otras). Tampoco se permitirá que el INAI imponga sus reglamentos autoritarios, ilegales e inconstitucionales, bajo cualquier excusa o con cualquier artimaña.

El Pueblo Omaguaca exigirá libre determinación (autonomía política), derecho a la tierra comunitaria, a la salud, al desarrollo autónomo, entre otros derechos históricamente vulnerados por el Estado Argentino y su masi de la Provincia de Jujuy. Asimismo, se cuestionará aquella financiación estatal a instituciones ajenas al mundo indígena, cuyos objetivos subyacentes son contribuir a la desestructuración y desorganización comunitaria. Como el Estado no puede enfrentarse directamente a las comunidades se halla financiando a otras instituciones para que hagan el “trabajo sucio”. Esto es, “tercerizando” la lucha en contra de as comunidades (como acostumbra este gobierno colonial y los anteriores).

Tal vez a los “halcones del INAI” les pese mucho esta realidad, tal vez no. Quizás conozcan todo esto, quizás no. Quién sabe lo que estarán pensando por estos momentos. Tal vez estarán pensando darle CUATRO MILLONES DE PESOS más a la Provincia de Jujuy para terminar el programa ReTeCi (Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas), sumado a los SEIS MILLONES DE PESOS que le vienen dando desde hace aproximadamente una década (de los cuales no hay rendición de cuentas a la vista). Tal vez estos DIEZ MILLONES DE PESOS de los programas de tierras pasarán al olvido, solo como un mal sueño llamado el “INAI y sus mamarrachos”. Tal vez todo pase y de los programas indígenas con buenos augurios solo quede la letra, dado que la realidad hasta ahora es horriblemente desastrosa. Realidad que enerva a muchas autoridades del Pueblo Omaguaca que deben rendir cuentas de sus actos ante sus comunitarios todos los días, sin un presupuesto ni un sueldo y todo el aparato estatal colonial en contra.

Hoy 28 de Febrero de 2011 serán las elecciones de los nuevos representantes del Pueblo Omaguaca, según una resolución del INAI. ¿Vendrá la Lic. Battaglia? Aquella que emulo a su gobierno, desalojando a las autoridades del Pueblo Omaguaca del hotel en Buenos Aires. Emulando el “histeriqueo” y el “cacareo” del actual gobierno colonial argentino. Emulando a la izquierda, a la derecha, al centro y adentro? Si se hace presente, a muchos dará vergüenza ajena. Pero se sabe que estas personas ya tienen oficio en la temática, por lo cual, seguramente no ofrecerá ni siquiera disculpas de su “actitud salvaje y bárbara”. No se puede esperar otra cosa.

Otras elecciones más para el famoso CPI, que no es más que una “picadora” de dirigentes. Los indígenas que han intervenido en estas instituciones propuestas por e INAI siempre salen muy mal parados e indicados por el dedo acusador para siempre. Es que todo se hace en la gran ciudad. Los funcionarios que rigen el INAI no tienen idea de la realidad del Pueblo Omaguaca y es seguro que no conocen a otros Pueblos. Sus programas, reglamentos y otros se imponen mediante esas mil y una artimañas que tienen los agentes estatales. Así no puede funcionar una institución cuyos objetivos son muy atendibles. El Estado argentino y su par provincial se hallan fraguados por una mentalidad colonial. Necesitan entrar con dignidad al Siglo XXI. Palabras como la del Sr. Andrade, aquel que no permitió ni voz ni voto, son inaceptables, porque guardan un rancio sabor inquisitorial destinadas a ser condenadas eternamente por la historia de este país. Pero aún peores son las actitudes del Presidente del INAI y de la Lic. Battaglia, los cuales se dieron el gusto de experimentar “como dormían los Omaguacas en la vereda de las calles de Buenos Aires”. A esta gente pareciera que los hubiera elegido la mismísima Reina Isabel o tal vez el genovés Colón. ¿Quién sabe?

En estos momentos en que algunos pueblos de este planeta se hallan reclamando democracia y desarrollo a sus opresores, cabe la pregunta si el Pueblo Omaguaca debe reclamar lo mismo al gobierno actual, ya sea nacional y/o provincial. Cabe preguntarse si el Pueblo Omaguaca debe exigir la expresa consulta y el consentimiento previo libre e informado a través de una institución consensuada, a cambio de la artimaña burocrática que simula el Estado.

A 200 años de la República muchas situaciones aparentes han cambiado, pero en el fondo –en lo subyacente- la esencia es la misma. Colonizar al otro cultural. Colonizar al Omaguaca. Destruir su cultura e identidad. Despojarlos de sus tierras. Integrarlos a al Estado como puramente argentinos. Viene a la memoria las palabras de un Mallku “al estado argentino le conviene que todos sean argentinos, que no haya diferencias, que no haya Pueblos”. Así parece, el Estado Provincial Jujeño en complicidad con el Estado Nacional, impulsaron la titulación de “Quebrada de Humahuaca Patrimonio de la Humanidad”, con esto las comunidades entraron al mundo y el mundo entró a las comunidades. Titulación que produjo y produce un gran impacto social y cultural negativo. De pronto se ha sembrado la codicia y se han adquirido las conductas más injustas de la condición humana. Siendo los principales beneficiados aquellos señores dueños de la Provincia de Jujuy y, por supuesto, sus masis. Este intento de Neocolonización no hace más que exasperar las ansias de los comunitarios Omaguacas.

Mucho más exaspera que una de las ideólogas de tal título, la Sra. Liliana Fellner, salga por los medios junto a la Lic. Battaglia comunicando la elección de CPI en el Pueblo Omaguaca. Usando políticamente una elección que en nada le incumbe. Adentrándose en terrenos ajenos a su partido político; el cual desgobierna esta Provincia hace 27 años, junto a sus compartes del otro centenario partido político.

Las elecciones en el Pueblo Omaguaca, como nunca otra vez, traen aparejado un sinnúmero de interesados de distinta laya. Candidatos oficialistas del gobierno por un lado y los rebeldes por el otro. Los indios buenos y los indios malos. Los obsecuentes y los desafiantes. Los mudos y los habladores. ¿Quiénes ganarán? Los Omaguacas jamás se rindieron y siempre cuestionaron al Estado.

Jallalla!


* Gustavo Ontiveros, Comunidad Indígena Finca Valiazo, Pueblo Omaguaca.


Waldo Darío Gutiérrez Burgos

Descendiente del Pueblo Uquía – Nación Omaguaca
Quebrada de Humahuaca (CP. 4626), Jujuy, Argentina Telef.: (054-388) 4 800 934
"La paz no es simplemente acabar con la guerra. La paz llegará cuando se respeten los derechos indígenas a la tierra, la cultura y la autodeterminación. No puede haber paz por medio de la destrucción o sumisión de la población indígena”…“Solo ven nuestra agua, nuestra tierra, nuestros árboles. No les importamos. Quieren la tierra, sin la gente que vive en ella”…



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